América Latina: La discriminación impide a las mujeres ejercer su derecho al trabajo
Internacional, Economía, Género y desarrollo, Empleo y género, México DF, Miércoles 21 de diciembre de 2011, por Redacción Cimac
México, DF. 21 dic. 11. AmecoPress/Cimac.- Las mujeres en el continente americano siguen sin ejercer plenamente su derecho al trabajo por la persistencia de la discriminación de género, y la falta de oportunidades laborales, educativas y sociales.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), mecanismo de la Organización de Estados Americanos (OEA), advirtió que la permanencia de las mujeres en trabajos informales, sumado a la intensidad de la jornada laboral, la discriminación salarial y la ausencia de infraestructura pública de cuidado (como guarderías y asilos para adultos mayores), son algunos de los factores que impiden a las mujeres acceder a un trabajo de calidad.
En su informe “El trabajo, la educación y los recursos de las mujeres. La ruta hacia la igualdad en la garantía de los derechos económicos, sociales y culturales”, la CIDH consideró como “alarmante” que a pesar del incremento del número de mujeres que se licencian en educación superior, ello no se traduce en mejores empleos y salarios en comparación con los hombres.
“Esta situación exige un análisis integral de lo que está sucediendo con las mujeres en el mercado laboral y en su contratación”, abundó el organismo.
La CIDH advirtió que a los Estados del hemisferio les corresponde lograr que la educación de todas las niñas, sin discriminación, les abra las oportunidades de desarrollarse a nivel profesional en igualdad de condiciones.
Por ello exhortó a los países del continente a garantizar estos derechos, y a promover políticas públicas y medidas a favor de las mujeres y las niñas.
Condiciones de igualdad
“El adecuado respeto y garantía del derecho al trabajo de las mujeres –libre de toda forma de discriminación y en condiciones de igualdad– es un componente clave para la erradicación de la pobreza, el empoderamiento y la autonomía de las mujeres”, agregó la CIDH en su informe.
Para este organismo las limitaciones en el ejercicio del derecho al trabajo de las mujeres repercuten en el ejercicio de todos sus Derechos Humanos (DH), incluyendo sus derechos económicos, sociales y culturales en general.
La CIDH reconoció que en los países de América hay una creciente tendencia a prohibir el acoso laboral, el acoso sexual y otras formas de violencia contra las mujeres en el empleo, y que estas iniciativas promueven la inserción y la permanencia laboral de las trabajadoras, pero señaló que esto no se traduce en igualdad de oportunidades.
El organismo autónomo de la OEA manifestó su preocupación ante el desafío que representa la implementación del marco normativo en la materia, en especial en aquellos países donde persiste la discriminación contra las mujeres, la brecha salarial entre los sexos, y el acoso sexual, entre otros problemas.
Otra de las preocupaciones de la CIDH es el acceso de las mujeres a mayores oportunidades educativas y de capacitación, ya que señaló que esto no se refleja en un acceso igualitario al empleo, en puestos de dirección y de mayor jerarquía, y en una igual remuneración que los hombres que realizan las mismas tareas.
En materia de educación, la Comisión Interamericana destacó que aún perduran barreras estructurales que afectan tanto a niñas como niños, tales como la pobreza, la infraestructura inadecuada de las escuelas, la ubicación geográfica de los planteles, la falta de transporte y los altos costos de libros escolares y de texto.
La CIDH puso como ejemplo que la falta de sanitarios adecuados afecta más a las niñas, así como la lejanía de las escuelas, que las expone a riesgos a su integridad, y problemas como la falta de voluntad de las familias para brindar educación a las hijas, el embarazo en las adolescentes, y la violencia de género.
La CIDH advirtió que en los sistemas educativos quienes imparten la enseñanza transmiten concepciones estereotipadas sobre el rol de las mujeres en la sociedad frente a los hombres, lo que constituye una fuente de reproducción de la discriminación social y la desigualdad de género.
Foto: Archivo AmecoPress.
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