4/08/2020

Columnas y opinión del periódico La Jornada


Reclamos empresariales
Gerentes, cúpulos y sus patrones

El G-20 y la OPEP en busca de un acuerdo petrolero mundial
FotoEn el mundo de los negocios se distinguen tres personajes: el gerente de la empresa, el directivo de asociación empresarial y el creador, el fundador del negocio. Al final de la historia, los gerentes de compañías y los directivos de organizaciones tipo Coparmex sólo son empleados y sirven a los intereses de los hombres de negocios como Germán Larrea o Carlos Slim. Sin embargo, estos días pareciera que actúan en esferas diferentes. Vemos a los dueños de los negocios desfilar por Palacio Nacional o conversar por teleconferencia con el presidente López Obrador, y aparentemente le dan su apoyo al plan de supervivencia nacional. Pero los directivos de los organismos cúpula actúan en otra dirección. Atestiguamos que un hombre mesurado como Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, se expresa muy irritado porque la Presidencia les cerró las puertas, no escucho sus propuestas para enfrentar la crisis. Está llamando a que los empresarios busquen sus propias fórmulas, salidas. Por su lado, el presidente de Coparmex, Gustavo de Hoyos, prácticamente está llamando a una insurgencia empresarial contra el gobierno. De Hoyos, no hay que perder de vista, es un panista que buscaba la gubernatura de Baja California, se quedó en el camino y ahora mira más alto, el Palacio Nacional, aunque probablemente si sus fantasías llegaran a cumplirse viviría en Los Pinos. Su lucha, dice, está encaminada a defender el bienestar y el empleo de los ciudadanos. Sin embargo, esta conversión populista es reciente, porque en semanas anteriores lo hemos visto defender a una empresa cervecera que pretendía quitarle parte de su agua a Mexicali; también luchó contra el etiquetado explícito en la comida chatarra que es causa de obesidad (ahora sabemos que esta condición hace más vulnerable al organismo ante el ataque del coronavirus), y, ¿cómo olvidarlo? su defensa del outsourcing. En fin, la cuestión es esta: ¿hay un doble juego? Por un lado los grandes empresarios le expresan su solidaridad al Presidente, pero, por otro lado, dejan que los cúpulos actúen en otra dirección? Si no es así, que amarren a sus canes.
Acuerdo mundial
A menos de que el presidente Trump escriba un tuit disolvente, hay señales de que la guerra del petróleo pudiera llegar a su fin, y pronto. La OPEP –Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados– ha concertado una videoconferencia para el viernes de esta semana. Ahí estarán reunidos, a la distancia, los representantes de Rusia y Arabia Saudita, cuyo desacuerdo en cuanto a cortar la producción es una de las causas del conflicto. Al día siguiente, los secretarios de Energía del G-20, ya conocidos los resultados de la reunión de la OPEP, celebrarán una videoconferencia para debatir propuestas más amplias con miras a un acuerdo mundial petrolero. Rusia, Canadá, Brasil y Arabia Saudita son miembros de ambas agrupaciones. El G-20 puede ser un foro más amplio para incorporar a Estados Unidos. Tenemos a la vista lo que podría ser un acuerdo histórico. México es miembro del G-20. De seguro estará presente en la teleconferencia.

Empresarios dan salto político
A organizarse contra AMLO
Revocación de mandato, el momento 
CCE, Salazar Lomelín y Monterrey
No hubo reticencia para hablar del tema. El representante formal de los empresarios del país planteó ayer, en un fraseo casi proselitista: si queremos que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) deje la Presidencia de la República, debemos organizarnos para alcanzar la revocación de su mandato. Lo demás, es decir, los llamados, el tuiteo, son solamente una catarsis, sin resultados reales.
Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), pasó de los reclamos propios de su actividad económica a la abierta arenga política y electoral, en un giro que muestra la creciente inconformidad expresa de algunos de los grandes capitales (otros, como los relacionados con los apellidos Slim, Larrea y Bailleres juegan a mostrarse solidarios con Palacio Nacional) con las políticas del Presidente de la República ante la crisis económica y social derivada de la expansión contagiosa en México del Covid-19.
Ya en plena faena organizativa, pues ayer mismo sostuvo una conferencia por Internet en la que se dijo que participaron más de 4 mil representantes de empresas y organismos sociales (base de trabajo a la que pretenden agregar a sindicatos y agrupaciones de trabajadores en general), Salazar Lomelín ha acusado al gobierno de AMLO de haber cerrado la puerta a las propuestas de las cúpulas empresariales.
Y, a una pregunta de uno de los participantes en la videoconferencia respecto a la exigencia de que AMLO deje el mando nacional, el presidente del CCE respondió: “Si alguien cree que esa es la forma, por favor organícense. Quisiera que también la parte política del país saliera a hacer su trabajo, nuestro trabajo es apoyar a las Mipymes, salvar los empleos. ¿Creen ustedes que van a lograr algo por salir y decir que se vaya? (…) Si es lo que queremos, unámonos, nomás que tenemos que tener a 30 millones de mexicanos detrás de nosotros”. También planteó: Por más comunicados que se puedan lanzar para que se vaya, el señor tiene el apoyo que le dio esta estructura democrática, y dentro de un año y pico tendremos la posibilidad, porque así la estableció el Congreso, de hacer una revisión democrática o un rechazo de mandato, ahí es el momento (nota de Juan Ramos en OEM-Informex https://bit.ly/2JTAmu1).
El mencionado dirigente Salazar Lomelín desarrolló su carrera como ejecutivo en Fomento Económico Mexicano (Femsa), la poderosa empresa con sede en Monterrey, Nuevo León, que es la embotelladora más grande de Coca-Cola en el mundo y operadora de las tiendas Oxxo, entre otros negocios. En 2010 intercambió su Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma (Tecate, Indio, Sol, entre sus marcas más conocidas) por el 20 por ciento de participación accionaria en Heineken. El principal accionista de Femsa es José Antonio Fernández Carbajal, un persistente crítico de López Obrador y sus políticas. Justamente por su fuerza, como miembro del mítico Grupo Monterrey, Fernández Carbajal pudo colocar como presidente del CCE a Salazar Lomelín, quien duró cuatro décadas en cargos ejecutivos y fue director general de Femsa de 2014 a 2017.

Kissinger teme más el derrumbe del orden liberal mundial que al Covid-19
El mismo día que EU alcanzó 10 mil muertos por el Covid-19, el índice Dow Jones se disparó 7.7 por ciento.
La intoxicación bursátil de EU no es compartida por la mayoría de los otros rincones del planeta que propenden al humanismo.
La cosmogonía geopolítica de EU, desalmada e hiper materialista, tampoco es compartida por otras civilizaciones: Europa, Rusia, China, India y el Mundo Islámico (mil 800 millones y 57 países).
A Kissinger, de 96 años (recluido en Nueva York: epicentro de la pandemia), se le derrumbó su caduco Orden Mundial, donde pregona el regreso del Estado-Nación de Westfalia de 1648, bajo la égida de EU: escrito seis años más tarde a la crisis de 2008 (https://amzn.to/2V87seV).
Cuando aún no llegaba su aliado Trump al poder, exhortaba un G-2 cultural de la raza blanca de EU con Rusia contra China (raza amarilla de cultura diferente), luego de que, en 1971, operó el acercamiento de EU con China contra la ex URSS. ¡El poder por el poder: sin escrúpulos!
Ahora proclama que la pandemia alterará para siempre el orden (sic) mundial cuando EU deberá proteger a sus ciudadanos de la enfermedad, mientras inicia el trabajo urgente de planificar una nueva época (https://on.wsj.com/2Xlh1Ka).
Otro G-2 tras bambalinas, la asociación estratégica de China y Rusia, dejó plantado a Kissinger, quien goza de enorme influencia con el eje Trump/Jared Kushner/Netanyahu, por lo que su punto de vista, más que reflejar la nueva realidad geoestratégica, delata el accionar de EU a nivel doméstico y foráneo.
Concede que en un país dividido (sic) un gobierno eficiente y de largo (sic) alcance es necesario, donde la confianza pública es crucial. ¿Golpismo sumado de irredentismo supremacista?
Evoca una perogrullada: cuando la pandemia haya concluido, varios (sic) países serán percibidos en sus fracasos, sin importar qué tanto el juicio de valor sea correctamente objetivo. Repite lo consabido sobre el colapso del sistema de salud de EU y no evalúa que sea uno de los peores del mundo: basado en ganancias que benefician al Big Pharma que obtiene un millón de millones de dólares al año (https://bit.ly/3aOCU8S).

CCE: furibundo y extorsionador
La puerta se cerró detrás de ti
Furibunda, porque el presidente López Obrador nos cerró las puertas (Carlos Salazar dixit), la cúpula empresarial utiliza la herramienta que mayores dividendos le generó en cercas de cuatro décadas: la extorsión.
Dice la cabeza visible del Consejo Coordinador Empresarial que esperemos que la realidad haga reaccionar al gobierno y al Presidente; por no hacer nada en apoyo del enorme universo de empresas y personas, necesitamos ser escuchados. Si llega a 10 por ciento la caída del PIB y a un millón de desempleados, el único responsable es el que cerró la puerta.
Bien, pero al final de cuentas, ¿cuál era la propuesta de la cúpula empresarial? La de siempre: más deuda pública para el rescate privado, con su respectiva exención fiscal; que el Estado asuma los costos y los barones cosechen las utilidades, tal cual lo hizo a lo largo de los seis sexenios neoliberales.
Y la propuesta del cártel empresarial es salvaje: contratar deuda pública adicional, un billón de pesos, algo así como 4 puntos porcentuales del producto interno bruto. Probablemente los barones creen que no hay problema, porque de cualquier forma el débito termina por no pagarse, como lo asegura un político español que raya en el cretinismo. Pero la realidad es otra.

Vuelta al soneto
Declaro que esta vuelta a la forma de tan prodigiosa fortuna (Marches y Forradelas), utilizada, hecha propia por casi todos los grandes poetas de todas las literaturas, se debe a la grabación de una lectura de Eduardo Hurtado de un soneto de Óscar Hahn, El doliente, difundida en redes: caí por ella en cuenta de que un minuto es buen tiempo promedio para decir o recitar –comunicar– un poema fijado en tal estructura.
Para que el mensaje poético –emoción, sentido e intelección unidos– pase al oyente aun cuando las 154 sílabas que paradigmáticamente constituyen el poema puedan leerse en 40, 50 segundos, menos, prudente es considerar un tiempo de asimilación.
Tiempo condensado, no lineal, ahistórico, acotidiano, el del poema (llamémosle el tempo, término al cual adjudico cierta cualidad ritual) va más allá y exige una atención total, sea esto lo que sea.
Jacobo Burckhardt escribió en su libro sobre el Renacimiento que un soneto es un acumulador, diré que de energía(s). No, acabo de verificar: tal forma lírica universal es un condensador universal de ideas y sentimientos. Mejor.
Todo cabe en un minuto sabiéndolo acomodar. Olvidemos lo facilón de la paráfrasis y sin más concedamos que no miente, y que la forma poética occidental por excelencia es capaz de aceptar cualquier temática: lo jocoso, lo dramático, lo trágico, lo…
Por ello, aunque no nada más, es que repetidas veces –bien que presencialmente, no por escrito– me he atrevido a decir que no conozco mejor maestro de poesía que practicarlo, leerlo, analizarlo…


Editorial
Un tribunal de la Corte Nacional de Justicia de Ecuador sentenció ayer al ex presidente Rafael Correa y a varios ex funcionarios de su gobierno a ocho años de cárcel por la acusación de haber liderado una organización que pidió sobornos a contratistas para financiar las campañas electorales de su movimiento político entre 2012 y 2016. Al menos en el caso del ex mandatario, la condena se produjo en ausencia, pues Correa reside en Bélgica desde que su sucesor, Lenín Moreno, rompió con él e inició una purga de todos los elementos correístas en la vida pública ecuatoriana.

Apoyar a los médicos en formación, no retirarlos
La UNAM, en lugar de pretender retirar a su personal médico en formación, becarios en los hospitales, como se insinuó en la conferencia de la noche del 6 de abril, por falta de equipo de protección, debería de proporcionarlo y apoyarlos, pues se trata de jóvenes para los que esta labor de solidaridad social es altamente formativa. Para ello la Universidad puede dejar de entregar los sobresueldos a sus funcionarios, ahora que encabezan instituciones en suspensión de actividades; y también debería abrirse una reflexión sobre el castigo a la matrícula en medicina y otras carreras, sin importar que nuestra máxima casa de estudios lleve siendo gobernada por médicos desde tiempos de Soberón.

Con el decreto del pasado jueves 2 de abril, por el que se ordena la terminación de los fideicomisos sin estructura que pertenecen al Poder Ejecutivo, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha cerrado una etapa histórica de discrecionalidad y oprobio en el manejo de los recursos públicos. Este decreto no fue de ninguna manera una ocurrencia o una acción recaudatoria o confiscatoria surgida a raíz de la actual crisis sanitaria, sino una obligación legal impuesta por la Ley Federal de Austeridad Republicana publicada en el Diario Oficial de la Federación el pasado 19 de noviembre de 2019.

Rosario, como muchas mujeres en México y en el mundo, empezó a trabajar en casa en plena juventud. Corría 1959 cuando fue contratada para realizar todo tipo de labores del hogar. De lunes a sábado, en una jornada extenuante, lavaba, planchaba, fregaba trastos y pisos, preparaba la comida y cuidaba de las pequeñas hijas de su patrona. Pasaron los años, las niñas crecieron y Rosario también laboró para una de ellas.

Tapizaron las redes sociales desde el mismo domingo después de ver y oír el solitario discurso presidencial desde Palacio Nacional. Ayer y hoy aparecen en los medios masivos de comunicación sus agresivos reclamos, acompasados con las acostumbradas condenas terminales. Los hombres y mujeres, autodesignados como responsables, hacen patente su serio disgusto con lo que oyeron. Sus múltiples voceros, prontos y corajudamente dispuestos, lanzaron su artillería pesada: fue una decepción el contenido vertido por el solitario de palacio. Las cuentas para demostrar la inviabilidad de la terca postura oficial anunciada surgen de inmediato. El cambio de ruta, ahora visto en relieve concreto, hiere y alerta a los que mandaban antes. Se dijo el domingo y se refleja en la manera abierta y precisa que los pocos recursos disponibles se canalizarán de manera distinta al pasado. Ahora se irá al encuentro de los que lo necesitan con urgencia y justicia para sobrevivir.

La pandemia en curso abre de par en par las puertas de una reflexión, que para la cultura judeo-greco-latina (o sea, occidental) será liberadora o no será. Es algo que se me acaba de ocurrir fumando y sentado en el water, junto a una bolsa de 150 rollos de papel higiénico.

Carlos Martínez García: El bálsamo de la lectura
Enclaustrado pero en múltiples lugares a la vez. Mediante la lectura de artículos y libros se me ha concedido traspasar el encierro recomendado por las autoridades. Sé que otros millones de ciudadano(a)s no pueden guardar la cuarentena porque deben salir a procurar el sustento cotidiano, evaden el resguardo dado que carecen de alternativas viables para obtener ingresos. Es un drama que nos debe llevar a replantear el modelo de sociedad al que aspiramos.

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