Hay
un video circulando en la redes sociales que lleva por título una
pregunta: ¿qué harías al ver a un hombre golpeando a una mujer? Yo me
detuve a pensar unos segundos en la pregunta, antes de ver el video.
Imaginé el lugar, la hora, la situación. La razón de la agresión,
-¿razón, hay razón para agredir físicamente a una mujer?- la posible
incomunicación si era de llamar por teléfono a la policía o reaccionar
ahí mismo pero, ¿cómo reaccionar?, ¿agrediéndolo físicamente para
tratar de defender a la víctima?, ¿diciéndole que no le pegue?, ¿gritar
y pedir ayuda? ¿Tomar el teléfono celular y llamar a la policía e irme?
¿Irme solamente sin decir nada y fingir no darme cuenta?
Por supuesto
lo de irme y fingir no darme cuenta queda descartado. Creo que todos o
la mayoría hemos sido testigos de este tipo de agresiones, ya sea con
familiares o desconocidos, ¿tenemos capacidad de reacción? No me queda
duda que cuando se trata de una pelea entre dos personas que conocemos
hay confianza para mediar pero, ¿y si son dos desconocidos, cómo
actuamos? Todos reaccionamos de distinta manera, pero hay muchos que no
tienen esa capacidad y la indiferencia no les da ni para menear la boca
y pronunciar una sola palabra, mucho menos para actuar. Y es eso precisamente lo que nos muestra el video que fue grabado en un ascensor cualquiera en la ciudad de Estocolmo, Suecia.
Con una cámara escondida nos muestra a una pareja de jóvenes en un
ascensor, el hombre agregue con insultos y físicamente a la mujer y los
otras personas no hacen nada por evitarlo. De 53 que fueron grabadas
solamente una reaccionó y fue –como siempre- una mujer.
Lo triste
del caso es que hay unos que se cubren la cara con las manos y ven
hacia otro lado. Una señora les dice: “esperen a que por lo menos salga
yo.” Como quien dice, cuando estén solos podés agredirla todo lo que
querrás pero ahora no, respetá que estoy yo aquí.
Fue en
Estocolmo pero no me cabe la menor duda que de haberse filmado en
cualquier otro país la reacción sería muy similar por no decir
idéntica, el problema de violencia de género es minimizado y aceptado
como normal en la sociedad. No espanta ver a un hombre agrediendo a una
mujer. Tal nivel de violencia lleva a las torturas, violaciones
sexuales y feminicidios que también, son aceptados como habituales. “Es
que algo hizo para que él le pegue así.” “Bueno está, para que aprenda
a no ser puta.” “Él es el hombre de la relación y tiene que ponerle
rienda para que lo respete.” Tanto que se dice, tanto que se juzga a la
mujer que se le vuelve culpable de la agresión y se le da la razón al
agresor. No hay razón justificable que permita la agresión física y
verbal contra una mujer. No la hay y no la inventen, no hay pretexto.
El
abuso de todo tipo, “piropos” subidos de tono, acoso callejero: verbal
y físico. No debemos perder la capacidad de reacción y en cualquier
lugar conozcamos o no a las personas, no debemos permitir una agresión
contra una mujer.
Un ejemplo más: como noticia un periódico
centroamericano reportó la desaparición de Miss Honduras, los
comentarios de la mayoría de lectores en la redes sociales ante esta
desaparición y la etiqueta de “Miss” fueron: –copiados textualmente-
“Mujer de narco, estoy seguro.” “Pues yo creo que tal vez ella era
novia de un narco y le mandaron a quebrar, como ya saben que las
modelitos quieren todo y por unos dolaritos se la llevó la fregada.”
“Mmm narcos las ayudaron a conseguir su título, su reinado y en algo la
cagó y hoy de plano le están cobrando ese favor que le hicieron y hasta
la sister alcanzó del pastel.” “Tremendas cogidas las que le están
pegando a la pobrecita.”
Cuando una lee este tipo de comentarios,
se indigna tanto porque son de personas que por lo menos aprendieron a
leer y a escribir, gente común que va a trabajar, que pueden ser padres
de familia, que tienen hermanas, que tienen hijas, que fueron paridos
por una mujer. Gente a la que uno encuentra probablemente en un
autobús, o que conduce un automóvil y viste de corbata y saco, que
tiene una licenciatura, o puede ser un estudiante universitario. Me
refiero con esto a éste tipo de comentarios vienen de personas que una
saluda todos los días en las mañanas, que muy probablemente al tener la
oportunidad de agredir a una mujer lo hacen, y la violan y hasta la
matan, la violencia está dentro de la propia sociedad, en los patrones
de crianza, en la comunidad, en la escuela, en los sitios de trabajo y
en la calle. Los hombres que agreden física y verbalmente están en
todos lados y son nuestros hermanos, nuestros esposos, nuestros
docentes, nuestros amigos de toda la vida, nuestros hijos. Por esa
razón el trabajo es de todos, hombres y mujeres por igual, para cortar
de raíz todo tipo de violencia contra la mujer.
Le pregunto a
usted lector, ¿qué haría al ver a un hombre golpeando a una mujer? ¿Ser
Miss es motivo para justificar una desaparición y ensañarse con
comentarios que solo exponen el machismo, la misoginia y la violencia
de nuestra sociedad? No creo que por ser Miss, es por ser mujer. ¿Usted
qué opina?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario