Ninguna autoridad local o federal les brinda ayuda
Personal femenino de la empresa “Modelo de Equidad de Género” está abandonado a su suerte, pese a las denuncias interpuestas ante instancias sindicales.
Sin el apoyo de autoridades laborales, sindicales y del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), trabajadoras de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Campeche –empresa premiada como ejemplo de “equidad de género”– enfrentan obstáculos para denunciar el hostigamiento sexual y laboral que –acusaron– padecen por parte de sus jefes directos.
Según testimonios de dos trabajadoras de CFE en Campeche, para denunciar el hostigamiento enfrentan trabas burocráticas al interior de la empresa, no cuentan con el respaldo de su sindicato y padecen el acoso de otros jefes.
Además afrontan sobrecarga laboral, que se les levanten actas administrativas injustificadas, y hostilidad por parte de sus compañeros.
“Celia”, oficinista del departamento de Comunicaciones de la Zona de Transmisión Campeche de CFE, relató que Juan Raya Meléndez, quien ocupó el cargo de superintendente de Zona en 2010, comete vejaciones sexuales contra ella y sus compañeras.
La trabajadora pidió a Raya Meléndez que cesara sus comentarios, pero éste respondió con burlas. “Celia” decidió quejarse ante Alejandro López Vargas, secretario del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) en la Zona de Trasmisión de Campeche, quien “habló” con el superintendente, quien dejó de dirigirse a ella pero comenzó a presionarla y descalificarla laboralmente frente a sus compañeros y otros jefes.
A decir de “Celia”, los “cómplices” de Raya Meléndez –quienes son jefes directos de ella– le asignaban tareas extra y la obligaban a “apoyar” en otras áreas. La trabajadora insistió ante el representante sindical, quien tras varios meses se reunió con Juan Raya en privado y después regañó a “Celia” por su supuesto “mal desempeño” laboral.
La mujer aseguró que Raya Meléndez y los otros jefes observan cada detalle de su trabajo, le niegan permisos y llenan una bitácora con cada cosa que elabora al día, además de que le impiden una promoción de sueldo o cambio de puesto.
“Celia” optó por trasladarse hasta la ciudad de Mérida, Yucatán – donde se encuentra la representación sindical de la región–, para denunciar las agresiones pero hasta ahora nada ha funcionado.
La trabajadora tiene oficios que comprueban que presentó denuncias ante la gerencia de la CFE, el SUTERM de zona, la Coordinadora Sindical Regional, y ante el Comité Ejecutivo Nacional del sindicato (en la Ciudad de México), de las que no ha recibido una sola respuesta.
“Soy hostigada por medio de correos, por teléfono, por oficios de llamada de atención y por actas administrativas por órdenes del ingeniero Juan Raya”, explicó “Celia”.
Otro caso es el de “Lupita”, auxiliar administrativo de superintendencia, quien envió un escrito a Cimacnoticias para denunciar que ha padecido la misma situación que “Celia”, lo que derivó en denuncias ante las instancias de control interno de CFE que nunca tuvieron respuesta.
PREMIO A “LA EQUIDAD”
En 2012 la CFE recibió un galardón por parte del Inmujeres por ser la “primera empresa a nivel federal en certificarse en el Modelo de Equidad de Género”. En ese mismo año, su Unidad de Transparencia se certificó en la Norma Mexicana para la Igualdad laboral entre Mujeres y Hombres (NMX-R-025-SCFI-2009).
Pero las propias estadísticas de CFE desmienten la “equidad” galardonada: a nivel federal el 77 por ciento de su personal es masculino, y el 89 por ciento de los mandos superiores está ocupado por varones.
Además el llamado “Plan de Igualdad Efectiva” de CFE no contempla un Comité de Atención y Prevención del Hostigamiento Laboral y Sexual, como lo ha planteado el propio Inmujeres desde 2011.
Respecto a la omisión de las autoridades ante estos casos de hostigamiento sexual y laboral, Argentina Casanova Mendoza, coordinadora del Observatorio de Violencia Social y de Género en Campeche, dijo que la situación que denunciaron ambas trabajadoras de CFE “es común” en la entidad y otros estados del país.
Criticó la falta de comités contra el hostigamiento del Inmujeres en las entidades, para que las trabajadoras víctimas de ese delito puedan denunciar.
Casanova explicó que en los recientes seis meses el Observatorio ha tenido que acompañar al menos seis casos de hostigamiento sexual y laboral que suceden en instancias federales en Campeche (como el IMSS).
Según dijo la activista, la gran mayoría de los casos derivaron en la reubicación de la víctima, pero no así en sanciones en contra de quienes cometieron el delito, ni en políticas laborales que implementen los empleadores o los gobiernos estatales.
Casanova dijo que es necesario que los programas del Inmujeres para garantizar ambientes laborales de equidad operen eficientemente, tengan réplicas en los estados, buzones de comunicación, y que se vigile que no haya represalias contra las mujeres por denunciar estos hechos.
Señaló que es más difícil que las víctimas de este delito –sancionado desde 2012 en la Ley Federal del Trabajo– denuncien en las juntas locales de Conciliación y Arbitraje, ya que ahí es prácticamente imposible comprobar la discriminación.
A las fallas del Inmujeres se suma la postura de la titular del Instituto Estatal de la Mujer, Angélica Tatua Sánchez, quien informó que en la entidad no se reportó hasta marzo de 2013 algún caso de hostigamiento laboral.
En el colmo, la Comisión de Derechos Humanos del estado –quien no accedió a una entrevista con esta agencia– reportó por correo electrónico que durante 2014 no recibió una sola queja por hostigamiento laboral y sexual en la entidad.
Imagen retomada del sitio altonivel.impresionesaerea.netdnacdn.com
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.-
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