Óptica Ciudadana
Por José Luis Hernández Jiménez
Querido Santa:
Luego de ver que muchos lo hacen, me animé a escribir y enviarte la presente para lo mismo, o sea, para pedirte un pequeño regalo para que todos estemos felices y contentos. Va mi petición concreta. ¡Y no me vayas a salir con tu Jo Jo Jo!
Pero antes hazme tres aclaraciones: Una. ¿Cómo debo llamarte? ¿Santa Claus? ¿San Nicolás? ¿Papá Noel? ¿Papá Navidad? ¿Abuelo Navidad? ¿Abuelo del frío? ¿St. Nclós? ¿Sinterklaas? ¿Santa Clos? ¿Olentzero? ¿Apalpador? ¿Tío de Nadal? ¿Viejo Pascuero? ¿Cómo? ¿Te cambian de nombre según el pais o son tu competencia? En uno de ellos, hasta te elaboran de un simple tronco de árbol, te visten como piñata, y te golpean para que “cagues” juguetes y otros regalos. Francamente, estoy hecho bolas.
Dos. ¿A dónde debo enviar mi carta? ¿Al Polo Norte? ¿A la Laponia Sueca? ¿A la Laponia Finlandesa? ¿A Groenlandia? ¿A dónde exactamente? Unos dicen que en un sitio y otros que en otro lugar.
Y tres. Realmente ¿quién eres? ¿El Obispo de origen griego, aunque nacido en Turquia, aquel que en Italia convirtieron en San Nicolas, patrono tambien de Grecia, Turquia, Rusia y Francia, que primero, como buen potentado de su tiempo, repartió su fortuna entre los pobres y luego solo a las niñas y niños?
O ¿eres aquel personaje holandes que repartia juguetes a los niños – Sinterklaas - que luego llevaron a Nueva Amsterdam (hoy Nueva York, EU), y que en medio de poemas, novelas y pinturas, acabó convertido en St Nclos, que después fue adoptado como simbolo de empresas, primero por la “Lomen Compañy” y despues por la “Cocacola, Company” que fue la te hizo super famoso?
¿Cuál de los dos eres? O ¿solo eres el de nuestro Lalo Guerrero, con Pánfilo y sus hermanas ardillitas?
Bueno, bien a bien, quien seas es lo de menos, pues aún en la antigua Roma, durante las fiestas paganas de diciembre, por el solsticio de invierno, en honor al dios Saturno, acostumbraban dar regalos a todos, principalmente a los niños y….por lo que se ve, la costumbre es muy antigua y continúa, pero ahora en gran parte del planeta.
Bien, mientras me contestas, querido Santa, mi petición concreta es la siguiente:
Cuando pases por acá, a los niños y niñas no regales juguetes bélicos ni videojuegos con programas e imágenes agresivas. Esto lo vienes haciendo desde hace décadas y… ¿sabes?, esos productos se convirtieron en una de las causas de la violencia interninable que se padece en México.
Porque otra parte del origen del problema citado, la inseguridad con todas sus secuelas, son los muchos programas de television, series y peliculas que durante décadas nos han “enseñado” cómo matar, asaltar, extorcionar, robar, violar, defraudar, promover el narcotráfico, drogarse, lastimar.
Bien lo dijo el filosofo candiense Marshal Mcluhan (1911-1980) cuando, en los años 70´s, luego de dictar unas conferencias sobre los medios de comunicación, salió huyendo de México, argumentando que el contenido de la television nacional estaba sembrando en grande, la violencia y la inseguridad. Y como para contradecir el temor y la advertencia del filosofo canadiense (“somos lo que vemos”), aparecieron los juguetes bélicos y despues los videojuegos en las “maquinitas”, en las computadoras y, mas recientemente, en los teléfonos celulares.
Por ello, generaciones completas de mexicanos miran (¿miramos?) la violencia, tan cotidiana en esta época, como algo normal. Ya ves, ahora hay niños que han degollado a sus hermanos. Y este fenómeno no lo toman en cuenta las autoridades para sus políticas.
Por cierto, la cabeza del nuevo gobierno federal tiene entre sus principales consejeros/asesores, a los dueños de las tres principales cadenas de televisión (y tambien a un productor de narcoseries). En lugar de atacar esta fuente de violencia e inseguridad, la sembrada desde el contenido de los medios de comunicación, los gobiernos han optado por atacar lo efectos militarizando el pais, primero un poco (con el Presidente Calderón), luego un poco mas (con el Presidente Peña) y ahora de plano a todo el pais, bajo el disfraz de Guardia Nacional. No tienen…. imaginacion ni creatividad para resolver ese grave problema.
Con esa medida, degradan al Ejército y a la Marina pues ellos estan capacitados para tareas mas escenciales, amplian el riesgo de excesos de fuerza a costa del respeto a los derechos humanos, nos acercan a vivir en una especie de Estado de Sitio y….¿tambien desaparecerán a las policias estatales y municipales? Sería lo lógico, puestas éstas quedan como un gasto innecesario.
Ademas distorcionan la idea original de Guardia Nacional. Ésta, creada al finalizar el gobierno que encabezó el General Lázaro Cárdenas, está prevista como un cuerpo civil. Lo dice muy claro la Ley del Servicio Militar: El Servicio de las Armas (le dicen Servicio Militar), se prestará por los mexicanos, un año, a los 18 de edad; luego, hasta los 30, serán parte de la 1ª. Reserva; luego hasta los 40, de la 2ª Reserva y de los 40 a los 45 años de edad, los civiles podrán a pasar a formar parte de la Guardia Nacional y… en caso de guerra internacional, desde los 45, (y hasta que las circunstancias lo permitan) podrán ser llamados a ser parte de nuevo de la Guardia Nacional.
Y ya, los legisladores, obedeciendo al H Presidente de la República, acuerdan formar la Guardia Nacional compuesta por soldados y marinos en activo, para combatir la inseguridad pública y…¡ash, si serán!
Pero la raiz de la violencia y de la inseguridad pública que se padece en nuestro país, está en nuestro antepasado y en nuestro pasado reciente, en este último caso, en gran parte del contenido de los medios de comunicación. “El medio es el mensaje”, solia decir el filósofo Mcluhan. Es decir, si los medios proyectan violencia, nosotros nos volvemos violentos.
Y luego atiborran a nuestra niñéz y juventud con imágenes y juguetes bélicos. Por ello, señor don Santa Clos, mientras me aclaras quién eres y a donde debo enviarte mi Carta, reitérote mi petición navideña: ¡ A los niños y niñas, no obsequies juguetes bélicos ni aparatos con imágenes violentas! ¡Y repito, no me vayas a salir con tu Jo Jo Jo! ¡He dicho!
Notitas: Una.- Que está bien el reciente aumento al Salario Míinimo General a partir de enero pero…¿Por qué un monto (176 pesos al dia) para la zona norte y otro menor (102 pesos diarios) para el sur? Ello es violatorio de la Constitución que ordena que el Salario Mínimo General debe ser SUFICIENTE para cubrir las necesidades básicas de la familia del que lo recibe y que a trabajo igual debe corresponder salario igual. ¿Hay mexicanos mas iguales que otros, o qué? ¿Los del sur deben comer menos? En todo caso, el mayor salario debe corresponder a los del sur del país pues estan mas amolados. Dos.-Que los trabajadores al servicio del Estado, de los gobiernos federal y de la CDMX, estan al borde de un ataque de nervios. Temen ser despedidos o contratados con menores salarios, por sus nuevos patrones. Les podemos ayudar, si aceptan organizarce. Tres.- Que hay un riesgo grande de que el anunciado Tren Maya se convierta en agente destructor del medio ambiente (empìeza la obra y ni siquiera existen estudios de impacto ambiental ni Proyecto Ejecutuvo) y en un “elefante blanco”. Cuatro.- Que aprobado el Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos para 2019, surge una pregunta: ¿Por qué programan un crecimiento de PIB del 2.5 por ciento, si el nuevo H Presidente prometió en su campaña que sería del 4? Cinco.- Que en el Presupuesto de Egresos de la CDMX no aparecen recursos destinados al crecimiento del Metro. ¿Por qué? Ello permitiria atacar de frente al tráfico infernal que padecemos los capitalinos. Seis.- Que del Presupuesto desapareció el apoyo que se daba a los llamados “Comedores Comunitarios”, en donde comida caliente se vendia a bajo costo a 800 mil personas por dia. Aggg! Siete.- Que a los tenedores de bonos del Aeropuerto cancelado, que son inversionistas millonarios, se les darán miles de millones de dólares por construir…. ¡nada! Ocho.- Que ¡feliz navidad y feliz año nuevo!
Correo E hernandez-jimenez2012@hotmail.com
México, CDMX, a 21 de dicembre del 2018.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario