Gustavo Leal F.*
Si, en el acuerdo entre el
Gobierno federal y gobernadores de ocho estados para hacer efectivo el
acceso a la atención médica y medicamentos gratuitos de la población sin
seguridad social (14/12/18), la corrupción heredada justifica la
recentralización de servicios y sus patentes riesgos en el Plan IMSS:
Bienestar para toda la vida (03/01/19), también la corrupción justifica
la ausencia de innovación programática, así como los patentes riesgos de
una desnaturalización institucional. Dada la relevancia del instituto,
el plan queda muy lejos de las expectativas de real alternancia para
estructurar otra política de salud y seguridad social en consonancia con
su derechohabiencia, así como de la
prioridadde apoyar a los más desfavorecidos, aunque ofrezca
caminarhacia un sistema
único.
Las
tareas concretasdel plan apenas muerden tres cuerpos de política del acuerdo: fortalecer y ampliar la cobertura del programa IMSS-Bienestar atender urgencias médicas a cualquier persona sin importar su afiliación o derechohabiencia y vincular trabajadores que pierden sus derechos con el proyecto de atención y medicamentos gratuitos bbjetivos 1 y 3 (O1,3). Mientras que las
accionesde realización inmediata sólo repiten
atenderurgencias.
Además, el plan hace pasar como
nuevasactividades rutinarias y de estricto apego normativo:
digitalizartrámites,
atenderquejas,
fomentarcomunicación con trabajadores-patrones,
optimizarfiscalización-cobranza,
incorporarmedidas de austeridad,
profesionalizarpersonal administrativo y gerencial,
monitorearestándares y guías para la calidad médica,
mejorarel gasto con indicadores de productividad y satisfacción de los derechohabientes, así como
continuarcon el Seguro Facultativo de escuelas y universidades (O,3,4,5,6). Mientras que las
acciones a 100 díasofrecen
sieteJornadas Médicas IMSS-Bienestar, atención a trabajadores eventuales-campo. Y, como
accionesdel primer semestre 2019:
atencióncontinua a pueblos originarios,
actualizaciónde cuotas para incorporación voluntaria,
publicartablas de factores mano de obra construcción. Ello confirma que el director Germán Martínez no ha sido cabalmente informado por sus subalternos.
Pero el plan también recarga y exalta tareas-acciones, al primer semestre 2019, de una sola dirección institucional:
orientaciónsobre el Seguro-Salud (Estados Unidos), guarderías
seguras(O1,2), plan de estudios del programa
internacional(maestría) en discapacidad-derechos humanos,
estrategiade desarrollo guarderías-Unicef,
constituciónde Odimss con Conade,
segundafase de Mi pensión digital,
fortalecervinculación internacional con CISS, OCDE, OMS;
desarrollarlíneas de trabajo con sector privado y organizaciones de la sociedad civil para alcanzar objetivos de desarrollo sostenible (ODS) en materia de salud y seguridad social previstos en Agenda 2030. Muchas de éstas acciones corresponden, además, a encuadres políticos del periodo neoliberal. Lo cual reconfirma que el director Martínez no acaba de dominar la complejidad técnica del instituto a su cargo.
Mucho más grave es todo aquello que ignora el plan: ¿cómo
fortalecermecanismos para la atención de personas LGBTTTI, discapacitados y movilidad reducida? ¿Cómo
elprimer y segundo nivel? ¿Cómo
ampliary rehabilitar infraestructura? ¿Cómo implementar cuidados
paliativos? ¿Cómo
establecermecanismos de atención médica telefónica- telemedicina y domiciliaria? ¿Cómo evaluar
permanentementeriesgos de corrupción? ¿Cómo
superarel déficit de personal? ¿Cómo
establecercon SAT-Infonavit mecanismos de recaudación (O1,2,3,4,6). ¿Cómo operará el programa piloto para trabajadoras domésticas (obligatoriedad, financiamiento, beneficios) ofrecido como
acciónde realización inmediata y el Plan de Inclusión e Igualdad?
Y sobre todo, invocando
universalidad, el plan no dice palabra sobre la recarga laboral que recaerá sobre el frente de operación y sus equipos de salud en el contexto de la descapitalización estructural en que se encuentra y sin los mínimos de suficiencia para brindar servicios oportunos. Tampoco alude a los indispensables resultados de la anunciada
gran auditoría, rápida y oportuna, ofrecida por Martínez ( La Jornada,07/12/18). Ella
deberá estar lista en enero 2019con el fin de “evitar simulación sindical, vía contratos de protección, o en la entrega de las cuotas obrero-patronales. Esa auditoría aclararía los fantásticos números cosméticos del peñismo (
superávitsy reservas) para, finalmente, disponer de un cuadro real de las finanzas institucionales, ausente desde principios de la administración foxista de Santiago Levy (2001-05) y perpetuado –por Calderón y Peña– hasta diciembre 2018.
El primer Plan-Martínez no asemeja Bienestar para
todala vida ni el
accesoa la salud para los más desfavorecidos, aún.
*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
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