5/05/2015

Rechaza Paraguay realizar aborto a niña violentada sexualmente

Ignora llamados de activistas; embarazo “no arriesga su salud”

El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social de Paraguay mantuvo firme su postura en contra del derecho al aborto, y negó a una niña de 10 años de edad la posibilidad de interrumpir su embarazo, producto de una violación sexual perpetrada por su padrastro.

Ello pese al llamado de organizaciones civiles nacionales e internacionales, como Amnistía Internacional (AI), que expusieron ante las autoridades sanitarias que el embarazo (de ahora casi seis meses de gestación) pone en riesgo la vida y salud de la menor de edad, tanto a corto como a largo plazo, y tendría secuelas directas en su desarrollo.

En un comunicado oficial, la dependencia nacional dio a conocer la postura del ministro de Salud Pública, Antonio Barrios, quien dijo que se descarta la práctica de un aborto a la niña, pues el ministerio “respeta la vida”, tanto de la “niña madre” como la de su hijo.

Agregó que el embarazo no implica un riesgo para la niña, pues actualmente está en buenas condiciones de salud, y además se conformará una Junta Médica para el control estricto del desarrollo del embarazo.

“El aborto está descartado. Este ministro está en desacuerdo con el aborto. Además no es posible la práctica aborto porque el diagnóstico llegó de 22 semanas y técnicamente se debería realizar antes de las 20 semanas”, se explicó en el comunicado.

El pasado 21 de abril, una niña de 10 años llegó con su madre al Hospital Materno Infantil de Trinidad, en Asunción, capital de Paraguay, quejándose de dolor de estómago. Al examinarla, se determinó que estaba embarazada de 21 semanas, contó AI.

El embarazo (según lo informado por la madre y la menor de edad) es consecuencia de la violencia sexual perpetrada por su padrastro.

Tras haberla admitido en el servicio de maternidad, el director del hospital, Ricardo Oviedo, reconoció públicamente que el embarazo de la niña suponía un riesgo para la salud y la vida de la menor de edad, pese a que su estado de salud era estable.

Unos días después, el Ministerio Público ordenó que la niña fuera ingresada en un hospital diferente, el Hospital de la Cruz Roja, para ser puesta en observación.
El pasado 28 de abril, la madre de la niña envió una carta administrativa al hospital solicitando un aborto para su hija, pese a ello se decidió no considerar la petición y enviar a la menor de edad a un centro de “niñas madres”.
En ese contexto, AI inició una acción urgente a nivel internacional instando a las autoridades paraguayas a que la consideración primordial en estas circunstancias debe ser el interés superior de la niña.

En ese sentido, se pedía conceder el aborto solicitado y salvar así la vida de la niña, y se recordaba que un embarazo a temprana edad entraña riesgos específicos y posibles secuelas a largo plazo para la salud física y mental.
“Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el embarazo supone riesgos específicos para las niñas, cuyo cuerpo aún no está totalmente desarrollado, y que el riesgo que entraña para su vida es mayor. Por tanto, estas niñas deben acceder a todas las opciones relativas al embarazo, incluidos servicios de aborto sin riesgos”, de acuerdo con la acción urgente de AI.

Al mismo tiempo se instaba a las autoridades paraguayas a llevar a cabo una investigación independiente e imparcial sobre la violación contra la niña y hacer rendir cuentas a los responsables del abuso.

Es de destacar que aunque se identificó al padrastro de la niña como el responsable de la violación sexual, hasta ahora no ha sido detenido, sin embargo la madre fue puesta en prisión preventiva acusada de “incumplimiento del deber de cuidado y cómplice de abuso sexual en niños”.
En Paraguay, desde 1992 se “protege la vida desde la concepción” a nivel constitucional; de acuerdo con la legislación actual el aborto sólo es legal cuando existe peligro para la vida de la mujer.

Según cifras de la Coordinadora de Derechos Humanos de Paraguay (Codehupy), entre 1996 y 2009 una mujer murió cada tres días por causas relacionadas con el embarazo, parto y puerperio, y un 23 por ciento de estas muertes se debieron a un aborto; es decir, casi un cuarto del total.
 

Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-

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