Minutos después de que se confirmó la muerte del exmandatario poblano
y de la reciente gobernadora, los mensajes polarizados comenzaron a
chocar en las redes sociales de una manera frenética acusando y
defendiendo al gobierno y, también a los propios acaecidos del
helicóptero que se desplomó a los pocos minutos de haber despegado.
El trágico suceso impactó de manera directa al gobierno de Andrés
Manuel López Obrador por el conflicto electoral que se dio en Puebla en
el cual el matrimonio Moreno Valle se impuso con las peores prácticas
del fraude. La ausencia del presidente en la ceremonia de posesión de
Erika Alonso y las criticas que hizo a su victoria, formaron el contexto
adverso y hasta sospechoso de la caída del helicóptero, abonando la
sospecha de un magnicidio.
Muchos de los actores políticos, líderes de opinión, periodistas,
legisladores y articulistas comenzaron a medrar con la tragedia lanzando
sus mensajes en las redes sociales convertidas en tribunales donde los
jueces son ellos mismos.
Las acusaciones llenas de resentimiento de Vicente Fox y Jesús Ortega
hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador, y las expresiones
viscerales del diputado Gerardo Fernández Noroña en contra del
matrimonio quizá sean de los ejemplos más claros.
Pero lo mismo pasó con muchos ciudadanos que aprovecharon la ocasión
para sacar desde lo más profundo de sus entrañas la animadversión, el
odio y la cólera que tienen en contra de quienes consideran su enemigo
mortal.
La tragedia en sí misma pasó a segundo término para dar lugar a una
explosión de acusaciones irracionales en las cuales lo más importante
era tener “likes” o reacciones contrarias a su opinión.
Las especulaciones e interpretaciones reinaron en las redes sociales todo el día y la noche siguiente al trágico suceso.
La irracionalidad del odio se sobrepuso a las explicaciones oficiales
y los compromisos lanzados de que se investigarían las causas de la
caída de la aeronave.
Todas y cada de una de las palabras del gobierno se toparon y se
disiparon ante el torbellino de acusaciones y especulaciones que ya se
había levantado en las redes sociales.
El hashtag #Amlosesino que comenzó a circular profusamente de manera
intencionada desde la mañana del 25 generó tanta preocupación en el
gobierno federal que para contrarrestarlo generó una némesis con otro
hashtag: #ConLaTragediaNo con la intención de bloquear toda información
sin sustento.
La tragedia de la muerte del matrimonio Rafael Moreno Valle y Martha
Erika Alonso, ensombreció el festejo de Noche Buena, y las presunciones,
conjeturas y acusaciones en las redes sociales difundiendo la teoría
del magnicidio, mancharon de entrada al gobierno de López Obrador y
cualquier intento por conocer las causas de la caída de la aeronave.
Por cierto… En el colmo de las suposiciones y el
extremo de la expresión del odio, se difundió un video de la caída de un
helicóptero sobre un pastizal, asegurando que se trataba del aparato
donde viajaban Moreno Valle y Martha Erika Alonso. Pero se trataba de un
incidente ocurrido en Ucrania en 2014. La miseria humana exponenciada
en las redes sociales, todo con tal de un “like” o crear ruido para
nublar la razón y la inteligencia.
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