Ciudad de
México. La
gerente de servicios médicos de la Fundación Mexicana para la Planeación
Familiar, Mexfam A.C, Adriana Domínguez Torres, grupo que opera tres clínicas
de aborto en la Ciudad de México, confirmó en entrevista con Cimacnoticias que
la demanda de usuarias foráneas que solicitan una Interrupción Legal del Embarazo
(ILE), ha bajado durante la contingencia por COVID-19.
La disminución fue de un 23 por ciento. Los
principales estados de origen de las usuarias que acudieron en el mes de marzo
fueron Estado de México, Guanajuato, Querétaro, Quintana Roo y Morelos.
Mientras tanto, la demanda de usuarias residentes en la Ciudad de México no ha
bajado.
Cabe destacar que los servicios de atención sí se
redujeron según la Secretaría de Salud, y que las clínicas que realizan abortos
pueden enfrentar problemas de abastecimiento, falta de personal, y contagio
ante la crisis del COVID-19. Por ejemplo, los hospitales que ofrecen el
servicio gratuito de ILE, como el Hospital General Ajusco, el Hospital General
Dr. Enrique Cabrera, el Hospital General Ticomán, o los Hospitales Materno
Infantiles, podrían recibir una sobrecarga de pacientes con COVID-19, una vez
que el país entra en la fase 3 de la epidemia.
Adriana Domínguez Torres explicó a esta agencia que
las clínicas de Mexfam están siguiendo un plan de contingencia estricto:
mandaron a casa al personal que entra en los grupos vulnerables, como personas
con diabetes o hipertensión. Desde la entrada, se mide la temperatura de las
pacientes y se les pide lavarse las manos antes de acercarse al personal. Se
espaciaron las sillas en las salas de espera, hay marcas de distancia en los
pisos, y se intercalan las citas.
En caso de que una clienta entre con síntomas, se
le hace un cuestionario para averiguar si podría haberse contagiado con
COVID-19, si existen dudas, se relega a la paciente a los hospitales
correspondientes. Por el momento, no sería posible hacer una cirugía a una
persona comprobada positiva para COVID-19, dijo Domínguez Torres.
Sin embargo, Mexfam está avanzando la telemedicina
para las personas confinadas en casa. En la CDMX, es posible hacer un aborto
con pastillas abortivas, Mifepristona y Cytotec, hasta la semana 10 de
gestación, explicó. La supervisión médica podría ser garantizada vía
telemedicina.
Al mismo tiempo, aseguró, la IPPF (International
Planned Parenthood Federation, por sus siglas en inglés), organización a la que
pertenece Mexfam, busca constantemente asegurar los recursos ante la emergencia
sanitaria, para que los centros siempre puedan contar con el equipo de
protección necesario. Para las ILE, que son intervenciones de primer nivel, se
necesitan más que todo cubrebocas, guantes, goggles, batas, y gel
antibacterial, explicó.
La Secretaría de Salud confirmó a Cimacnoticias que
se está trabajando en un plan estratégico ante la contingencia. Pero hasta el
momento, no se sabe cómo las autoridades planean separar las pacientes
requiriendo una ILE de las y los pacientes altamente contagiosos en cada uno de
los hospitales, o cómo garantizarán el servicio una vez que el personal sufra
la sobrecarga de trabajo, la falta de equipo de protección, o la reducción de
personal debido a la cuarentena preventiva y por enfermarse con COVID-19.
Teresa Herrera, vocera de la Fundación Marie Stopes, que opera ocho
clínicas en la Ciudad de México, advirtió que se podría descuidar la
atención a la salud reproductiva, además de alterar las cadenas de
suministros. “Todos estos factores pueden provocar que la gente busque
abortos inseguros”, indicó. “Debemos recordar que la atención del aborto
es un servicio tiempo-dependiente que no podemos diferir sin tener
profundas consecuencias en la vida de las mujeres y sus familias.”
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