Hace 15 días ofrecí que
continuaría con el tema de la relección legislativa. Veo que no tenía
caso: el gobierno está dedicado a enfrentar la pandemia y la recesión, y
la autodenominada oposición, a exhibirse como la más ruin imaginable.
Nunca en mi vida había estado yo tan cansado, tan avergonzado del
terrible nivel de los
periodistasy del debate público. Tampoco quiero entrar al análisis del informe de antier que para mí es verdaderamente alentador: no se cede a las presiones ni a los chantajes, ni se volverá a las políticas neoliberales.
Por eso mejor escribí de algo que podamos revisar, incluso gozar, en
tiempos de coronavirus. El 19 de febrero pasado, un mes antes de que
todos (los que podemos) nos quedáramos en casa, Andrés Manuel López
Obrador presidió el homenaje luctuoso a Gustavo A. Madero, villanamente
asesinado por los militares golpistas que la víspera ultimaron los
detalles de la toma ilegal y violenta del poder en la embajada de
Estados Unidos. Tras el sentido y sensible homenaje a un revolucionario
ejemplar, se presentó el repositorio digital Memórica, México, haz
Memoria.
Memórica se construye desde la dirección general de Memoria Histórica
y Cultural de México, cuya directora, Gabriela Pulido, lo explicó así
ese día:
Memórica es un repositorio digital de acceso abierto desarrollado en un tiempo récord de seis meses, que implementó todos los protocolos internacionales. La naturaleza de esta herramienta es colaborativa, interinstitucional.
Es
un repositorio interinstitucional de acceso abierto (totalmente libre y gratuito), que contiene la réplica digital que da cuenta de la riqueza del patrimonio documental histórico y cultural del país, en todos sus soportes; es también una herramienta que busca apoyar los procesos educativos, también un espacio para que los especialistas encuentren las fuentes para contar la historia, así como un sitio lúdico donde el público en general se identifique con los procesos históricos. Proyectos afines que lo anteceden son la inspiración y, en la actualidad, colaboran con este proyecto.
Con la idea de poner al alcance del público de manera accesible y
gratuita los corpus documentales de los principales archivos y
repositorios del país, públicos y privados, Memórica ha enlazado ya con
algunos de ellos, a escala nacional, con acceso a creciente cantidad de
documentos y colecciones.
Pero es también una herramienta que estimula la reflexión y el debate, a través de exposiciones documentales y gráficas, como: Morir en Chinameca,
que a propósito del centenario del asesinato del general Emiliano
Zapata, pone en contexto y explica un poderoso y contundente abanico de
fuentes gráficas, hemerográficas y documentales, de gran riqueza, para
acercarse al hecho y su significado desde muchos balcones. La entrada de
esta exposición da cuenta cabal de qué significa acercarse a las
fuentes, y para qué se hace:
“Emiliano Zapata fue asesinado a las 14 horas con 10 minutos del
jueves 10 de abril de 1919 a menos de 20 kilómetros al sur de San Miguel
Anenecuilco, el pueblo donde había nacido casi 40 años antes, el 8 de
agosto de 1879. Esto es indudable. Lo dicen los libros de texto y los
documentales. Lo dice hasta la Wikipedia.
Pero las cosas nunca son tan sencillas. ¿Cómo sabemos que el asesinato ocurrió a esa hora y en ese lugar? ¿Cómo sabemos de que se trataba efectivamente de Emiliano Zapata? ¡Por qué estamos tan seguros de que no se exilió en Arabia, como se dijo en los campos del Sur de México durante algún tiempo?No lo son porque quienes pudieron contarlo fueron los asesinos o dos o tres supervivientes, y nadie llevaba un celular para grabarlo. ¿Cómo, entonces, podemos saberlo? Pásele a los documentos y a sus anotaciones.
También se presentan temas que, de entrada, habían sido marginados,
minimizados e incluso olvidados por la historiografía y, sobre todo, por
la difusión de la historia, como la vida del común de las personas, las
diversiones y temas tan relevantes, fundamentales, en nuestros días
vistos con perspectiva histórica, como las mujeres y la violencia contra
las mujeres, la desprotección de la infancia o, por ejemplo,
los ríos, tiempo y agua, que a través de una creciente colección gráfica nos muestra que:
Los depósitos de agua cumplen una función fundamental para todas las formas de vida y, cabe recordar, desde la antigüedad las diferentes culturas han cubierto sus necesidades básicas en los ríos, los cuales han propiciado un entorno favorable para el desarrollo humano, por ejemplo, la agricultura, uno de los avances más trascendentes de la humanidad, practicada en distintas regiones con varias técnicas y tipos de cultivos. La importancia de las corrientes fluviales no sólo se ve reflejada en las actividades económicas y sociales; el hombre se apropió de su entorno natural y dadas sus bondades incluso les dio a los ríos un carácter sagrado.
Aquí la página, que además, es un deleite visual: https://memoricamexico.gob.mx/
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