Comisionado José Alonso Novelo Baeza
Tenemos que confiar en que los empresarios
están dispuestos a obedecer el marco jurídico sin discusiones, expresa
el titular de titular de la Comisión Federal para la Protección contra
Riesgos Sanitarios
▲ Novelo Baeza pide que no se juzgue a priori su falta de experiencia regulatoria.
Con la industria farmacéutica
estamos tratando de construir una relación de confianza, pero con prudencia. Tenemos que confiaren que los empresarios están dispuestos a obedecer el marco jurídico sin discusiones y terminar con actitudes que en los primeros meses de esta administración dejaron en evidencia prácticas alejadas del compromiso con la protección de la salud y prevención de riesgos sanitarios, expresó José Alonso Novelo Baeza, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Reconoció que el sector es estratégico. En todos los países la industria farmacéutica lo es, para no depender del exterior, y
debemos apoyarla, pero bajo un esquema de equilibrio con la salud.
En México esa circunstancia no se ha dado, y se hace evidente en las
dificultades para obtener medicinas que están coptadas por monopolios.
De hecho, dijo, los laboratorios han causado los mayores problemas en
estos primeros meses de gobierno.
Confiamos en que todo eso va a disminuir y cumpliremos el encargo de tener una industria farmacéutica ejemplar para el mundo.
Novelo Baeza es el primer comisionado con formación de médico. Es
especialista en pediatría, se autodefine incorruptible y responde a
quienes le critican falta de experiencia en regulación sanitaria:
Un currículo no es garantía de nada; pide que se le juzgue por su desempeño, no a priori, porque
eso es descalificar.
En entrevista, la primera con un medio impreso, comentó sobre las
acciones que lleva a cabo para desmantelar la corrupción en la Cofepris.
Una, con los terceros autorizados, figura creada en la pasada
administración, con el argumento de subsanar la falta de capacidad para
resolver con agilidad los trámites de registros de medicinas,
dispositivos médicos o publicidad.
Hay irregularidades y puertas giratorias:
Personal de aquí se fue a crear sus empresas de terceros autorizados, lo que se presta a sospechasy enfatizó:
No habrá facilidades para el negocio y la corrupción.
El funcionario también comentó su visión sobre la regulación de la
cannabis. Dijo que el próximo reglamento se centrará en los posibles
usos terapéuticos de algunos derivados de la planta y la investigación
científica. Nada más.
–¿Se regularizó la actividad de la Cofepris en la solución de trámites, cómo va con el rezago?
–Encontramos trámites pendientes desde 2006, alrededor de 22 mil,
sobre los que antes nadie se quejó, como si no existieran. De pronto nos
exigen atenderlos de inmediato cuando se trata de expedientes
incompletos, en desorden. Eso complica la operación de la Cofepris. Aún
así se ha resuelto la mitad y a la vez recibimos 850 nuevos cada día, de
los cuales entre 85 y 90 por ciento son de registros de medicamentos,
dispositivos y plaguicidas.
–¿Funcionan los terceros autorizados?
–En teoría, se crearon porque la Cofepris no podía atender los
trámites a tiempo. Los terceros autorizados son agencias que se aprueban
aquí, para que desde afuera ayuden en la revisión de expedientes. Pero
no fue así. Encontramos personal de Cofepris que iba uno o dos días
enteros con los terceros. Les hacían el trabajo por el que esas empresas
cobran a los fabricantes.
“Además, en sus anuncios ofrecen reducir a la mitad el tiempo para
resolver el trámite. Algunos lo hacen, pero estamos viendo si
mañosamente se prolongaron los tiempos de entrega de la comisión para
favorecer a terceros autorizados. También existen las puertas
giratorias: personal de aquí se fue, ya tenía relación con la industria y
creó sus empresas. No digo que sea relación insana, pero se presta a
sospechas.
–¿Cuántos de los terceros autorizados operan de manera irregular?
–No sabemos todavía. Todos están en revisión. No se atropellarán los
derechos de nadie, pero tampoco habrá facilidades para el negocio y la
corrupción. Si demostramos que la Cofepris tiene la capacidad sin
terceros autorizados, adiós. Mientras, les damos el beneficio de la
duda, pero sí vamos a depurar.
–¿Es compatible la protección de la salud con la relevancia económica de las industrias sujetas a regulación sanitaria?
–Sí, dentro de un marco jurídico. Las inversiones deben tener una
retribución justa. En países nórdicos y europeos hay un equilibrio entre
la industria y la salud.
–¿En México hay ese equilibrio?
–No. El ejemplo más claro y reciente es el etiquetado de alimentos y
bebidas que responde a los intereses de las empresas. En la industria
farmacéutica tenemos que asegurar el cumplimiento del marco jurídico sin
discusiones y con un piso parejo para devolver certidumbre a las
empresas que se han retirado porque no pudieron competir contra algunos
que tuvieron privilegios y crearon monopolios.
–¿Qué opinión tiene del marco jurídico?
–Está bien, pero todo es perfectible. En la revisión de las normas
vamos a encontrar la oportunidad de hacer que la Cofepris sea más
eficiente, ágil y transparente.
–¿Desconfía de la industria farmacéutica?
–Estamos tratando de recuperar la confianza. Es la única manera de relacionarse sanamente.
–¿Se puede confiar en quien miente con la intención de hacer daño como ha dicho?
–Sí. Todos tenemos segundas y terceras oportunidades de corregir. Y
las empresas tienen la disposición. Tenemos que confiar, con mucha
prudencia y cautela, que están dispuestas a cumplir la ley, con las
buenas prácticas de manufactura. En conjunto debemos revisar las normas
para simplificarlas.
–¿Qué es lo más grave encontrado relativo a corrupción?
–La presencia de una industria farmacéutica que, sin generalizar, no
cumplía con los procesos. Vamos a revisar las 359 plantas que fabrican
insumos para la salud porque aunque se las ha verificado, incumplen con
las buenas prácticas de manufactura. No es acosarlas, sino ver sus
deficiencias para que las corrijan y demuestren compromiso con la
protección de la salud.
También puntualizó: se conseguirán los medicamentos que la población
necesite, donde sea, si las condiciones del país no garantizan el
abasto.
–¿Hay aspectos positivos en la comisión?
–Están en las áreas que fueron descuidadas y podemos recuperar, como
la herbolaria; el fortalecimiento de la farmacovigilancia, que ya
iniciamos; la construcción de un sistema integral digitalizado para
procesos y trámites, y la eliminación de plaguicidas que se usan en
México, y en otros países están prohibidos.
Tenemos la oportunidad de elaborar un mapa nacional de riesgos
sanitarios, reforzar la información sobre el riesgo del uso de
vapeadores y cigarros electrónicos, así como armonizar el reglamento
para el uso terapéutico de la cannabis y sus derivados. Lo recreativo y
lúdico no pertenece al sector salud.
–¿En su comparecencia en el Senado dijo que detrás de la mariguana hay un interés económico?
–Sí, es vox populi. Sin embargo, no estamos cerrados a
conocer de investigaciones, nada más que las empresas tienen que cumplir
con la metodología científica, formar parte de un padrón de
investigadores de prestigio y calidad. Si surge un medicamento, deberá
demostrar seguridad, calidad y eficacia y que esté por encima de alguno
existente. Entonces se autorizaría el registro sanitario.
Foto Guillermo Sologuren
Ángeles Cruz Martínez
Periódico La Jornada
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