NACIONAL
CAMPAÑA DSyR JUVENTUD
Rompen esquemas tradicionalistas e informan sobre DH
Jeimi
Cortés, Guadalupe García y Marilyn Ramón, fundadoras de la organización
Mujeres, Lucha y Derechos para Todas | Foto: Lizbeth Ortiz Acevedo
Por: Lizbeth Ortiz Acevedo, enviada
Cimacnoticias | Jocotitlán, Estado de México.- Guadalupe García, mujer mazahua que transgredió las costumbres de su comunidad y con un historial de violencia familiar del que no es ajeno el resto de las indígenas de su localidad, se negó a aceptar el trabajo doméstico invisibilizado como único destino y salió de San Juan Coajomulco, en este municipio mexiquense, para obtener un título universitario y fundar la organización Mujeres, Lucha y Derechos para Todas (Mulyd), y con ello, informar a otras mujeres sobre sus Derechos Humanos (DH).
Junto a Marilyn Ramón, abogada, y Jeimi Cortés, psicóloga, Guadalupe García forma un equipo de trabajo en la región norte del Estado de México, y es a través de Mulyd como contribuye al reconocimiento de los DH de las indígenas mazahuas mediante la gestión de proyectos para fortalecer sus capacidades y liderazgos, con prioridad en los derechos sexuales y reproductivos.
En entrevista con Cimacnoticias, Lupita –como la llaman sus compañeras– comenta que las mujeres mazahuas más afortunadas concluyen la secundaria, pero la gran mayoría a los 15 años ya vive en concubinato y deja de atender a sus familiares para servir ahora a la nueva familia política y a sus propios hijos, quienes sumarán hasta 10 a lo largo de su vida.
Es por ello que estas tres mujeres acuden a los municipios de San Felipe del Progreso, Jocotitlán y Temacalcingo, comunidades con alta marginación, discriminación, analfabetismo, rezago educativo y desnutrición, para llevar información sobre anticoncepción y derechos, y puedan tomar decisiones sobre su cuerpo, sexualidad y vida, lo que les es negado en sus entornos familiares y sociales.
Al cuestionarle los roles de género, Lupita detalla que desde que nace una niña mazahua se le asignan las tareas que desarrollará a lo largo de su vida: harán tortillas, bordarán, cocinarán, limpiarán y también aprenderán a guardar silencio, para que los hombres de su entorno sean los que tomen decisiones por el resto de sus vidas.
Mulyd trabaja con mazahuas brindándoles capacitaciones y atención integral para detener la violencia a la que son sometidas en sus familias, instituciones y comunidades, y una vez que han decido levantar una denuncia, Marilyn Ramón es la encargada de acompañarlas jurídicamente.
Esta joven abogada y egresada de la Facultad de Derecho de la UNAM señala algunos obstáculos a los que se enfrentan en ese acompañamiento, como es la figura conciliadora en los ministerios públicos, en la que las denunciantes son llevadas a un supuesto acuerdo con su agresor, y así evitan que se continúe con el proceso legal, lo que las deja en riesgo al retornar a sus casas.
Sin embargo para que estas mujeres logren tomar este tipo de decisiones, Jeimi Cortés, psicóloga de Mulyd, realiza un trabajo constante en el fortalecimiento de su autoestima y se convierte en una especie de confidente que las acompaña en el proceso emocional y de fortalecimiento.
Jeimi, quien ha logrado detectar abusos sexuales al interior de las familias, relata la satisfacción de algunos casos en los que algunas mujeres mazahuas adquieren la fortaleza necesaria para erradicar la violencia a la que son sometidas.
Las integrantes de Mulyd también dieron cuenta de otra forma de violencia, la cual ocurre contra mujeres jóvenes que se niegan a usar la tradicional vestimenta mazahua –que se compone de dos faldones–, la cual es un distintivo tradicional de su pueblo, sin embargo, las mujeres casadas son obligadas a portarla o de lo contrario son rechazadas a nivel familiar y social.
Ante este panorama, es que Mulyd, formada desde 2009, acude a estas comunidades para escuchar, asesorar y concientizar a las mazahuas, y contribuir a la erradicación de la violencia de género.
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