Ciudad de México. En el probable debate de una nueva
constitución para Chile el movimiento feminista es una piedra angular para que se
recojan en el proceso los Derechos Humanos de las mujeres ausentes en la actual
Constitución.
El gobierno de Chile anunció este viernes que celebrará un plebiscito
en abril de 2020 donde la ciudadanía se pronunciará si quieren o no una
nueva Constitución que reemplace la 1980 heredada del régimen militar
de Augusto Pinochet.
El acuerdo trata de ser una salida a
las protestas sociales que estallaron en Chile el pasado 18 de octubre por el alza
a la tarifa del transporte Metro, y luego de que el presidente chileno,
Sebastián Piñera replegó en las calles a militares al decretar al país
en estado de emergencia. De acuerdo el Instituto Nacional de Derechos Humanos
(INDH) unas 5 mil 629 personas fueron detenidas y otras 2 mil 9 resultaron
heridas en estas semanas de álgidas manifestaciones.
En este proceso que podría ser histórico para Chile, pues se trataría de la primera constitución en un régimen democrático, las
feministas chilenas ven una oportunidad para articularse y tratar de
incorporar la perspectiva de género en la redacción de la carta
fundamental.
“Al hablar de la nueva Constitución,
que es una demanda amplia, ahí las mujeres jugamos el rol de poder darle
esa perspectiva donde nos incluyan, porque hemos sido relegadas por mucho
tiempo”, dijo la estudiante Deyanira Maulén Gálvez, invitada del Movimiento
Chileno en México en el conversatorio “El feminismo en las aulas
universitarias: obstáculos para la visibilización de las violencias”, que se
realizó este 14 de noviembre en la Escuela Superior de Economía del Instituto
Politécnico Nacional (IPN).
La sociedad chilena actualmente reclama derechos sociales y bienes
que no son reconocidos o garantizados de forma adecuada en la actual
Constitución a pesar de las múltiples reformas que enfrentan. El texto
constitucional establece un “Estado subsidario” por lo que no provee
servicios en ámbitos de la salud, educación o seguridad social, así
tampoco del agua o la vivienda. Esta provisión queda en manos privadas.
En este sentido las feministas han abogado en las movilizaciones
actuales a “visibilizar la precarización de la vida”, externó Maulén
Gálvez. Pero también apuntó a que exigen en la redacción de la nueva
Constitución se incluyan derechos fundamentales de las mujeres como la
igualdad, el reconocimiento al trabajo doméstico y de cuidado, derechos
sexuales y reproductivos, derecho a una vida libre de violencia, y una
educación no sexista.
Este último es un reclamo especial de las jóvenes, una nueva ola del
feminismo que en 2018 paralizó, en el llamado “Mayo feminista”, una
veintena de universidades a raíz de los casos de acoso y hostigamiento
sexual del profesorado contra las alumnas. El movimiento nació “desde la
rabia desde la impotencia. Dijeron tenemos que hacer algo”, contó
Deyanira.
Pero las demandas y preocupaciones de
las chilenas han sido relegadas en otras discusiones como las que se suscitaron
en el anterior periodo presidencial de Michelle Bachelet, quien inició en 2015
un proceso constituyente.
Si bien entonces se abrieron cabildos para el debate del contenido de
la Constitución, las voces y demandas de las mujeres fueron enterradas
señaló la estudiante de la Universidad de Chile. Esto las ha obligado a
crear cabildos feministas donde intentan visibilizar las necesidades y
derechos de la población femenina.
Resultados de las manifestaciones
En paralelo de la creación de una Constitución para la sociedad de
Chile, Deyanira Maulén advirtió que el movimiento feminista debe exigir
justicia por las violaciones a Derechos Humanos perpetrados desde que el
presidente Sebastián Piñera anunció el estado de excepción del 18 y 28
de octubre.
Maulén presentó en el conversatorio los reportes del INDH que
contabilizan al 10 de noviembre a 5 mil 629 personas detenidas (861 son
mujeres y 634 niñas, niños y adolescentes), y 2 mil 9 personas heridas
en hospitales.
Entre ellas se encuentran 42 personas
heridas por disparo de bala, 643 con disparo de perdigones, 345 por arma de
fuego no identificada, 41 por balines, 938 por golpes, gases entonces otras
agresiones. Resalta entre los datos 197 personas con heridas ocular, una
agresión característica de las represiones que están cometiendo agentes del
Ejército, subrayó la estudiante.
En su última actualización –del 14 de noviembre- el Instituto de
Derechos Humanos también reporta 57 querellas por violencia sexual (que
contempla desnudamientos, amenazas, tocamientos y cuatro violaciones) y
236 querellas por tortura y tratos crueles. Además de cinco homicidios,
de los cuales tres fueron cometidos por funcionarios del Ejército y
también se presentaron ante el Instituto siete casos por delito de
homicidio frustrado.
Las mujeres han sido las primeras en denunciar estos casos, el
primero de noviembre salieron a las calles de Chile ataviadas de negro
en protesta de los asesinatos y violaciones a Derechos Humanos cometidos
por los elementos del Estado.
Después de más de 20 en los que Chile ha vivido debates
constitucionales relacionados no sólo al contenido de la Constitución
también su origen, en la consulta de 2020 la ciudadanía también dirá qué
tipo de órgano tendría que redactar la nueva Constitución: una
“convención mixta constitucional”, compuesta en un 50 por ciento por
parlamentarios y otro 50 por ciento por ciudadanos electos para la
ocasión; o una “convención constitucional”, en la que todos sus
integrantes serán electos para este efecto.
Imagen retomada del Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile (INDH).
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