"Tenemos que quitar ese mito de que ya somos muy democráticos como mexicanos, podemos serlo, tenemos que lograrlo. Requiere una gran lucha social y periodística", dijo.
(Foto: Karina Maciel)
“Me di cuenta de que ya estamos en otro momento, sobre todo a partir del primero de diciembre de 2012, en que regresa al poder el viejo partido autoritario,
tenemos una consolidación autoritaria, ni siquiera es cuestión de que
es parcial nuestra democracia, sino que si tienes una mirada más larga,
estamos en el mismo sistema de autoritarismo neoliberal, que no empieza
en 1929… el autoritarismo neoliberal nace con el PRI en 1946, con el
sexenio de Miguel Alemán”, expuso en entrevista para Aristegui CNN al presentar su más reciente libro El mito de la transición democrática.
Percibió “muchas similitudes entre Miguel Alemán y Enrique Peña Nieto,
en la forma de gestionar el poder, de tener grandes complicidades entre
empresarios y gobierno, en el rompimiento del pacto histórico de la
Revolución Mexicana que tenía el gran compromiso con la justicia social,
igualdad, la participación”.
Por lo que “en 2018 vamos a cumplir 72 años de un sistema de
autoritarismo neoliberal. Este es un libro también de optimismo, es de
crítica… también es de propuestas, estoy con un gran optimismo. Ceo que
es una mentira que la sociedad mexicana es apática, aquí aporto datos,
estadísticas, encuestas que demuestran que la sociedad de ninguna manera
acepta el estado de las cosas”.
Los mexicanos estamos “exigiendo una verdadera democracia, nos
queda claro que este sistema que mata estudiantes, censura periodistas,
reprime a marchas, no apoya a sus maestros y a sus pobres, no es un
sistema democrático, estamos conscientes. Nos falta todavía organizar
esa esperanza, ponernos de acuerdo”.
Los jóvenes de hoy “están muy conscientes de que esta situación
que estamos viviendo no les corresponde, que México merece mucho más
que esto y ellos están dispuestos a luchar para que esto ocurra”,
afirmó.
Recordó que “internacionalmente somos reconocidos por este autoritarismo-democracia
simulada, por ejemplo cada seis años, nunca hemos tenido un dictador…
el asunto es la idea de replantear el régimen, cuando era joven en los
noventa, teníamos muy claro esto con el movimiento Zapatista, el
nacimiento del PRD, teníamos claro que necesitábamos un cambio de
régimen. Hoy nos quieren quitar esa esperanza o esa visión utópica”.
En México “sabemos que no es suficiente solamente celebrar elecciones,
sino que exigimos más. Tenemos en cierto sentido una consciencia
política más desarrollada porque sabemos que no es suficiente sólo
votar. Necesitamos que con las elecciones haya un impacto en la gestión
de gobierno”.
“Había un momento de esperanza democrática en la creación de
organismos autónomos, hoy esos organismo autónomos han sido cooptados de
la misma forma que las otras instituciones en el pasado. Tenemos
una mezcla: el fraude a la antigüita, de la compra directamente del
voto e incluso de robo de urnas, viejos fenómenos. Y se complementa con
las nuevas tecnologías del fraude, financieras por ejemplo”, indicó
Ackerman.
“Nuestras elecciones no están representando la voluntad popular, tenemos que plantear algo de una alianza clara, entre movimientos sociales y partidos políticos… que representen una visión diferente”, sostuvo.
Candidaturas independientes
“Soy un gran escéptico de las candidaturas supuestamente
independientes, porque conozco muy bien cómo funcionan las candidaturas
independientes por lo menos en los Estados unidos… Jaime Rodríguez “El
Bronco”, ¿cómo es que llega a ser gobernador de Nuevo León? Él
está en el PRI hasta unos seis o siete meses antes de las elecciones,
hace una alianza con grandes intereses económicos del estado de Nuevo
León que lo apoyan y logran que sea gobernador”, contó.
“No es una persona que viene de abajo, ciudadana. Es una persona que sale del PRI y pacta con intereses económicos. No es un candidato independiente”, aseguró.
Tenemos “que visualizar nuevas formas de organizarnos, no exclusivamente partidistas, la solución para mí es partidos-movimiento social, no un salvador, un Mesías”, abundó.
Precisó que el libro “es una invitación a pasar a otra etapa, tanto del régimen político, como la acción política social. Hemos estado 20-30 años luchando por la transición democrática, y ha fracasado”.
“Tenemos que tener los ojos abiertos, ver las cosas de frente, ver que estamos en medio de una consolidación autoritaria terrible”, pidió.
“El último capítulo contiene algunos planteamientos o provocaciones de propuestas…
las instituciones están ahí, hay que valorarlas, mantenerlas,
defenderlas, y ocuparlas y tomarlas para que cumplan con su mandato
constitucional”, finalizó.
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