Ciudad de México. Tras el cierre de clases por
COVID-19, las alumnas de los planteles de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) que persisten en paro por la falta de atención
a sus demandas por violencia, continúan viviendo hostigamientos, corte
de agua y luz, y hasta ataques físicos.
La madrugada del pasado 5 de abril, un grupo de al menos 10 hombres
no identificado ingresó a las instalaciones de la Facultad de Estudios
Superiores (FES), plantel Acatlán, en el Estado de México, y atacó a un
grupo de estudiantes que mantiene tomada la Facultad por la violencia
contra las mujeres.
De acuerdo con lo que narró y documentó en un comunicado público el
grupo “Argüenderas y revoltosas”, que participa en la toma de este
plantel, el grupo de hombres ingresó con armas de fuego y chalecos
antibalas desnudó a una de las compañeras y a otras las vejó con ofensas
sexistas y las agredieron físicamente. Al menos dos compañeros suyos
habrían sido lesionados con gravedad y se inició un incendio, lo cual
fue atendido varios minutos después por el personal de seguridad del
plantel.
Por su parte, las autoridades universitarias de esta Facultad
informaron que presentaron dos denuncias penales ante la Fiscalía
General de la República por el incendio y confirmaron que las personas
ingresaron embozadas y provocaron daños al inmueble, al mobiliario, a
los equipos de cómputo y a documentación que se encontraba en la Oficina
Jurídica y en las Salas Académicas de esa Facultad.
Este ataque contra los grupos organizados de mujeres no es un caso
aislado. La colectiva Asamblea separatista de la FCPyS, que mantiene la
toma de su Facultad en Ciudad Universitaria, informó en sus redes
sociales sobre una serie de actos de hostigamiento contra quienes
mantienen tomado el plantel, todos ellos cuyo objetivo ha sido
mantenerlas desprovistas de servicios como luz y agua. El pasado 3 de
abril, la Comisión Nacional de Derechos Humanos informó que investiga
estos hechos denunciados por las estudiantes.
En un caso más, las Mujeres Organizadas de la Facultad de Filosofía y
Letras denunciaron públicamente que el pasado 24 de marzo, elementos de
bomberos y vigilancia UNAM confirmaron una fuga de gas en la cafetería
al lado de las escaleras de Biblioteca Central (a un costado de la
Facultad de Filosofía), la cual fue detectada después de que personal de
seguridad de la UNAM se presentó en el lugar.
Estos hechos se suman a otros que las defensoras estudiantiles han
denunciado en meses pasados, como la presencia durante los fines de
semana de presuntos grupos porriles que consumen bebidas alcohólicas en
las cercanías de la Facultad.
Asimismo, Mujeres Organizadas del CCH Azcapotzalco, que también se
mantienen en paro, denunciaron en días pasados agresiones por parte de
un hombre desconocido, así como el cierre del servicio de agua.
Como documentó Cimacnoticias,
en días pasados, cientos de estudiantes y profesoras pidieron por
escrito a la UNAM que ante la emergencia del COVID-19 resolviera cuanto
antes las demandas de las paristas.
Sin embargo, luego de las agresiones contra las estudiantes de la FES
Acatlán, la UNAM informó que la Coordinación para la Igualdad de Género
de la UNAM “hizo entrega en propia mano de sendas cartas a las
comunidades de los nueve planteles del bachillerato y facultades que se
encuentran en paro de actividades al interior de las instalaciones” en
las que señala que el bienestar de la comunidad universitaria debe ser
el centro de la toma de decisiones en la UNAM y que el cuidado es un
principio fundamental para alcanzar cualquier tipo de objetivo
universitario.
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