El cuerpo fue encontrado en CU en mayo de 2017
La sentencia se fijará el 16 de octubre; la abogada de la joven pide una pena de 60 años
Ejemplo de justicia para todas las mujeres que nos han sido arrebatadas: madre
▲ Decenas de personas acompañaron a la madre de la joven, quien dijo que en el caso se hizo justicia.
Jorge Luis González Hernández fue declarado culpable por
feminicidio en contra de Lesvy Berlín Rivera Osorio, quien fue hallada
sin vida junto a una caseta telefónica el 3 de mayo de 2017, en las
inmediaciones del Instituto de Ingeniería de la UNAM.
Por unanimidad, el Tribunal de Enjuiciamiento –integrado por tres jueces– determinó que el acusado
sí privó de la vida a Lesvy, con lo que descartó la hipótesis del suicidio, porque el cable del auricular telefónico no tenía nudo, además de que en las uñas de la mano derecha de la joven de 22 años se encontraron restos de sangre de su entonces pareja.
La sentencia condenatoria que recibió el sujeto –dos años, cinco
meses, una semana y cuatro días después de la muerte de Lesvy– se
definirá en la audiencia del próximo 16 de octubre.
La abogada de la familia pidió al Tribunal de Enjuiciamiento que
aplique la pena máxima de 60 años por feminicidio agravado, cuya sanción
mínima es de 30, además de que en esa fecha los jueces emitirán las
acciones a cumplir para la reparación del daño.
También se ratificará que el delito por el que se le dictó sentencia
condenatoria a González Hernández es por feminicidio agravado, toda vez
de que durante el proceso judicial se actualizó que la relación entre él
y Lesvy fue sentimental y no de confianza, en la que de manera
recurrente ejerció violencia de género.
La defensa del imputado tendría cinco días para apelar el fallo de
los jueces que sesionaron en la sala de oralidad 1 del Tribunal Superior
de Justicia, a un costado del Reclusorio Oriente, en donde está preso.
De acuerdo con los testigos de Lesvy, de noviembre de 2016 a mayo de
2017 dicho sujeto cambió de domicilio en tres ocasiones, tiempo en el
que se percataron del maltrato físico y verbal que ejercía contra la
joven, quien llegó al extremo de descuidar su aspecto personal y
alimentación, por lo que su delgadez era notoria, y se conoció que en
ocasiones sólo comía una vez al día.
No tenía teléfono celular ni llaves del departamento que rentaban en Coyoacán, además se alejó de sus amistades y de su mamá.
Con las declaraciones de los testigos en las distintas audiencias del
juicio oral, que empezaron en septiembre pasado, el Tribunal de
Enjuiciamiento determinó que el responsable ejerció sobre ella gritos,
insultos, golpes, amenazas, asedio y que la forma en que le dio muerte
fue
asfixia por estrangulamiento.
La sentencia de los jueces se determinó tras analizar los elementos
de prueba, a pesar de que en el video de los últimos momentos de Lesvy
no se observa la agresión, sólo se le ve caminar en el campus
universitario junto con su ex pareja y el perro.
Antes de que concluyera la audiencia –que se prolongó por casi seis
horas– la mamá de la víctima, Araceli Rivera, dijo con lágrimas en los
ojos y la voz cortada que el fallo judicial
es ejemplo de justicia para Lesvy y para todas las mujeres que nos han sido arrebatadas.
A la salida realizó un mitin afuera del reclusorio acompañada por
madres de mujeres asesinadas y desaparecidas, de representantes de
organizaciones no gubernamentales, así como de las estudiantes de la
UNAM que el 5 de mayo de 2017 realizaron una marcha en Ciudad
Universitaria en la que gritaron
¡No fue suicidio, fue feminicidio!
En las audiencias pasadas el sujeto declaró que era inocente y que no la asesinó porque la amaba.
Foto Luis Castillo
Elba Mónica Bravo
Periódico La Jornada
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