5/12/2015

Reportaje - Criminalización y muerte, regalos del 10 de Mayo


Se glorifica la maternidad, pero las mujeres fallecen en el parto

México enaltece la maternidad sin que existan garantías para que las mujeres sean madres en las mejores condiciones de vida.

 
De acuerdo con la feminista y antropóloga Marta Lamas, la “capacidad femenina de gestar y parir, y el concomitante trabajo de crianza y atención, son considerados para la mayoría de las personas como la esencia de las mujeres”, aunque en la práctica el Estado mexicano aún no garantiza que ser madre no implique un riesgo para la salud e incluso la vida.
 
Desde 1922, como iniciativa de grupos religiosos y políticos que buscaban detener al incipiente movimiento feminista, se estableció el 10 de mayo en México como el “Día de la Madre” y con ello se abrió paso a la legitimación de un contexto social y normativo que obliga a las mujeres (y en algunos casos hasta a las niñas) a llevar a término sus embarazos aun si son producto de una violación, o si ponen en riesgo sus vidas.
 
En la mitad del país (16 entidades) las constituciones locales “protegen la vida desde la concepción”, y cada año 227 mujeres son denunciadas por el delito de aborto, según cifras del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE).
 
A la criminalización del aborto se suma que el presupuesto federal para atender la salud materna y perinatal es “errático y poco transparente”, según han denunciado grupos civiles.
 
En 2014 –de acuerdo con datos oficiales–, 835 mujeres murieron por causas prevenibles durante el embarazo, parto y puerperio, flagelo conocido como muerte materna (MM).
 
En estados como Chiapas, el 40 por ciento de los partos no son atendidos en unidades médicas y cientos de mujeres no acuden a las cinco consultas prenatales recomendadas.  


Uno de los dos compromisos internacionales en los que México falló fue en la erradicación de la MM. Si bien hubo una reducción pasando de 88.7 a 43.0 muertes por cada 100 mil nacidos vivos entre 1990 y 2013, esto sólo representa un avance del 68.7 por ciento con respecto a la meta comprometida para 2015, de 22.2 decesos por cada 100 mil nacidos vivos (Razón de MM).  
 
NADA QUE FESTEJAR
 
Mientras esperaba el transporte comunitario que la llevaría de la cabecera municipal de Miahuatlán a la comunidad de Santa Lucía, en el estado de Oaxaca, “Cata” contó a Cimacnoticias que fue “robada” por un hombre mucho mayor que ella a los 13 años de edad.
 
Dijo que su escasa educación no le permitió identificar que “el robo” en realidad fue una violación sexual, por lo que ella no sabía que podía interrumpir el embarazo producto de esa agresión.
 
Sin más opciones que irse a vivir con el agresor, “Cata” se convirtió en madre y durante su embarazo sólo acudió a dos consultas médicas, “porque hago casi hora y media de camino y luego me gasto más de lo que mi esposo me da para la comida de ese día”.
 
Sin acceso a anticonceptivos, la historia de un embarazo no planificado se repitió en tres ocasiones más para esta mujer.
 
Cuando nació su primer hijo “Cata” se afilió al programa Oportunidades (ahora Prospera). Ya con tres hijos el apoyo económico aumentó y ahora recibe mil 500 pesos al mes, que utiliza para comprar leche y pagar los pasajes cuando tiene que llevarlos a los menores de edad a sus consultas médicas.
 
Con motivo de la efeméride del 10 de Mayo, la organización internacional Save The Children presentó el informe “Estado mundial de las madres”, en el que sostiene que México “no es un buen lugar para ser madre”, ya que sitúa al país en el lugar 53 de 179 naciones.
 
La organización señala que una de cada 790 mexicanas está en riesgo de MM; el índice de mortalidad en menores de cinco años es de 16.2 muertes por cada mil nacidos vivos; en promedio las mujeres apenas cuentan con 12.8 años de educación formal, y su ingreso diario es de sólo 135 pesos, “condiciones que no son óptimas para las madres y sus hijas e hijos”.
 
De acuerdo con Save The Children, el país no ha logrado garantizar que las mujeres no mueran durante el parto debido “al descuido de las necesidades de planificación familiar, del estado de salud y nutrición de las madres, la escasa capacidad de los trabajadores de primera línea y el acceso a servicios de calidad, oportunos y con enfoque intercultural, inclusive la inversión no ha sido suficiente”.
 
SISTEMA DE SALUD EXCLUYENTE
 
De los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es uno de los que menos invierte en salud: apenas 6.2 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB).
 
El sistema de salud mexicano –agrega la organización internacional – “excluye a los más vulnerables, impone cargas y barreras que dificultan el acceso aun cuando recientemente se han creado mecanismos de protección en salud”, ya que aunque se han ampliado los servicios, la calidad de éstos continúa siendo un factor clave de la desigualdad en la garantía del derecho a la salud.
 
Así, la mitad de las mujeres que perdieron la vida por MM en 2012 estaban afiliadas al Seguro Popular, y fue hasta 2013 que se difundieron en los medios 11 casos de mujeres que fueron rechazadas de los servicios médicos y se vieron obligadas a parir en la vía pública.   
 
Save The Children destaca que los seis principales programas para la atención de la salud materno-infantil carecen de los recursos necesarios, pues la suma del presupuesto de todos ellos no rebasa el 3 por ciento del gasto programable en salud.
 
Otra brecha –identificada por la organización– de suma importancia para garantizar a las mujeres un embarazo y maternidad saludables son los retrocesos en materia de planificación familiar, ya que de 1997 a 2009 no se logró aumentar el uso de anticonceptivos entre las adolescentes, y por el contrario se observó un descenso de 45 a 44.4 por ciento en el uso de métodos de control natal.  
 
Save The Children llamó a acelerar el progreso en materia de salud y bienestar de las madres, y advirtió que “para que una política pública sea efectiva es importante que su operación sea eficiente y eficaz, aunado a esto si una política se constituye en el discurso público como una prioridad, ésta debe ir acompañada de recursos financieros para ser implementada”.



CIMACFoto: César Martínez López, Por: Anaiz Zamora Márquez, Cimacnoticias

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