"En materia de prevención y combate de la violencia machista, en República Dominicana llevamos años caminando, sin lograr avances significativos".
Santo
Domingo, 07 may. 15. AmecoPress/SEMlac.- "Las muertes violentas de
siete mujeres en cinco días, de ellas cuatro en menos de 48 horas,
representan un hecho que debe ser visto como una tragedia nacional",
afirmó la presidenta de la Colectiva Mujer y Salud, Sergia Galván, antes
de dar inicio a una rueda de prensa convocada el jueves 30 de abril
para denunciar la inercia de las autoridades ante la gravedad del
problema.
Organizaciones
sociales y feministas que integran la coalición en defensa de la mujer
firmaron un documento, en el que demandan que la situación "sea
declarada, de una vez por todas, una emergencia nacional y que las
autoridades pongan en marcha una política urgente y contundente para su
prevención y combate", destaca el llamamiento, en el cual apuntan que
"en materia de prevención y combate de la violencia machista, en
República Dominicana llevamos años caminando, sin lograr avances
significativos".
En la
conferencia de prensa, realizada en la sede de la Universidad Autónoma
de Santo Domingo (UASD), participó el rector de esa casa de altos
estudios, Iván Grullón Fernández, quien opinó "que la violencia de
género no es un asunto de las mujeres, sino de toda la sociedad".
Galván
intervino con la observación de que los feminicidios no pueden seguir
viéndose como actos criminales aislados, "sino como la manifestación más
extrema de un problema estructural que afecta a la sociedad dominicana
en su conjunto, cuyos orígenes son las ideologías culturales que
sustentan la dominación y el privilegio masculinos", dijo.
Virtudes de la
Rosa, directora del Instituto de Investigación y Estudios de Género y
Familia de la UASD, conversó con SEMlac acerca de lo que esa comunidad
académica despliega para enfrentar el flagelo. "Estamos llamando la
atención de las autoridades, la ciudadanía toda, para que se
sensibilicen y decidan políticas públicas", indicó.
"La UASD creó
el Instituto de Género y Familia, mediante el cual hemos firmado
convenios con otros ministerios, como el de la Mujer y Salud, y en tal
sentido instruimos a maestros y maestras para que asuman el enfoque de
género y la superación de la desigualdad como parte de su currículo y
relación con el estudiantado", precisó.
"Tenemos que
ver cómo desmontamos este nivel de violencia y alcanzamos los niveles
educativos que requerimos. De hecho, este mes iniciamos dos diplomados
sobre mujeres en la política, y en derecho sexual y reproductivo",
abundó.
De la Rosa
asume con optimismo los resultados de investigaciones que realizan sobre
la violencia intrafamiliar, el trabajo doméstico y la instalación de
una unidad de atención ginecológica que recién comenzó a funcionar.
"Atendemos allí
a estudiantes y maestras, a quienes se les entrega de manera gratuita
métodos anticonceptivos que les ayude a prevenir embarazos no deseados,
otro de los grandes índices que sobresalen en el país", resalta.
Para Lino
Castro, director ejecutivo de la Red de Jóvenes de Guachupita, uno de
los barrios marginales de la capital dominicana donde se reportan a
menudo feminicidios y asesinatos, enfrentar tanta violencia de género y
juvenil implica más que un desafío.
"Resulta muy
espinoso desmontar conceptos machistas que traen desde los hogares",
explica Castro. "Preparamos jóvenes multiplicadores de ambos sexos, que
sirven de voceros en las calles. Trabajamos con quienes son proclives a
cometer actos violentos; les proponemos terapia ocupacional e intentamos
ofrecerles otras opciones de vida para que ocupen sus mentes y aprendan
a respetar al sexo femenino", añade.
"Pretendemos
lograr un cambio por medio de orientaciones comunitarias y actividades
recreativas. Es muy difícil, pero en eso estamos", asevera.
Víctimas solicitaron ayuda…
El pasado 29
abril, un reportaje del periódico Listín Diario dio a conocer que cinco
de las mujeres asesinadas en estos días "solicitaron ayuda a las
autoridades judiciales en sus jurisdicciones y no recibieron ninguna
respuesta".
Se expone el
caso de Yumilka Torres Suero, estudiante de 22 años de Los Alcarrizos,
Santo Domingo Oeste, quien, pese a que acudió varias veces a la policía y
la fiscalía de la provincia Santo Domingo, no recibió auxilio y fue
hallada muerta en una casa del sector Pueblo Nuevo, en dicha localidad.
Narra el diario
que la tragedia causó indignación y repulsa entre los vecinos, pues la
mayoría sabía que el crimen era inminente: "Yo la maté, vaya a buscarla
en la casa 44 de la calle 12", anunció el asesino, por teléfono, al
padre de la joven.
Otros nombres
se suman a las tristes cifras de quienes se habían querellado y pedido
protección de las autoridades. Ni los familiares de estas mujeres ni la
opinión pública se explican cómo el Ministerio Público pudo desatender
casos de víctimas de abuso como estos, cuyo final suele ser la muerte.
Según
estadísticas de la Procuraduría General de la República, cada semana son
recibidas alrededor de 800 denuncias y querellas contra parejas
violentas, tanto en la fiscalía del Distrito Nacional, como en la
provincia Santo Domingo, donde afirman haber atendido a la mayoría de
los casos. No obstante, los números de víctimas mortales que se han
querellado sobrepasan el 65 por ciento en ambas jurisdicciones.
"Necesitamos
llamar la atención de las autoridades hacia este fenómeno social que se
eleva en magnitud", declaró la presidenta de la Colectiva Mujer y Salud y
puntualizó que se requiere de "una consecuente reacción urgente del
Estado y la aprobación por el Congreso Nacional del proyecto de ley
integral contra feminicidios, cuyos legisladores permitieron que
caducara en la legislatura anterior".
La presidenta
de la organización feminista asegura que las muertes de mujeres pueden
evitarse mediante una intervención articulada y a tiempo del sistema de
persecución y de atención del Estado.
"La violencia
sigue viéndose como un tema exclusivo del Ministerio Público, de los
medios de comunicación y de las organizaciones feministas, cuando los
ministerios de Educación, de Salud Pública, de Trabajo y de Cultura
debían estar en estado de alerta, pero no responden, no reaccionan",
enfatiza Galván.
El documento
firmado el pasado 30 de abril por las diferentes organizaciones del país
propone, entre otros puntos, "el establecimiento de nuevos programas de
prevención y resocialización de agresores; la creación de nuevas
Unidades Especializadas de Atención para la recepción y atención de las
denuncias y de Casas de Acogida destinadas a ofrecer refugio temporal a
mujeres violentadas y a sus hijos e hijas".
"Resulta
inconcebible que en un país donde cada año se presentan más de 60.000
casos de violencia de género, sólo existan 17 unidades especializadas y
dos casas de acogida", señala ese texto.
Exige, además,
"abordar la violencia machista en todos sus ámbitos y manifestaciones,
incluyendo la violación sexual de mujeres y niñas; el acoso sexual en el
trabajo y los centros educativos; las uniones maritales de hombres
adultos con niñas menores de 16 años; y hasta los productos culturales
que promocionan y normalizan la violencia (música urbana), y la
explotación sexual de la mujer (publicidad)".
"Por último,
resulta inexcusable que, a pesar de la crisis de violencia que sufren
las mujeres dominicanas, el Congreso de la República todavía no haya
aprobado la Ley Orgánica Integral de Violencia Contra las Mujeres. Esta
ley, que llenaría muchos de los vacíos normativos y de políticas
públicas existentes, hace tiempo fue consensuada y está lista para su
aprobación", concluye.
La coalición de
organizaciones en defensa de la mujer la integran el Instituto de
Investigación y Estudios de Género y familia de la Universidad Autónoma
de Santo Domingo (UASD), la Colectiva Mujer y Salud y la Confederación
Nacional de Mujeres del Campo (Conamuca).
También, el
Centro de Estudios de Género del Instituto Tecnológico (Intec), el
Centro para la Educación y el Desarrollo (Ceduca), el Foro Feminista, el
Centro de Solidaridad para el Desarrollo de la Mujer (Cemujer) y Unidad
Sindical de Mujeres Unidas (Unisimas).
Foto: Archivo AmecoPress. La presidenta de la Colectiva Mujer y Salud, Sergia Galván.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario