"Se estima que ellas envían dinero a México por cerca de 5.700 millones de dólares (26 % de lo que recibe el país) y que el 67,9 por ciento del total de remesas tienen como beneficiaras a mujeres
México
D.F., 04 feb. 15. AmecoPress/SEMlac.- La migración femenina mexicana ha
cobrado un papel creciente en los últimos años para el país, ya que son
mujeres la mayoría de las remitentes y destinatarias de remesas y
ayudas económicas que entran a esa nación latinoamericana.
La
migración de mexicanas entre 15 y 64 años de edad hacia Estados Unidos
ha crecido en los últimos años, al pasar de 44,1 por ciento en 2007 al
47,1 en 2013. Además, se estima que ellas envían dinero a México por
cerca de 5.700 millones de dólares (26 % de lo que recibe el país) y
que el 67,9 por ciento del total de remesas tienen como beneficiaras a
mujeres.
En 2013
Estados Unidos fue el destino del 97,8 por ciento de las migrantes,
quienes enviaron a México un porcentaje semejante de remesas, señala el
estudio "La migración femenina y el ingreso de México por remesas",
realizado por el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos
(Cemla), la institución bancaria mexicana Banorte y del Fondo
Multilateral de Inversiones (Fomin) y la agencia del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID).
Durante los
últimos años en Estados Unidos ha aumentado la inmigración femenina
proveniente de América Latina y el Caribe. La participación de las
mujeres en el total de inmigrantes allí pasó de 49,7 por ciento en 2007
a 51,2 en 2013.
En el caso de
México, entre 2007 y 2013, una elevada tasa de desempleo en Estados
Unidos, cierta mejora en la economía mexicana y un mayor control
fronterizo por parte de las autoridades estadounidenses frenaron
considerablemente el flujo migratorio. Esa caída tuvo como resultado un
aumento en el número de mujeres migrantes y un descenso de los hombres.
Durante 2013,
en Estados Unidos el número total de inmigrantes mexicanos fue de 11
millones 584.977 personas y, de ellas, cinco millones 451.233 fueron
mujeres.
Según cifras
de ese mismo año, las entidades estadounidenses con mayor número de
mexicanas migrantes fueron Arizona (50,5 %), Nuevo México (49,3 %),
California (48,9 %) y Texas (48,5 %), y aquellas con menor
participación femenina fueron Virginia (33,4%), Luisiana (34,7%),
Kentucky (37,7%) y Pensilvania (38,7%).
Perfil de las mujeres migrantes
El estudio
señala que el nivel de escolaridad de la población inmigrante
proveniente de México la coloca en fuerte desventaja en el mercado
laboral de Estados Unidos frente a otros grupos migratorios y nativos.
De 2011 a
2013, la población mexicana que emigró a Estados Unidos exhibía el
porcentaje más elevado de no graduados de educación media superior y el
más bajo de graduados con licenciatura o posgrado entre todas las
personas que ingresaron al país norteño con 25 años o más, provenientes
de 121 países.
Ese escenario
se presentó tanto en los hombres como en las mujeres. Sin embargo, hay
un número significativo de mexicanos, y especialmente de mexicanas
inmigrantes, que estudian en Estados Unidos. En 2013, la cifra de
inmigrantes mexicanos que estudiaban alcanzó un millón 182.761
personas, de ellos 581.254 eran hombres y 601.507 mujeres.
Adicionalmente,
el total de mexicanos inmigrantes que realizaban estudios de
licenciatura o posgrado fue de 393.000 personas y se integró por
218.000 mujeres y 175.000 hombres.
En cuanto a
los niveles de ocupación, en 2014 creció de manera significativa el
empleo de los mexicanos inmigrantes, tanto de género masculino como
femenino. Esa mejoría en las oportunidades de empleo fue más vigorosa
en las ocupaciones de tiempo completo.
Con ello hubo
una importante disminución de la tasa de desempleo de dichos
trabajadores y propició un aumento de su masa salarial, lo que a su vez
favoreció un incremento del ingreso a México de remesas familiares.
En cuanto al
sector de actividad, destaca que tanto hombres como mujeres tienen una
presencia significativa en los sectores manufacturero y de comercio al
mayoreo y menudeo; hay una mayor presencia de las mujeres en las
actividades de alimentos, recreación y hospedaje, especialmente en
ocupaciones de tiempo parcial, al igual que en las actividades de
servicios en hogares; y los servicios educativos y de salud representan
una fuente importante de empleo para las inmigrantes mexicanas.
Las remesas
México es la
cuarta economía receptora de remesas del mundo, luego de la India,
China y Filipinas. En 2013 ese ingreso resultó de 21.892 millones de
dólares, a partir de 75 millones de transferencias. En 2014 las remesas
han mostrado una mejoría significativa.
Con la
información obtenida de la base de datos de las operaciones de remesas
en el banco denominado Banorte, de las dos millones 851.859
transferencias de remesas consideradas, el 30,1 por ciento fueron
enviadas por mujeres (858.894 envíos), lo que representó 27,2 por
ciento del valor total en pesos mexicanos y en dólares de tales
transferencias.
Por su parte,
el 69,5 por ciento de esas transferencias fueron enviadas por hombres y
constituyeron el 72,4 por ciento del monto total remitido.
El principal
grupo beneficiario de los envíos son las mujeres, con el 71,7 por
ciento del número de transferencias y el 67,4 por ciento de los
recursos enviados. Por su parte, los hombres fueron receptores del 27,7
por ciento del número de remesas y del 31,9 del total de recursos.
Las remesas,
enviadas tanto por hombres como por mujeres, tuvieron como principal
grupo beneficiario a estas últimas. De las remesas enviadas por
mujeres, fueron mujeres las destinatarias del 66,9 por ciento de las
transferencias y del 62,9 por ciento de los recursos enviados. De las
enviadas por hombres, las mujeres fueron beneficiarias del 73,8 por
ciento del número de envíos y del 69,1 de los recursos.
En general,
los envíos de las mujeres son de menor monto que los de los hombres,
independientemente del género del destinatario. En la base de datos
considerada, la remesa promedio enviada (y recibida) se ubicó en 5.980
pesos mexicanos, equivalente en promedio a 400 dólares en las enviadas
por mujeres y de 6.230 pesos, equivalente a 421 dólares en las que
mandaron los hombres.
El estudio
también da cuenta de que las personas receptoras de las remesas tienen
un bajo grado de inclusión financiera, pues solo 18,1 por ciento de las
transferencias y 14,9 por ciento del valor de los envíos fueron
recibidos en una cuenta bancaria. El resto se cobró por giros o
transferencia de dinero en minutos o familiares.
Foto: Archivo AmecoPress.
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