No se irán de cercanías de Los Pinos hasta que inicie búsqueda
En
el mes 14 de la desaparición forzada de 43 estudiantes en Iguala,
Guerrero, sus madres y familiares marcharon en esta ciudad e instalaron
un plantón indefinido en las cercanías de la residencia oficial de Los
Pinos, para exigir que se conforme ya el nuevo grupo técnico que estará a
cargo de la búsqueda de los normalistas.
A las 4 de la tarde de ayer en la glorieta del Ángel de la Independencia, sobre Paseo de la Reforma, las madres de los 43 caminaron en sentido contrario a como siempre lo han hecho, pues en esta ocasión, en lugar de ir al Zócalo, marcharon directamente hacia Los Pinos.
Las madres iban determinadas a iniciar un plantón por los días que fueran necesarios afuera de la casa de Enrique Peña Nieto, quien no ha cumplido ninguno de los 20 compromisos que firmó en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hace más de un mes, recordó Hilda Leguireño Vargas, madre del desaparecido Jorge Antonio Atizapa.
La mujer, cuya voz estaba afectada por una fuerte infección en la garganta, expresó que entre los compromisos incumplidos, los más urgentes son que la investigación del caso, que llevaba la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), pase a manos de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.
También –insistió la mujer– que se reactive cuanto antes la búsqueda de sus hijos desaparecidos porque –consideró– el gobierno federal está retrasando el cumplimiento de cada punto a fin de agotar el tiempo del Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes de la CIDH, que estará en México hasta abril de 2016.
Por varios minutos durante la marcha, el micrófono lo llevó María de Jesús Tlatempa Bello, madre del desaparecido Eduardo Bartolo Tlatempa, que alzó la voz por todas las mujeres presentes y narró a gritos las infamias del gobierno en contra de los estudiantes.
También hablaron dos jóvenes mujeres, ambas estudiantes de una Normal del estado de Morelos, que pidieron el cese de la represión contra sus compañeros normalistas de Ayotzinapa.
Las madres, con su acostumbrado paso seguro y la mirada al cielo, caminaron hasta donde la horda de granaderos que las esperaban en las inmediaciones de Los Pinos les permitió el paso.
La policía se impuso con su clásica muralla de fierro, mientras las madres y familiares se instalaron de frente. En un mitin a la mitad de la calle expresaron al micrófono sus exigencias: que se nombre un nuevo fiscal para la investigación, que se conforme el grupo técnico que estará cargo, y se informen sobre las nuevas líneas de investigación y de búsqueda.
Si a las madres se les demuestra que cada uno de esos acuerdos ya está en marcha, entonces levantarán el plantón, aclaró Vidulfo Rosales, abogado de las familias, y añadió que luego de la audiencia en la CIDH el pasado 20 de octubre “las investigaciones se empantanaron. El avance para llegar al conocimiento de la verdad se encuentra estancado a pesar de que el gobierno mexicano se comprometió que a la semana siguiente se cumpliría la mayoría de los acuerdos”.
Durante el mitin –en el que se informó que cuatro policías comunitarios de Guerrero acababan de ser abatidos por agentes del Estado–, Cristina Bautista Salvador, madre del desaparecido Benjamín Bautista, exigió que Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, y Arely Gomez, procuradora general de la República, “den la cara”.
La mujer también llamó a las mamás de familiares desaparecidos que se sumen al plantón, donde estarán acompañadas de otras organizaciones civiles.
Mientras Cristina hablaba, un grupo de jóvenes acomodaba a sus pies una hilera de figuras de cartón con la cara de algunos normalistas y la forma de una tortuga. Las madres, formadas en media luna, rodearon en silencio la artesanía.
Al mismo tiempo, y mientras el cielo oscurecía, otros jóvenes con la cara cubierta y vestidos de negro se pasaron al frente del mitin e increparon a los granaderos.
Sin embargo, los jóvenes fueron llamados desde el micrófono para que contuvieran las agresiones, ya que si bien ellas no se asumen como pacifistas, “la lucha aún es larga”, les dijo Vidulfo Rosales. Fue así como la confrontación que se veía inminente derivó en un acuerdo entre las y los manifestantes.
Al final del mitin, las madres caminaron nuevamente en sentido contrario. Paseo de la Reforma –rodeado de policías de tránsito y granaderos– colapsó por algunos minutos, mientras que con una manta negra con letras de tela que decían “Ayotzinapa”, algunos jóvenes pedían tregua al tráfico vehicular.
A las 7 de la noche con 49 minutos, Rosales declaró iniciado el plantón. Frente a los ojos de transeúntes y medios de comunicación, las y los activistas se organizaron para instalar las carpas donde se instalarían las familias.
Las madres quedaron apenas cubiertas entre lonas blancas donde resistirán en la calle por tiempo indefinido las últimas noches de este noviembre que es cada vez más frío.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.-
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