Una vez más, como
lo hace desde 1992, la Asamblea General de la Organización de las
Naciones Unidas rechazó, prácticamente por unanimidad,el ilegal bloqueo
estadunidense a Cuba –que se prolonga por más de medio siglo–, pero en
lugar de atender el pronunciamiento de la comunidad de naciones el
salvaje que habita la Casa Blanca aprieta más las tuercas para golpear a
la mayor de las Antillas.
Y esa política primitiva tiene efecto negativo en la economía cubana
–que se dobla, pero no se rompe–, como lo advierte la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (Cepal), toda vez que la proyección de
crecimiento para 2018 se redujo de 1.6 a 1.1 por ciento
a causa del menor número de visitantes a la isla, vinculado con las restricciones de viaje impuestas por el gobierno estadunidense a sus nacionales, y el efecto de los fenómenos meteorológicos.
En su Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el
Caribe 2018, la Cepal ofrece su lectura sobre la situación económica
cubana: la proyección de crecimiento considera el importante estímulo
fiscal, orientado principalmente a promover las exportaciones y
sustituir las importaciones de alimentos, así como la inversión en
infraestructura. El déficit del Estado se estima en aproximadamente 11.5
por ciento del producto interno bruto (PIB), nivel significativamente
mayor al ya considerable saldo negativo de 2017 (8.6 por ciento).
Como resultado del recrudecimiento del bloqueo económico impuesto por
Estados Unidos, el deterioro de la situación económica de Venezuela y
el pobre desempeño de las actividades primarias, se anticipa un
deterioro del balance del sector externo para 2018.
Se prevé que la regulación de precios mantenga la inflación en un
nivel bajo (0.6 por ciento en 2017). Apesar de que a finales de 2017 se
inició la suspensión temporal del otorgamiento de ciertas licencias para
el trabajo por cuenta propia, la demanda del resto de las licencias
disponibles habría mantenido la tendencia de crecimiento del empleo en
el sector no estatal de la economía.
Para 2019, la Cepal proyecta un crecimiento de la actividad económica
similar al de 2018, de uno por ciento, impulsada por un mayor dinamismo
de los sectores asociados al turismo, que será contrarrestada
parcialmente por el retiro gradual del estímulo fiscal y por el efecto
de los menores ingresos por concepto de exportación de servicios de
salud.
En la evolución del sector externo ha incidido la dinámica de la
actividad relacionada con el turismo. A septiembre de 2018 el número de
visitantes se redujo cerca de 3 por ciento interanual, debido
especialmente a la caída de 10 por ciento en el número de aquellos que
vienen de Estados Unidos. La reducción de visitantes se ha visto
agravada porque han disminuido los que llegan por aire en relación con
los que llegan en cruceros, ya que los primeros tienen un promedio de
gastos y estancias mayores. Las exportaciones de otros servicios, sobre
todo médicos, también han sido afectadas por una menor demanda.
En 2018 las exportaciones de bienes sufrieron el impacto de fenómenos meteorológicos, como la tormenta tropical Alberto en mayo y el huracán Michael
en octubre, y de la escasez de insumos. De particular relevancia son
los efectos sobre la producción de azúcar y sus derivados, así como
sobre la explotación de níquel. La situación del sector exportador ha
sido parcialmente compensada por las iniciativas orientadas a restringir
las importaciones.
De acuerdo con cifras publicadas en octubre del presente año, en 2017, a pesar del impacto negativo del huracán Irma,
la economía cubana creció 1.8 por ciento gracias al desempeño de los
sectores vinculados con el turismo y al esfuerzo de reconstrucción que
se llevó a cabo hacia finales de año.
Las rebanadas del pastel
Si de salvajes se trata, la Cámara de Representantes de
Estados Unidos aprobó un presupuesto de 5 mil millones de dólares para
que el energúmeno Trump comience a construir su muro en la frontera con
México.
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