POLÍTICA
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Con
Vicente Fox fue su dependencia del Prozac y una operación de la espalda
que lo inhabilitó por varios días; con Felipe Calderón un supuesto
alcoholismo y una fractura de clavícula que también requirió de una
operación; y ahora con Enrique Peña Nieto, luego de una operación de un
nódulo tiroideo en la garganta realizada el año pasado, el tema de la
salud presidencial vuelve a ser noticia a partir de rumores y versiones
esparcidas en las redes sociales por sus opositores políticos.
Aunque el vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez, reaccionó de
inmediato a la versión difundida por Andrés Manuel López Obrador, y
atajó y desmintió lo dicho por el ex candidato presidencial en las
redes sociales el jueves pasado, el tema de un supuesto deterioro en la
salud del presidente Enrique Peña Nieto no es nuevo y ha circulado en
forma de rumores sin fuentes precisas desde hace más de un año en
internet.
“Existe el rumor de que EPN está enfermo. Ni lo creo, ni lo deseo.
Pero es una buena salida para su renuncia por su evidente incapacidad”,
afirmó López Obrador en la red social Twitter en un tuit enviado a las
8 de la mañana con 38 minutos. Nueve horas y media después, a las
18:05 horas del mismo jueves, y luego de tres mil 338 retuits al
mensaje, el vocero presidencial le respondió también desde su cuenta en
la misma red social. “Afortunadamente @EPN goza
de cabal salud. Gracias por preguntar @lopezobrador_”, escribió el
funcionario de la Presidencia en su cuenta “ESanchezHdez”.
Hasta ahí paró la polémica en redes sociales, pero el rumor lanzado
por López Obrador dio pie para que algunos articulistas lanzaran varias
preguntas sobre estas versiones que nadie confirma oficialmente como un
tema del que tienen derecho a estar informados los mexicanos si hubiera
algún problema médico que limitara las funciones del gobernante. Tanto
en Los Pinos como en Gobernación afirman que no hay nada que informar
sobre la salud del Presidente y que su constante actividad, tanto en
giras dentro del país como en su actual gira por Europa, es el reflejo
de que no hay ningún problema en el desempeño físico del Presidente.
Ciertamente no hay hasta ahora ninguna evidencia o hecho confirmado
que hable de que el presidente Peña Nieto haya experimentado en público
algún problema o malestar físico, ni se ha sabido que sus giras o su
agenda sean interrumpidas de manera abrupta. Los rumores se basan en un
supuesto desgaste físico y en un envejecimiento en la imagen del
Presidente que, por lo demás, es común observar en quienes ejercen un
cargo de tal responsabilidad.
Al igual que en su momento ocurrió con Felipe Calderón, cuando se
rumoraba de una supuesta adicción al alcohol que lo imposibilitaba en
sus funciones y diputados exhibieron una manta en San Lázaro acusándolo
de ser alcohólico, nunca hubo ni existió ninguna evidencia o acto
público en el que alguien pudiera afirmar que Calderón estaba
alcoholizado.
En aquel episodio, retomando la acusación de los diputados, el
viernes 4 de enero de 2011 la periodista Carmen Aristegui preguntó en
su noticiero radiofónico: “¿Tiene o no tiene Felipe Calderón problemas
de alcoholismo?”, lo que desató toda una tormenta política y mediática
en la que la periodista fue despedida de MVS por transgredir el Código
de Ética de la empresa y varias semanas después, el 21 de febrero, fue
recontratada en medio de versiones de que hubo presiones de la
Presidencia para su despido.
Algo similar ocurre ahora con los rumores sobre la salud
presidencial. Más allá de las versiones que circulan por internet, no
hay un hecho o evidencia contundente de una incapacidad física del
Presidente por enfermedad, por lo que el tema, por ahora, parece más un
intento de sus opositores de meter ruido político ante el avance de
reformas como la energética en el Congreso. Muy distinto sería el tema
de la salud de un gobernante si se demuestra, de manera evidente, que
hay un problema de salud o que públicamente se haya exhibido una
debilidad o incapacidad física. En un caso así, sería una obligación
del gobierno y un derecho de los gobernados saber con exactitud cuál es
el estado de salud de quien los gobierna, pero mientras no existan
esas evidencias, todo cae en el terreno de la rumorología intencionada.
NOTAS INDISCRETAS…A propósito de la salud de los gobernantes, en el
caso del gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, y su nueva petición
de licencia a finales de este mes para ausentarse del cargo, en Morelia
hay versiones de que esta vez ya no regresará a la gubernatura y que a
nivel federal ya preparan las condiciones legales para un relevo por
incapacidad médica…El que reaparecerá en la política es Gabriel
Quadri, ex candidato a la presidencia. El presidente de Nueva Alianza,
Luis Castro, lo convenció de ser candidato a diputado por su partido el
próximo año, por lo que el ambientalista volverá a defender sus
propuestas de campaña…El que se incorporó a la gira por España fue el
director de Pemex, Emilio Lozoya, después de anunciar aquí la venta de
acciones de Repsol y explicar las razones que tuvo Pemex para
desinvertir en la petrolera española. Los dados mandan escalera.
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