Pedro Echeverría V.
1. Gritaría algún tontito con pereza para reflexionar: “¡Dictadura es dictadura y democracia es democracia, no hay término medio ni duda alguna!”. Entonces alguien preguntaría: ¿Y se mide por la cantidad de años que una o varias personas ocupan cargos de poder? ¿Por la cantidad de tiempo que domina una clase social, un partido, un grupo económico? ¿Por la represión que pone en práctica, por las guerras que encabeza, por los asesinatos que se registran en su gobierno? ¿Por el desplome económico, por la extensión de la miseria, por el mayor desempleo? ¿No será que la democracia, invento de occidente, es un engañabobos que cada seis u ocho años lanza el velo para cubrir en EEUU, Inglaterra, España, México, etcétera, el dominio absoluto -por más de 500 años- de una clase dominante sobre la inmensa mayoría de la población? ¿Será que las caras que cambian o brincan de un cargo a otro sirven sólo para atontar la mente?
2. El modelo de EEUU en sentido que dos partidos que pertenecen a los más poderosos multimillonarios yanquis, que hace más de 200 años se turnan el poder, no tiene nada que ver con eso que dicen “gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”. El pueblo norteamericano nada tiene que ver en la selección de candidatos, elección y medidas de gobierno. ¿Le consultan al pueblo, autoriza acaso, las miles de guerras, invasiones y saqueos que realizan sus gobiernos en el mundo? Cada cuatro u ocho años una cara nueva aparece en la Casa Blanca con el compromiso de obedecer a las empresas armamentistas, petroleras transnacionales o a los hombres más poderosos del tipo Rothchild, Morgan, Rockefeller. ¿No es acaso una formidable dictadura disfrazada de democracia? ¿Acaso no es lo mismo que sucede en el juego de partidos y electoral en el Reino Unido, España, México, Colombia, etcétera?
3. ¡Qué importante análisis de este españolito!: “La mayoría de los hijos de dictadores optan por un destino bastante fácil: suceder en el poder a sus padres. La muerte de Kim Jong-il con la casi segura sucesión por parte de su hijo, Kim Jong-un, pone de manifiesto el nepotismo en las dictaduras de todo el mundo. Sin embargo, heredar el cetro no fue el destino de Kim Jong-un desde su nacimiento. Primero, su padre descartó a sus dos hermanos mayores. A uno -Kim Jong-nam- por intentar viajar a Japón con pasaporte falso; al otro -Kim Jong-chul- por afeminado”. En Libia, el coronel Muamar el Gadafi derrocó una monarquía para imponer una dictadura con los mismos tintes nepotistas. El Estado era su familia, y su familia era el Estado. En ese escenario, el ejército no era más que una brigada de seguridad personal, y por tanto, no cabía en ninguna cabeza que no fuera alguno de sus hijos los que le sucedieran en el poder.
4. ¿No es acaso la mismita visión yanqui y de occidente?: “Si no están conmigo, si no hacen lo que ordeno, si no me apoyan, son dictadores; si por el contrario me defienden y me imitan, son gobiernos democráticos”. Los Somoza en Nicaragua, los Trujillo de Dominicana, los Strossner de Paraguay, los Papa Doc de Haití, mientras apoyaron a EEUU en la ONU, la OTAN, la OEA, con petróleo, recursos minerales y humanos, fueron gobiernos democráticos, pero si, por el contrario, se transforman en gobiernos rebeldes al estilo Mao, Kim Il Sung, Gaddafi, Castro, Chávez, Morales, que denuncian sus guerras, robos y saqueos, son “gobiernos dictatoriales” y los medios de información son obligados a hacer campaña contra ellos. ¿No es entonces acaso este asunto de dictaduras y democracias una posición ideológica que responde a intereses de clase económica y social?
5. ¿Tendrán siquiera una idea de quién fue Kim Il Sung? Ninguna, ni tampoco hay preocupación por saber de que se trata; les basta con repetir lo que les indican sus amos. ¿Estarán enterados que fue el líder y fundador de la Corea que desde 1945 ha buscado construir el socialismo en ese país bloqueado primero por Japón y luego por los EEUU? ¿Que ese personaje desde 1926 fundó la Unión para Derrotar al Imperialismo (UDI) para lograr la liberación e independencia del país –primero de Japón y luego de EEUU- mediante el “Juche” (idea revolucionaria centrada en las masas populares) y que fundó la guerrillera popular antijaponesa que triunfó 15 años después? ¿Sabrán que la guerra yanqui contra Corea (1950-53) –que tanto los yanquis pasan en el cine y la TV- fue una guerra anticomunista y asesina que buscó separar el Sur del Norte coreano para evitar que el sur sea ganado?
6. Según puede leerse, Corea del Norte es un país de alrededor de 25 millones de habitantes. Los norcoreanos han logrado importantes avances, sobre todo en su capital: Pyongyang. Es un país pequeño, pero ha lanzado dos veces el satélite artificial de la tierra, 100 por ciento producto nacional; ha adquirido la posición de país nuclear; ha implantado un nuevo sistema avanzado de producción de acero; impulsa la construcción para 2012 de viviendas para 100 mil familias; se han creado nuevos métodos de producción de animales, de horticultura, de frutas. ¿Puede plantearse con simpleza los asuntos de las dictaduras y democracias sin reflexionar seriamente, sin estudiar la historia de los pueblos y olvidando que dentro de los países llamados democráticos la dictadura de los explotadores y opresores es descarada y brutal? Esta es una simple reflexión que será mejor fundamentada al conocer más a fondo Corea del Norte.
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