MUJERES CAUTIVAS
La
desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa revivió la situación
dramática en México en cuestión de impunidad y desaparición forzada y
no voluntaria de personas, así como del estrepitoso fracaso del Estado
mexicano, su corrupción y vinculación con la delincuencia organizada y
la criminalización de la juventud y de la protesta social.
Con base en la experiencia de la CATWLAC, en los últimos cinco años
hubo un incremento drástico en las desapariciones de mujeres, niñas,
niños y adolescentes, de los cuales, aproximadamente 60 por ciento son
menores de edad.
Recordemos que en junio de 2012 funcionarios de la Procuraduría General
de la República (PGR) revelaron que los restos de más de 25 mil
personas asesinadas y ejecutadas entre diciembre de 2006 y septiembre
de 2011 fueron enviadas a fosas comunes por no haber sido identificadas
por las autoridades, ni reclamadas por algún familiar, lo cual es un
problema, porque en nuestra experiencia, varias de las jóvenes que
buscamos se han encontrado mucho tiempo después de su desaparición en
fosas comunes.
¿Y cuántas NO vamos a encontrar porque están en fosas clandestinas que el Estado mexicano oculta?
Cuánto dolor y cuántas lágrimas han derramado las madres y padres de
los estudiantes desaparecidos, sus familias y compañeros, comprendemos
su dolor e indignación y lo compartimos, así como los de miles de
familias de mujeres, niñas, niños y adolescentes desaparecidos que
tampoco han recibido una respuesta del Estado mexicano y más
específicamente de la PGR, que no actúa con la debida diligencia, ni
garantiza la no repetición, aun cuando exista delincuencia organizada.
¿En qué estadística están las víctimas de desaparición forzada y no
voluntaria? ¿Dónde están contabilizadas las miles de personas que
fueron enviadas a fosas comunes sin la debida identificación? ¿Quiénes
son? ¿De dónde son? ¿Por qué hay miles de víctimas ejecutadas que se
encuentran en fosas clandestinas?
¿En qué estadística están las víctimas de trata y todas las formas y
modalidades de esclavitud, explotación y servidumbre? ¿Dónde están?
También recordemos que en un vaivén de cifras, la última que dio
Mariana Benítez Tiburcio, subprocuradora Jurídica y de Asuntos
Internacionales de la PGR, fue de 22 mil 322 personas no localizadas.
De las cuales, 12 mil 532 desaparecidos corresponden al sexenio
anterior (2006-2012) y 9 mil 790 a la administración de Enrique Peña
Nieto.
Lo que pasa en Guerrero con las fosas clandestinas que se han
encontrado es sólo un botón de muestra de lo que ocurre en el país. El
pasado viernes la PGR informó oficialmente que se han encontrado 11
fosas clandestinas y en 10 de ellas se han localizado 38 cuerpos.
Y en las fosas comunes ¿cuál es el pretexto? Podríamos darle el
beneficio de la duda al gobierno y aceptar que toda esta cuestión de
las fosas clandestinas, justo por esta característica, es una situación
desconocida. Sin embargo, ¿qué pasa con las fosas comunes?
En el recorrer de ocho años del Sistema Alerta Roja de la CATWLAC, nos
hemos enfrentado a que varias de las mujeres y niñas que estamos
buscando, después de mucho tiempo, son encontradas en la fosa común.
Hablemos del Estado de México. A partir de que Guillermina Cabrera
Figueroa, fiscal especial para la Atención de Delitos Relacionados con
la Trata de Personas de la Procuraduría General de Justicia del Estado
de México, tomó el cargo, han sido varios los casos de mujeres jóvenes
desaparecidas que han sido encontradas en fosas comunes.
Por ejemplo, el caso de Bianca Edith Barrón Cedillo, quien salió de su
casa en los Héroes Tecámac el 8 de mayo de 2012 y no se volvió a saber
de ella hasta aproximadamente un año después.
En la nota “‘A lo mejor luego regresa’ fue hallada en la fosa común” de
Lydiette Carrión, publicada por El Universal, relata que “había sido
hallada el 9 de mayo (un día después de su desaparición) en Los Reyes
Acozac, Tecámac, a 20 minutos de su hogar y a unas cuadras de la
agencia de Ministerio Público donde la familia interpuso la denuncia
originalmente.
“En el Servicio Médico Forense (Semefo) fue clasificada como una joven
de aproximadamente 25 años. El cuerpo, sin reclamar, había sido enviado
a la fosa común desde el 22 de mayo”.
O el caso de Eva Cecilia Pérez Vargas, víctima de “El Coqueto”, o el de
Evelin Jaqueline Torres Hernández, o el de Abril Selena Caldiño
Rodríguez, o Elizabeth Martínez Cruz, o Georgina Ivonne Ramírez Mora, o
Diana Angélica Castañeda Fuentes, y tantas, tantas más, desaparecidas y
localizadas en las mismas condiciones que Bianca Edith.
Y así como estos casos, hemos encontrado muchos que demuestran la
ineficacia de las autoridades competentes. De entrada las personas no
deberían desaparecer y si sucede, el Estado mexicano es el único
responsable por fallar en garantizar la seguridad de la ciudadanía y no
actuar con la debida diligencia.
Por eso nos preguntamos, ¿dónde están los 43 estudiantes de Ayotzinapa?
Así como ¿dónde están las miles de mujeres, niñas y adolescentes
desaparecidas? ¡Vivos se los llevaron y vivos los queremos! ¡Vivas se
las llevaron y vivas las queremos!
Twitter: @CATWLACDIR
*Directora de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en
América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés).
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Teresa Ulloa Ziáurriz*
Cimacnoticias | México, DF.-
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