Las seis medidas anunciadas por el presidente Enrique Peña Nieto para reactivar la economía mexicana fueron calificadas como estrategias aisladas e insuficientes por expertos consultados por CNNExpansión.
Los
especialistas destacan que la nula relación entre los seis puntos
mencionados la semana pasada y la carencia de vínculos con las reformas
estructurales aprobadas ponen en riesgo el objetivo gubernamental.
El
viernes pasado el presidente de México dio a conocer seis ejes para
impulsar la productividad y que atienden planteamientos del sector
privado. Entre ellos destacan la reducción del impacto adverso de las restricciones
al uso de dólares en efectivo en la frontera, la creación de una
Ventanilla Única del Sector Salud para la Promoción de la Exportación y
apoyo crediticio a las Mipymes.
“(El anuncio sobre los dólares en
efectivo) puede ayudar puntualmente a las regiones fronterizas, pero no
necesariamente va a repercutir en un gran crecimiento económico”,
afirmó el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el
Crecimiento Económico, José Luis de la Cruz.
El doctor en
Administración por el Tecnológico de Monterrey calificó el anuncio
gubernamental como un mecanismo emergente de coyuntura que corre el
riesgo de no alcanzar sus propósitos, pues se requiere un plan integral
en donde los ejes estén tejidos e integrados a la inversión privada.
Además,
subrayó la omisión de instrucciones fiscales para corregir los efectos
negativos de la reforma hacendaria, de estrategias concretas para hacer
más eficiente el gasto público o el que se haya ignorado el papel de la
Banca de Desarrollo.
“Otra omisión es que no se vincularon estos
programas emergentes con las reformas ya aprobadas; es decir, no hay
algo que vincule a las reformas laboral o a la financiera, que en
conjunto deberían favorecer el crédito y aumentar la productividad del
capital humano”.
El plan de Peña Nieto es anunciado en un momento
en el que la economía del país está debilitada y en donde no existen
señales de una recuperación sostenida a decir del Instituto Mexicano de
Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
La segunda mayor economía de
América Latina ha empezado a recuperarse gradualmente este año si se le
compara con el débil 1.1% de expansión que registró 2013, su menor tasa
desde el fin de la recesión de 2008-2009.
Sin embargo, el IMEF
dice que en el comportamiento del país persiste debilidad y escaso
dinamismo, provocado en parte por la reforma fiscal que entró en vigor
este año.
En tanto, grupos financieros como Santander y BBVA Bancomer
han reducido sus estimados de crecimiento para México en 2014 tras la
expansión de apenas 1.8% anual que se registró en el primer trimestre
del año. Y el gobierno le ha tenido que “bajar el aire” a su previsión
de crecimiento de 3.9% a 2.7% para 2014.
Para Gabriel Martínez,
director de la Maestría en Políticas Públicas del ITAM, al plan
gubernamental le falta integración y alcance.
El experto dijo que
el gobierno federal omitió temas relevantes como la estimulación fiscal
para micros, pequeñas y medianas empresas, y la educación y la
capacitación en materia laboral.
“Es muy difícil pensar que se
mejore el acceso de la empresa micro a todo el sistema legal y fiscal,
y es un tema muy grande para el que debería haber un programa también
muy grande. Mucha de la economía informal y la baja productividad está
en las microempresas”.
Sobre el segundo rubro, Martínez aseveró que hay una interconexión muy difícil entre los sectores productivo y educativo.
“Tener
una fuerza de trabajo capacitada es condición necesaria para elevar la
productividad. Los dos éxitos educativos comparables son Corea (del
Sur) y Chile. En México no veo cómo se pueda flexibilizar la relación
entre empresa y escuela. Lo veo muy lejano”.
Esta lectura es
compartida por el director general del centro de investigación
Inteligencia Pública, Marco Cancino, quien le dio un peso importante a
la formación profesional y al desarrollo de habilidades de los
trabajadores.
“Es muy importante que en breve el gobierno
plantee cómo va a aumentar la productividad y no sólo a partir de las
reformas estructurales”, apuntó el politólogo por el ITAM con estudios
de Maestría en Economía Política.
Cancino consideró que la
administración federal sigue creyendo que el gasto público es una de
las principales vías para detonar el crecimiento económico, pero no
necesariamente es así.
“Existen otras vías. Una tiene que ver con
un marco legal idóneo para la inversión privada, sobre todo que haya
intercambio económico, esto tiene que ver mucho con las leyes
secundarias de las reformas estructurales para que los sectores
económicos puedan jugar en igualdad de condiciones”, reitera.
Afirma
que las políticas públicas económicas han privilegiado la parte
macroeconómica por encima de la micro, por lo que México no ha podido
pasar a una etapa en donde los bolsillos de las personas se vean
beneficiados.
Simpatía con el plan
A quien
sí gustó el anuncio gubernamental fue al director de Consejo
Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología,
Lorenzo Ysasi.
“El sector privado va a tener que monitorear para
que estas medidas estén cumpliendo el efecto que se busca, y por otro
lado estaremos contribuyendo con sugerencias que puedan generar un
estímulo mucho mayor”, dice.
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