7/21/2013

El PAN reta, amenaza, se burla de las marchas y nadie respinga, ¿qué más quieren?



Pedro Echeverría V.

1. Al defender su propuesta de reforma energética para abrir a Petróleos Mexicanos (Pemex) al capital privado y externo, el presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, llamó a “no rajarse por temor a las movilizaciones”. Arremetió en contra de quienes pretenden tener postrado al país por temor a superar tabúes frente a una industria petrolera de las más rezagadas del mundo. “De eso se trata la reforma energética, de cómo volver más competitivo a México, cómo abrirlo; cómo con valor decir las cosas y no rajarnos porque les tenemos miedo a las marchas y a los tabúes. El PAN dice las cosas como son. Eso es lo que le falta a México y eso es lo que puede hacer que México tenga un mejor futuro”.

2. La confrontación en el interior del PAN –el partido de la ultraderecha mexicana- entre los herederos del expresidente Felipe Calderón y los seguidores de Gustavo Madero por el control del aparato y de los millones de pesos que recibe del Estado vía subsidios, no concluye. Es muy difícil que se llegue a la ruptura total porque la alianza con el PRI –por medio del llamado Pacto por México- le garantiza a los partidos mucha estabilidad. Lo mismo puede decirse del PRD que –a pesar de los muchos reclamos- el seguir permaneciendo en el Pacto asegura un pequeño poder utilizable en cualquier momento. Por ello el PAN –a pesar de su estrepitosa caída electoral- se siente con fuerza para exigir la aprobación de la privatización del petróleo.

3. La realidad es que el PAN, el partido de derecha pronazi de México, está llevando la delantera al PRI y su gobierno al presentar su proyecto de privatización del petróleo y defenderlo sin tapujos: que se vayan al carajo las manifestaciones, no debemos tenerles miedo a las marchas como tampoco a los “nacionalismos” que hablan de patrimonio del pueblo. Los inversionistas exigen apertura a los capitales mexicanos y extranjeros y tenemos la obligación de abrirlos para modernizar México. Es muy claro que el PAN reta, amenaza, defiende a los inversionistas, incluso le agarra a muchos el trasero y nadie respinga. Se ha adelantado al PRI para trazar la ruta y ejerce presión para que todos sigan el camino.

4. Piensa el derechista Madero que no puede ser como antes; que basta ya de chantajes “nacionalistas” en el sentido de que el petróleo, la electricidad, las comunicaciones, los ejidos, los bancos, deben continuar controlados por el Estado. Como han dicho los panistas: desde la pretendida nacionalización bancaria lopezportillista de septiembre de 1982 los panista y la Confederación Patronal, que entonces presidía el Maquío Clouthier, demostramos nuestra fuerza y trazamos la ruta que los siguientes gobiernos deberían continuar. Desde entonces –aunque no quiera reconocerse- los gobiernos del PRI han venido aplicando el programa del PAN que nació para combatir el cardenismo, las nacionalizaciones y el comunismo.

5. Los empresarios y el panismo –con la anuencia del gobierno de Carlos Salinas- lograron la desaparición de la Conasupo para no competir “deslealmente” con el comercio establecido; así también consiguieron la desaparición de los ejidos para que las tierras pudieran volver a manos privadas. La realidad es que al PAN parece irle mejor como grupo o partido de presión unido a los empresarios, obligando al PRI a hacer lo que quiera; siendo gobierno de la República (como sucedió con Fox y Calderón) que se desprestigiaron los panistas por tantos fraudes y asesinatos cometidos provocando el desplome del partido. Por eso Madero, con la estrategia política del llamado Pacto por México, busca superar a Calderón.

6. A casi ocho meses de iniciarse el gobierno priísta del presidente Peña Nieto, parecen no haber cambiado las cosas comparadas a como las dejó Felipe Calderón el 1 de diciembre. Ha habido mucha esperanza en el nuevo gobierno, pero también ha habido una política de silenciamiento de los medios informativos para no seguir agravando la situación: los asesinatos de seres humanos no han parado, el narcotráfico sigue igual de extendido, el desempleo parece ser el mismo y la productividad estancada. El PRI sigue poniendo en el centro a la política de cooptación de partidos y dirigentes buscando con ello calmar cualquier protesta o movilización. Dentro de ese contexto se contempla el oportunismo de los partidos políticos que cierran filas con el PRI. (20/VII/13)

http://pedroecheverriav.wordpress.com

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