7/25/2013

Caen los ingresos familiares y crece la desigualdad


MONEDERO


Especial
Por: Carmen R. Ponce Meléndez*
Cimacnoticias | México, DF.- 

De 2010 a 2012 el ingreso monetario de las familias que se clasifican en el Decil I, el más pobre, fue de tan sólo 2 mil 332.33 pesos mensuales, un ingreso diario de 77.70 pesos para una familia de 3.7 personas, en tanto que para el Decil X el ingreso diario es de mil 477 pesos, una diferencia abismal de mil 400 pesos.

Las familias percibieron en promedio un ingreso trimestral de 38 mil 125 pesos en 2012, representa una caída en sus ingresos de 14.6 por ciento respecto a 2006, cuyo ingreso promedio fue de 43 mil 698 pesos.

Son datos de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH), correspondientes al bienio 2010-2012, Inegi.

De acuerdo con estas cifras, no se ha recuperado el nivel de ingreso y por tanto de consumo que tenían las familias en 2008, pero el deterioro abarca los seis años (2006-2012), ya que en este periodo la caída del ingreso sin transferencias (recursos en dinero o en especie sin tener que pagar por ello, como por ejemplo los apoyos sociales), es de 15.8 por ciento.

Para 2012 el ingreso trimestral per cápita (por persona) fue de 19 pesos diarios; en contraparte, el nivel X tuvo un ingreso por persona de 439 pesos, una diferencia de 420 pesos diarios. Respecto a 2006 el ingreso más pobre cayó 2.2 por ciento.

La brecha de desigualdad es muy amplia y se refleja en el índice de Gini, que mide la desigualdad de los ingresos. Éste muestra un importante crecimiento: en 2010 era de 0.434 y para 2012 aumentó a 0.440.

Este índice medido sin transferencias de los hogares alcanza 0.503, mientras más cerca del número uno es mayor la desigualdad. 

Más de la mitad de los ingresos son remuneraciones al trabajo subordinado –principal fuente de ingreso de los hogares–; este rubro tan importante disminuyó 4.9 por ciento en el bienio de la ENIGH, pero si se analizan los seis años esta disminución significó  14.1 por ciento.

Es de destacar el crecimiento que presentan los ingresos producto del “trabajo independiente”, derivado del desempleo. En 2010 representaban 11 de cada 100 pesos, para 2012 su participación es de 12.8 pesos.

Las estrategias de supervivencia como transferencias (ayuda de programas de sociales, entre otras) y autoconsumo tienen una fuerte presencia en los hogares más pobres: de cada 100 pesos 37 provienen de transferencias; este renglón sólo representa 15 pesos de cada 100 en los hogares del Decil X.

Un empobrecimiento importante de toda la población, en especial la que se ubica en los primeros siete niveles o Deciles de ingreso, y que representa el 70 por ciento de los hogares del país, 7 de cada 10.

Se registraron 31.6 millones de hogares con un promedio de 3.7 integrantes por hogar; la edad promedio de los jefes de hogar es de 48.6 años y se registraron 2.4 perceptores por familia.

¿EN QUÉ GASTAN LAS FAMILIAS DE MÉXICO?

El gasto corriente se agrupa por Deciles de ingreso y ENIGH lo desagrega en cinco rubros: educación y esparcimiento; cuidados de la salud; vivienda y combustibles; vestido y calzado, y por último alimentos, bebidas y tabaco (ver gráfica).
(VER GRÁFICA AQUÍ)

Para las familias más pobres (Decil I) lo fundamental es el gasto destinado a alimentos, bebidas y tabaco, son 46 de cada 100 pesos, prácticamente la mitad.

En Decil V –con un ingreso mensual de 7 mil 971 pesos– este gasto representa 35 de cada 100, la tercera parte de sus ingresos.

En tanto que en las familias con un ingreso mensual de 44 mil 334 pesos (Decil X) la participación del gasto en alimentos es muy reducido, solo representa 14 por ciento, una diferencia radical.

Es evidente que los aumentos en los precios de alimentos o la posibilidad de un impuesto en este renglón impactan de manera muy desigual a las familias, las más afectadas son las de los primeros niveles de ingreso; cada vez se empobrecen más.

Otro contraste importante es el gasto destinado a educación  y esparcimiento. Los de mejor ingreso (Decil X) destinan a este rubro casi 20 pesos de cada 100; pero los más pobres apenas y pueden gastar 5 pesos (5.2 por ciento).

La educación tiene “clases” y así pierde fuerza como un importante elemento a favor de la capilaridad social para salir de la pobreza.

Sin duda el renglón de gasto más desprotegido o más afectado por la pobreza es “cuidados de la salud”, sólo se destina uno de cada 100 pesos en los hogares más pobres y prácticamente el triple en los de mejores ingresos.

A nivel global, durante 2006-2012, este gasto se redujo 64.5 por ciento, por lo que la calidad de vida y supervivencia física están en entredicho.

En general el consumo se contrajo en forma importante. Con excepción del nivel más alto de ingreso, todos los demás Deciles muestran una disminución en el gasto corriente; el más alto (4.8 por ciento) se registró en el nivel III con un ingreso de 4 mil 257 pesos mensuales.

Conforme a los datos generados por ENIGH, más de la mitad de la población del país son mujeres (51.3 por ciento), pese a ello no se presenta la información desagregada por sexo.

Considerando que esta encuesta es la base que utiliza Coneval para su informe sobre la pobreza del país, es indispensable que las mujeres no sigan invisibles.

Twitter: @ramonaponce

*Economista especializada en temas de género.

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