México, 12 feb. 19. AmecoPress/SemMéxico.-
Una vez un hombre que me cortejaba me dijo, “lo que más me gusta de ti
es que no te dejas” ... ¡Uf!, cuánto machismo envuelve esa frase y eso
de que lo que más le gustaba es que no me deje, tiene un supuesto, que
las mujeres “se deben dejar” y no dejarse “es sexy”, es decir que está
tan socializada la violencia que decir a un hombre que NO solo significa
más interés por “la conquista”, léase colonización del cuerpo,
dominación de algún tipo.
Incluso hay frases como:
Ellas dicen que no para que les ruegues. (Es decir nunca dicen no).
Todavía que les dices un piropo no agradecen. (Ellos nos califican o descalifican).
Si les dices algo bonito es porque valen la pena. (Estamos hechas para complacerlos).
Un piropo es para que ella se sienta bonita. (Ellos nos dan autoestima).
Para que se visten así, si no quieren que les digan nada. (Ellos no están obligados a respetar, lo harán si quieren).
Si
se ponen minifalda es que les gusta que les falten al respeto. (No son
responsables de sus comportamientos, culpan a las mujeres incluso de sus
actos).
Que
se dé su lugar, si no se viste provocativa no se les dice nada. (Ellos
no respetan y determinan el trato según sus significados de moralidad).
Y así puedo seguir con una larga lista, pero estas frases solo
muestran lo socializada que está la violencia contra las mujeres, ya
que, según estas, se les puede decir lo que sea, no importa lo que ellas
digan, importa lo que ellos quieren.
Pues en los rituales de cortejo del romanticismo se dice que una mujer
es interesante si dice que no hasta que caiga, es decir que solo dice NO
por estrategia, porque el hombre cuenta con el sí siempre.
Otra idea que se dice en relación a los piropos es que a través de
ellos se valida a una mujer, si es deseable o no, como si su misión en
la vida fuera ser deseable para los hombres. Incluso que ellas con su
forma de vestir y comportarse “provocan” que ellos les digan piropos, es
decir ellos, los hombres, no tienen ninguna intención de autorregular
su comportamiento social ni sexual. El dictado del patriarcado es “el
patriarca por sobre todas las cosas”, lo importante es lo masculino,
ellos no deben respeto, ellas deben procurarse el respeto de ellos, “no
despertando su deseo sexual”, otra vez el pecado original, el cuento de
que Eva provoca al pobre Adán incapaz de autorregular sus impulsos
sexuales.
Por último los hombres dicen que ahora que esperan las mujeres si ya
no se les puede decir nada, es decir que solo se saben relacionar con
violencia y no conciben formas sanas de hacerlo.
Las mujeres tienen la creencia que ellos cambiarán con el tiempo
estos comportamientos y ellos que las mujeres no cambiarán nunca. Ambas
ideas son tóxicas y no son apropiadas para relacionarse dentro de marcos
de respeto y equidad.
Efectivamente los hombres deben capacitarse en equidad de género para
desmontar comportamientos machistas que no benefician a la sociedad en
su conjunto. Y las mujeres también requerimos rehabilitación en el mismo
tema, pues es parte de nuestro empoderamiento el autocuidado y para
ello tener la habilidad de reconocer la violencia de género y detenerla a
tiempo.
La invitación es a contribuir todas y todos por una cultura de respeto y crear relaciones no violentas.
No más piropos, no más violencia. Ponte pilas y crea un #AmorSinViolencia.
Foto: SemMéxico.
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