Las
seis mujeres que aspiran a encabezar la Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CNDH), de las 21 personas registradas, coincidieron en que el
gran reto de la dependencia es lograr la credibilidad ante la opinión
pública.
Durante sus comparecencias –el pasado martes y hoy– ante las comisiones de Derechos Humanos y Justicia del Senado, las seis aspirantes dieron a conocer los programas de trabajo que emprenderían en caso de ser nombradas como presidentas del órgano autónomo creado en 1990, para defender y proteger los derechos de las víctimas.
Patricia Olamendi Torres, ex subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, propuso ciudadanizar a la CNDH, es decir, abrir las puertas a la participación democrática y trabajar de la mano con las organizaciones civiles.
Frente a las y los senadores, sostuvo que es importante que todas las personas que acuden a denunciar alguna violación sean atendidas y obtengan una respuesta.
“Busquemos efectivamente que pueda repararse el daño provocado y demandar penalmente la reparación cuando se requiera”, expuso y agregó que de llegar a la presidencia de la CNDH también buscaría trabajar de la mano de las víctimas, para que éstas sean quienes definan la forma en que se les repare el daño.
Quien también fue coordinadora del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (Mescvi) aseguró que buscará que la CNDH cumpla con su función preventiva para evitar la repetición de violaciones graves a los Derechos Humanos (DH), lo que podría hacerse con el cumplimiento de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH).
Olamendi también propuso la “transparencia en todas y cada una de las acciones y procedimientos que se lleven a cabo, y promover un amplio conocimiento de los DH y las libertades a través de los sistemas educativos.
En su turno, la ex titular de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y la Trata de personas (Fevimtra), Sara Irene Herrerías Guerra, dijo que la CNDH debe orientar los recursos presupuestarios a la operatividad de la institución, el seguimiento de las quejas, el monitoreo constante, investigaciones exhaustivas e inmediatez en la atención.
Ante las y los senadores dijo que “las instituciones públicas no deben ver a la CNDH como un enemigo que las fiscaliza, sino como un aliado que las ayuda a cumplir sus funciones en el marco del respeto a los DH”.
Para la candidata, una de las tareas de la Comisión –de llegar a la presidencia– es la educación en DH para reconstruir la cultura de paz, y las quejas deben ir más allá de encontrar responsables y buscar un castigo, pues deben buscar combatir las causas que originaron el hecho violatorio, ya que “este país necesita reconstruir su tejido social para llegar a la paz que todas y todos anhelamos”.
Herrerías Guerra planteó la construcción de una plataforma de seguimiento a los casos de feminicidio en todo el país, y pidió un procedimiento y mecanismo para agilizar la elaboración de quejas en los lugares en donde estén los grupos de mujeres con mayor vulnerabilidad, según consta en el documento entregado al Senado.
Durante su presentación, la doctora en Ciencias de la Educación María Teresa Vallejo Pérez sostuvo que busca una “reingeniería de la CNDH, donde exista una visitaduría que atienda a niñas, niños y adolescentes”.
Vallejo Pérez, quien ha sido defensora de DH y docente académica –según consta en la información entregada al Senado–, demandó fortalecer al organismo mediante la participación de la sociedad civil organizada, con reuniones dos veces cada ejercicio fiscal.
Así como una reforma en el procedimiento mediante el cual se define al Consejo Consultivo de la CNDH, y una reingeniería en el presupuesto respecto a los salarios y gastos de las y los funcionarios del organismo.
Por su parte, María del Carmen Acosta Jiménez, maestra en Derecho y ex funcionaria de la subsecretaría Jurídica del gobierno del estado de Jalisco, presentó una propuesta de trabajo con visión ambiental.
Acosta Jiménez, quien exigió a las y los senadores igualdad como candidata y ser cuestionada y escuchada como otros candidatos que se extendieron en el tiempo de su presentación, sostuvo que su tarea ante la CNDH sería lograr la credibilidad de la institución y promover la conciliación, “pues no se trata de generar conflictos sino puntos de coincidencia”.
De acuerdo con su plan de trabajo, la CNDH buscaría actuar de manera inmediata ante las quejas de las víctimas, pues la búsqueda de un castigo “se perdió con los años”, y propuso la creación de 12 programas sistemáticos, entre ellos un programa de “motivación e innovación de calidad de vida y trabajo para las personas de la tercera edad”.
Mientras, la diputada por el PRI con licencia Miriam Cárdenas Cantú señaló que en caso de presidir la CNDH buscará que la “conciliación sea el eje mediante el que se resuelvan la mayoría de las quejas”, mediante el establecimiento de mesas de trabajo, pues se ha visto que ése es el interés principal de las y los peticionarios.
Agregó que se debe atender cada queja con prontitud y eficacia, profundizar en la investigación y emitir recomendaciones que busquen reparar el daño.
La ex presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Coahuila (2001-2005), quien dijo sentirse ofendida de que se ponga en duda la autonomía de la CNDH, se pronunció por un marco transparente de rendición de cuentas tanto a la ciudadanía como a la función pública.
Finalmente, Lucero Ivonne Benítez Villaseñor, presidenta con licencia de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos, sostuvo que su plan de trabajo está basado en primer lugar en la creación de un programa de profesionalización y sensibilización del personal que atiende y labora en la CNDH.
Benítez –quien argumentó que signó una carta a favor de la reelección de Plascencia Villanueva porque a todas las comisiones estatales les pidieron hacerlo– también propuso un fortalecimiento de las recomendaciones que emita el organismo, y la creación de un programa en materia de seguridad.
En su plan de trabajo destacó la propuesta de ampliar los programas de género, ya que se han “visto rebasados en (la atención a) las violaciones a DH”, por lo que propuso un diagnóstico sobre el feminicidio en todo el país.
Cabe recordar que diversas organizaciones sociales, entre las que se encuentra Incide Social, se han pronunciado por la elección de una persona que no se desempeñe como funcionario y no tenga afinidad con partidos políticos, para así garantizar la autonomía de la CNDH.
Foto: cortesía Comunicación Social Senado de la República
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-
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