Alberto Aziz Nassif
Día con día el país está cada vez más metido en un pantano del que no puede salir. Cuando no es un escándalo de corrupción, hay un ataque del crimen, un día matan a un candidato y al día siguiente el crimen pone en jaque a una región completa, como sucedió el viernes pasado en Jalisco. Al mismo tiempo, no pasa un día en el cual algún alto funcionario haga una declaración optimista y una promesa que no se cumplirá. La verdad es que no hay un buen diagnóstico, no hay proyecto y el gobierno de Peña navega sin brújula entre las inercias (como lo hizo el PAN durante 12 años), no sabe a dónde va, ni qué hacer (salvo privatizar todo) con los graves problemas que literalmente le están explotando en las manos.
Dice la versión oficial que lo de Guadalajara fue una respuesta a un operativo en donde supuestamente se iba a detener a un capo del narco del Cártel Jalisco Nueva Generación. Pero la respuesta criminal del 1 de mayo es una expresión de que algo está muy mal: no se sabía de qué tamaño era el adversario o simplemente hubo irresponsabilidad por no calcular el tipo de reacción que podría venir. No hay un diagnóstico claro de qué pasó. No sabemos si Jalisco está ya al nivel de Tamaulipas, Michoacán o Guerrero; el control territorial del crimen en el país crece. Las escenas se parecen a las de una guerra. En los hechos un grupo de sicarios pone en jaque a la segunda ciudad del país, con incendios de vehículos, quema de sucursales bancarias y gasolineras, hace 39 bloqueos y las fuerzas del orden se tardan horas para medio controlar la situación. ¿Llegaremos un día a ver cómo —de forma simultánea— las 10 ciudades mas importantes del país son bloqueadas y se ponga en jaque a todo el territorio nacional? ¿Hasta dónde llegará esta crisis?
Ya nos acostumbramos a una violencia que asesina todos los días. Pero no es normal que maten candidatos y funcionarios, aunque ya se ha hecho decenas de veces en los últimos años. La violencia alcanza niveles intolerables para cualquier país que se dice democrático. Unos cuantos casos recientes ilustran la gravedad cotidiana de la violencia: hace unos días en Guerrero el saldo de un enfrentamiento dejó 13 muertos (EL UNIVERSAL, 1/V/2015). Lo de Jalisco muestra la capacidad de fuego del crimen, se bajó a un helicóptero del Ejército. En un mes han ejecutado a cien personas en Acapulco (Reforma 1/V/2015). El crimen golpea y la autoridad, cuando no está coludida, ejecuta una estrategia que no funciona. Como muchas veces se hizo en el sexenio anterior, ante la misma receta no se pueden esperar resultados diferentes.
Casi al mismo tiempo del secuestro violento de Guadalajara, en la ciudad de Baltimore, Maryland, la muerte de un afroamericano, Freddie Gray, a manos de la policía, generó disturbios, como ha sucedido muchas veces en ese país. Pero, sorprende la actitud de la fiscal Marilyn Mosby, que en pocas horas informó a la opinión pública el resultado de la investigación y presentó cargos por asesinato en contra de varios policías. La velocidad con la que se resolvió, la contundencia de la investigación y la verticalidad de la justicia, dejan un doloroso contraste con México. Aquí pasan y pasan casos y no sabemos nada y cuando se logra tener una versión oficial ya pasaron varias semanas y el resultado no tiene credibilidad. Es terrible comprobar que el edificio de la justicia en México está en ruinas. Ayer fue por el ángulo de la corrupción (Casa Blanca, Partido Verde), hoy es por el lado de la violencia, mañana será por nuevos acontecimientos que el manto de la impunidad cubrirá y volveremos a preguntarnos de qué tamaño es la crisis, dónde está la autoridad, o simplemente, en esa lotería de la violencia, cuándo me tocará a mí.
Las mafias políticas se han apoderado del espacio público y la crisis de corrupción e impunidad gubernamental llega a los huesos; va desde lo más alto hasta los municipios y las delegaciones. ¿Hasta dónde llegará la ingobernabilidad en el país para empezar a cambiar la estrategia frente al crimen organizado? ¿Cuándo y cómo se empezará a quebrar la complicidad económica y política con el crimen? No hay respuestas, estamos en campaña…
Investigador del CIESAS.
@AzizNasssif
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