Autoridades no logran detener inseguridad de viajeras
Ni
los vagones exclusivos para mujeres, ni los 5 módulos de atención, ni
siquiera las cámaras de seguridad dentro del Sistema de Transporte
Colectivo Metro, han logrado detectar a los presuntos responsables de
los intentos de privación ilegal de mujeres.
Ante las denuncias de mujeres que acusan intentos de secuestro o
desaparición, el pasado 31 de enero la directora del Metro, Florencia
Serranía Soto, la secretaria de las Mujeres, Gabriela Rodríguez Ramírez y
el jefe de la policía capitalina, Jesús Orta, realizaron un recorrido
por este transporte.
Sin embargo, no han detallado las acciones a seguir ni las
herramientas de investigación que activaron para detener los intentos de
desaparición de mujeres.
El viernes 1 de febrero, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum y la
procuradora de Justicia capitalina, Ernestina Godoy Ramos, informaron
que se colocarían 5 Ministerios Públicos móviles para atender los
intentos de privaciones de libertad de mujeres en el Metro.
Así, el Gobierno capitalino creó más centros de atención en las
estaciones Coyoacán, Mixcoac, Martín Carrera, Tacubaya y UAM Iztapalapa.
Éstos se suman a los módulos de atención para mujeres víctimas de acoso
sexual que ya están en las estaciones Balderas, Pantitlán, Mixcoac,
Hidalgo y Pino Suarez.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana inició la campaña “Dame la mano"
para que las mujeres en riesgo se acerquen a los policías que porten
una cinta morada en la muñeca.
Pese a que un estudio realizado por la Cepal en 2015, señaló que la
CDMX es uno de los lugares donde se han realizado más trabajos de
análisis e investigación sobre las conductas de abuso y acoso sexual en
el transporte público, las acciones de seguridad y protección se basan
en las propuestas que las mujeres crean entre ellas. Por ejemplo,
después de una movilización realizada el 24 de abril de 2016 contra el
acoso sexual, el gobierno capitalino puso en marcha la “Estrategia
30-100”, cuya principal acción fue entregar silbatos.
En ella también se anunció la incorporación de mil 439 elementos de
seguridad en 524 operativos de vigilancia y la separación para la
movilidad segura de mujeres y niñas en 198 estaciones de Metro.
Posteriormente, en 2018 el Metro hizo una encuesta sobre la
percepción de la calidad del servicio con perspectiva de género,
Derechos Humanos y no discriminación, allí se encontró que 59 por ciento
de las mujeres dijeron que se sentirían más seguras si hubiera más
presencia de policías.
Con todo y estas estrategias del acoso la violencia escaló a los
intentos de secuestro o desaparición. En 2017, según un informe del
entonces Instituto de las Mujeres de la capital, indicó que el tipo de
agresiones contra las mujeres en este transporte eran miradas lascivas,
eyaculación sobre la persona, besos forzados y tocamientos; un año
después las mujeres denuncian que son interceptadas por hombres que
intentan llevárselas por la fuerza.
Ante estos hechos, la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México
incurrió en prácticas contrarias a los derechos de las víctimas que
denunciaron: filtró datos de las carpetas de investigación y las
revictimizó.
Hasta hoy Zúe Valenzuela, Estela Tagle y Siomara, las 3 víctimas,
consideran que las autoridades han estado a la defensiva y no quieren
reconocer que están intentando privar de la libertad a las mujeres que
viven o transitan en la capital a pesar de las evidencias que ellas han
proporcionado.
Valenzuela y Siomara aseguran que decidieron hacer públicos sus casos
para evitar que se repitieran y tener justicia, posteriormente
presentaron la denuncia pero por seguridad no detallaron a los medios de
comunicación su número de carpeta de investigación, edad, ocupación y
sobre todo, la descripción de sus agresores pues temen que ellos, al
estar en libertad, tengan los datos de las denunciantes y tomen
represalias.
Entre la información que ha dado a conocer la Procuraduría es que
detuvieron a una persona por tratar de privar a la libertad a una mujer y
el pasado 7 de febrero detuvieron a dos hombres más que trataron de
extorsionar a otra usuaria del transporte. En tanto, las víctimas de
estas agresiones no se sienten seguras por la filtración de sus datos,
la revictimización y porque las autoridades no les han garantizado
seguridad
CIMACFoto: Hazel Zamora Mendieta
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | Ciudad de México.
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