Escribo este artículo con la esperanza de que llegue a manos de las y los diputados del Congreso de la Ciudad de México.
Ciudad de México. Alemania es un país donde se legalizó la prostitución y se normalizó al grado de que más de un millón de hombres compran sexo diariamente. Cerca de medio millón de mujeres son vendidas en 3 mil 500 burdeles,
en las calles, en las instalaciones sexuales con acceso vehicular, y
otros lugares. Porque las leyes permiten a los hombres comprar sexo con
impunidad, la industria sexual en el país es enorme y la explotación sexual está fuera de toda proporción.
Pero las cosas
están a punto de cambiar. Gracias a los incansables esfuerzos de las
abolicionistas alemanas y la presión de la comunidad internacional
abolicionista, las y los políticos alemanes están finalmente reconociendo que
las políticas de la prostitución legal de su país ha sido un desastre épico –un
desastre que ha facilitado y promovido la trata con propósitos sexuales y la
explotación masiva de mujeres y niñas a lo largo de la nación.
El cambio ya está en el horizonte para Alemania, ya que la semana
pasada se anunció que dos prominentes legisladores manifestaron su apoyo público para el Modelo Abolicionista también conocido como el “Modelo Nórdicoo de la Igualdad”.
El Presidente del
Grupo de la Unión de la Democracia Cristiana (CDU por sus siglas en inglés) y
la Unión Social Cristiana (CSU por sus siglas en inglés) Thorsten Frei, y la vocera
por los derechos y políticas de consumo del CDU/CSU Elisabeth
Winkelmeier-Becker, hicieron una declaración pública sobre su intención de
implementar leyes que criminalicen a los compradores de sexo (prostituyentes o
puteros), a los proxenetas y dueños de los burdeles en Alemania.
Frei compartió: “En realidad, la prostitución significa para
muchas mujeres que son atraídas con falsas promesas, explotadas y
abusadas por años en las formas más terribles. Por eso estamos comprometidos en adoptar el ‘Modelo Nórdico’ también en Alemania, porque
de acuerdo con este modelo, los prostituyentes o puteros, y no las
personas en situación de prostitución, son los que se deben castigar. Muchos
países Europeos –-Suecia, Noruega, Islandia, Francia, Irlanda e Irlanda
del Norte—ya están usando este modelo. Debemos asegurarnos de que la
alfombra se sacuda hasta que logremos erradicar los servicios
degradantes como la tarifa libre en los burdeles. Queremos continuar
luchando efectivamente contra la prostitución y la trata que empezó en
el pasado periodo legislativo dejando de criminalizar a las personas en
prostitución. Para lograrlo, nos hemos aproximado a las fuerzas
políticas de nuestra coalición, por lo que esta propuesta ha logrado
consenso, y esperamos lograr el apoyo suficiente para que este proyecto
pase en el Parlamento.”
Elisabeth Winkelmeier-Becker también declaró: “Los casos de
prostitución voluntaria, libremente elegida, son la excepción. En muchos
casos, las mujeres en prostitución son explotadas sexualmente en formas
inimaginables. También nosotras y nosotros, todas y todos, como
sociedad, estamos afectados cuando para muchos hombres la imagen de la
mujer está dominada por el sexo comercial. Es por eso, entonces, necesario que logremos un cambio paradigmático. Alemania no puede ser el burdel de Europa.”
Ambas
manifestaciones han marcado un momento monumental para Alemania ya que se
trataron de opiniones públicas oficiales sobre la prostitución que ha empezado
claramente a apoyar este proyecto a lo largo y ancho del país. Los cambios
empezaron después de años de campañas para concientizar a los legisladores sobre
los daños de la legislación. Pero el cambio paradigmático realmente comenzó en
2015, cuando fue enviada una carta a Angela Merkel firmada por cientos de
ONG internacionales descalificando la actual política de prostitución y
apoyando el Modelo Abolicionista.
Alemania ha pagado un precio muy alto por su equívoca política de
legalizar la prostitución y si este cambio de paradigma se concreta, se
desplomaría uno de los más importantes baluartes del reglamentarismo de
la prostitución. En cambio, en México, los progresistas liberales del
Congreso de la Ciudad se atreven a proponer su reglamentación para la
Ciudad. Ojalá no nos suceda lo mismo que a Alemania.
Quisiera recordarles a las y los diputados que conforman la fracción
parlamentaria de MORENA, que el Principio 8 de sus Estatutos establece
que:
“Rechazamos
cualquier forma de opresión: el hambre, la pobreza, la desigualdad, la
exclusión social y la explotación. Nos oponemos a las violaciones de los
Derechos Humanos y la corrupción gubernamental. Luchamos contra la violencia
hacia las mujeres y contra cualquier forma de discriminación, por razón de
sexo, raza origen étnico, religión, condición social, económica, política o
cultural. MORENA promoverá y luchará por la igualdad real entre mujeres y
hombres.”
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