El Memorando de Entendimiento recién firmado entre México y California para
ampliar el intercambio comercial y las inversiones entreambas partes, es asunto mayor para el bienestar ciudadano de aquí y allá. En síntesis, se trata de ampliar y fortalecer nuestra relación con la quinta economía del mundo, sólo después de EU, China, Japón y Alemania. En la nota emitida se indica que México “es un socio estratégico para California: en 2018 el comercio bilateral ascendió a 74.7 mil millones de dólares.( La Jornada 7/10/19). Para empezar a discernir el calibre de esta vinculación, téngase presente que la economía de California, mayor a la de Inglaterra y dos veces la de España, tiene un PIB que superó los 2.7 billones de dólares ( trillions) en 2017. El PIB de Brasil fue de 1.8 billones y el de México, de 1.04 billones de dólares.
La secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín firmó el documento
con Eleni Kounalakis vicegobernadora de California, quien encabezó una
delegación de funcionarios, legisladores y empresarios en visita
oficial. Los sindicatos de cuello blanco y azul, de enorme peso en el
pulso económico de California luego de la gran recesión mundial de
2008-2009, que casi quebró al Estado, brillaron por su ausencia.
California cuenta con un estudiantado de alta capacidad, ellos y ellas
mismas trabajadores procedentes de familias obreras, campesinas y de
clase media y alta. Lee Obanian, profesor de economía en la UCLA dijo a
Beatriz Diez, corresponsal en Los Ángeles de BBC-Mundo (28/4/18):
El logro es excepcional y no se debe tanto a lo grande que es (el estado apenas tiene casi 40 millones de habitantes, pero su economía ha superado por ejemplo la de Reino Unido, que tiene más de 60 millones), sino que denota la alta productividad de sus trabajadores.
Por múltiples razones de corto, mediano y largo alcance, desde lo
histórico-migratorio hasta para asuntos vinculados con la economía, la
transición mexicana hacia energías limpias, la regulación de los gases
de efecto invernadero (GEI), la electrificación de la movilidad de
pasajeros y carga y el combate al acelerado calentamiento atmosférico,
el fortalecimiento de esos vínculos es de alta potencialidad tanto para
la Cuarta Transformación (4T) en curso en México, como para los
esfuerzos californianos contra la depredación de sus ecosistemas, hoy
bajo presión , como en México por intereses vinculados a proyectos para
la explotación de combustibles fósiles, convencionales, no
convencionales y extremos ( fracking), aguas, profundas y ultraprofundas.
Las contradicciones entre el gobierno federal de EU y California se
hacen sentir desde el arribo de Donald Trump a la Casa Blanca: su
negacionismo ante el cambio climático chocó fuerte con la alta
sensibilidad ambiental californiana y, en especial, en torno a la
extinción de especies y al combate al calentamiento en curso del
planeta. La discrepancia incluso llevó a propuestas tipo Calexit:
el movimiento de los que quieren que California abandone EU tras la
victoria de Donald Trump. Las tensiones son altas como cuando Trump
amenazó con anular el derecho de California de inspeccionar y regular
las emisiones del parque vehicular: autos y camiones, principal fuente
de GEI lanzados por EU a la atmósfera, una prerrogativa otorgada por
Nixon en 1970.
En septiembre Trump cumplió con su amenaza y, además, instruyó a la
Agencia de Protección del Medio Ambiente y al Departamento de Transporte
negar a California el requerir que las automovilísticas ofrezcan autos
de
emisión cero. De inmediato, el gobernador de California Gavin Newson, inició lo que sería
la sesentava demandaante las agresiones del régimen Trump, según indicó a Dana Goodyear autora de Trump’s War on California and the Climate, publicada en The New Yorker 21/9/19. Días después, con la demanda legal lista, Newson, le agregó: “el medio ambiente es la política exterior de California. Donde podemos presentarnos es en el escenario internacional y no sólo en el nacional. De lejos es la demanda más consecuente: tenemos la ley de nuestro lado, tenemos los hechos de nuestro lado, tenemos la ciencia de nuestro lado y tenemos la autoridad moral –no sólo la autoridad formal– para dar la pelea” ( To fight back).
¿La respuesta? El 4 octubre Associated Press informó que “el gobierno
federal abrió 294 mil hectáreas la mayor parte en el Valle Central de
California a la perforación de petróleo y gas, en moratoria ( off-limits)
desde 2013. El Buró de Administración de Tierras del Departamento del
Interior indicó que había aprobado la decisión para permitir
perforaciones en busca de petróleo y gas en terrenos localizados en el
Valle Central, pero también en otras partes de la costa central.”
El del presidente es un golpe de cuño hitleriano: lanza la toxicidad
fósil y climática contra el pueblo californiano, la humanidad y el orbe.
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