En su designación como nueva titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)
no hubo nada anormal, por lo que su objetivo es rendir protesta de su cargo, escuchar a todos los grupos de víctimas y señalar los errores y abusos del actual gobierno, sin que este acto sea visto como una confrontación, afirmó Rosario Piedra Ibarra.
En entrevista con La Jornada, señaló que su militancia política
no es algo de lo que tenga que avergonzarse, al tiempo que puso en tela de juicio la autoridad moral de los partidos que la cuestionan y afirmó que aunque no es abogada ni tiene tantos grados académicos como otros aspirantes, tiene toda la capacidad de desempeñar su cargo.
Cuestionada sobre las dudas que genera su designación, en particular
sobre el tema de su independencia frente al Ejecutivo, la activista del
Comité Eureka dijo que en ningún momento trató de ocultar su pertenencia
a Morena y aclaró que ella se acercó a dicho partido cuando era un
movimiento social sin registro, con el ánimo de producir un cambio en el
país.
No tengo nada de qué avergonzarme, porque esto es un acto de congruencia con mis convicciones. En el cargo para el que fui electa se contaron los votos legalmente y los escrutadores fueron del PAN, por eso me sorprende todo lo que está pasando y lo veo como un acto mediático de grupos de poder que no quieren que las cosas cambien, resaltó.
Aunque señaló que el presidente Andrés Manuel López Obrador no es su amigo, Piedra Ibarra lo definió como
una persona congruente e íntegra. Es una persona muy cercana, a quien respeto porque creo que está haciendo esfuerzos para cambiar las cosas en este país, pero si creemos que en algo está fallando, si nos parece que no está eligiendo el rumbo adecuado, se los vamos a decir, sin ver eso como un enfrentamiento.
Sobre la exigencia de que se invalide la votación en la que fue electa, la nueva ombudsperson afirmó que los únicos que pueden definir eso son los senadores.
Quienes dudan si tiene el perfil adecuado para dirigir la CNDH
están equivocados, porque no soy abogada ni experta (en temas legales), pero tampoco soy ignorante.
La desaparición forzada de un ser querido, dijo,
es un curso intensivo para aprender qué es justo, y como familia esto nos hizo autodidactas, sin que eso quiera decir que no me voy a allegar de expertos y personas con conocimientos teóricos, pero que también comprendan al pueblo. No voy a defraudar a nadie y mi conciencia está tranquila.
Fernando Camacho Servín
Periódico La Jornada
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