Reconoce la labor de familiares y colectivos
Fue elaborado con recomendaciones de miembros de la sociedad civil y autoridades
Para el nuevo gobierno federal, el problema de la desaparición de personas se generó con el
conflicto entre el Estado y los grupos criminalesdurante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012). En ese periodo se desató una profunda crisis de violencia e inseguridad ante un Estado incapaz de resolverla, advirtió la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas (CNBP) de la Secretaría de Gobernación (SG).
Al poner a consideración de la opinión pública el Programa Nacional
de Búsqueda y Localización, la CNBP destacó el papel de los familiares,
muchas veces revictimizados: “Se debe reconocer y enaltecer el trabajo
de búsqueda que han llevado a cabo los familiares de los desaparecidos,
colectivos y organizaciones de derechos humanos ante la incapacidad de
las autoridades para hacer frente al problema.
“Desgraciadamente, en la mayoría de los casos dicha búsqueda ha
consistido en encontrar sitios de entierro irregulares donde muchas
personas desaparecidas han sido inhumadas. A pesar de que ésta también
fue una práctica común durante la guerra sucia, a partir de 2006 el fenómeno se ha incrementado.”
El programa fue elaborado, detalló la CNBP, a partir de las
recomendaciones de familiares de víctimas, colectivos, organizaciones de
la sociedad civil, académicos y autoridades.
En el diagnóstico inicial explica que las desapariciones forzadas
(ejecutadas con la participación de agentes del Estado) han resurgido
con un nuevo patrón que no necesariamente encaja en el de la guerra sucia,
las dictaduras latinoamericanas o el conflicto colombiano. Igualmente,
las desapariciones cometidas por particulares son ejecutadas por
integrantes de la delincuencia, a veces coludidos con servidores
públicos, por motivos criminales como el secuestro, la extorsión o la
trata de personas.
Hasta noviembre pasado, la SG tiene el registro de 37 mil 435
desaparecidos en el país. No obstante, se aclara que no existe una cifra
oficial de desaparición forzada porque en los expedientes no se
diferencian los casos en que los servidores públicos estuvieron directa o
indirectamente involucrados.
En el documento puesto ayer a consideración de todos los interesados,
la CNBP hace énfasis en el grave problema que tiene México en este
rubro y sobre todo su recrudecimiento a partir del sexenio calderonista.
El fenómeno de las desapariciones en México en la época actual se generó después del inicio de la estrategia de seguridad emprendida en 2006, se indica en la página 18 del programa.
Persisten además la impunidad y la autoridad rebasada, pues
el repentino aumento de la incidencia del crimen de desaparición dificultó su investigación y persecución.
El documento marca pautas para la recolección de datos y revisión de
averiguaciones previas, depuración de bases de datos y operaciones de
búsqueda con cruce de información, así como de acciones urgentes de
rastreo y plan para indagar en fosas, entre muchos otros puntos.
Todos los elementos incluyen
acciones a corto y mediano plazos, así como
responsables y roles de los distintos actores.
Otra parte fundamental del programa es la comunicación y rendición de
cuentas a los familiares, entrega digna de los restos de los
desaparecidos y apoyo sicosocial a los allegados. De manera paralela
deberá emitirse un protocolo homologado de búsqueda inmediata y larga
data.
El trabajo para la construcción de este programa nacional se inició
con un índice temático; en el proyecto difundido esta semana se presenta
una metodología de búsqueda.
La versión final se dará a conocer luego de la realización de mesas
de trabajo con familiares de personas desaparecidas, grupos civiles y la
academia.
Fabiola Martínez
Periódico La Jornada
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