Pedro Echeverría V.
1. Ayer se realizaron elecciones en Colombia, un país de 45 mil habitantes y con fuerte presencia en Latinoamérica. Después de Brasil, México y Argentina, que han sido los países más habitados y con mayor presencia de América de Sur, Colombia en las últimas décadas ha jugado –junto a México- un papel de reptil sumiso a los EEUU. Sin embargo, en los últimos tres años –bajo el gobierno de Juan Manuel Santos, en el que quizá Hugo Chávez influyó- han cambiado algunas cosas: búsqueda de paz con las FARC, relaciones con Venezuela y recalcitrante oposición de su antecesor, el expresidente Álvaro Uribe, que lo acusa de agente del comunismo Castro-chavista.
2. A pesar de que nunca hay que confiar en gobierno capitalista alguno, pienso a veces como Chávez que Santos –jefe de las fuerzas armadas de Uribe- no era del todo funesto y que sólo obedecía al fascista Uribe; sin embargo, el sólo hecho de aceptar ser del gobierno y ese cargo de asesinos, me hace desconfiar. Pero en tanto hoy el expresidente despide todo tipo de odios contra Cuba y las FARC, Santos confía en que se pueda llegar a arreglos definitivos que hagan que los compañeros guerrilleros de las FARC firmen con el gobierno acuerdos que les permitan vivir en la “legalidad” y participar políticamente en la vida ciudadana.
3. Hoy se ha publicado que la coalición del gobierno del presidente Juan Manuel Santos ganó la mayoría de los 268 escaños del Congreso de Colombia en las elecciones celebradas ayer y, aunque mantuvo el control del Legislativo, perdió terreno frente al ex presidente ultraderechista Álvaro Uribe, cuyo Centro Democrático se convirtió en la primera fuerza política de oposición. Los partidos Conservador, La U, Liberal y Cambio Radical, los más importantes de la actual coalición, obtenían la mayoría de los 102 escaños del Senado y los 166 de la Cámara de Representantes. La U, de Santos, quien aspira a reelegirse el 25 de mayo, se colocó como primera fuerza para el Senado con 21 curules, una más que el Centro Democrático.
4. Las Fuerzas Armadas Revolucionarios de Colombia (FARC) llevan más de 40 años luchando como una fuerza guerrilla armada en casi la mitad del territorio de aquella nación. Han sufrido miles de bajas, pero también han obligado al gobierno colombiano a hacer reformas en beneficio del pueblo que sin ellos los gobiernos derechistas no harían. Las FARC han tenido un enorme prestigio y presencia mundial y sus denuncias han impedido que los terratenientes y el gobierno yanqui se adueñen totalmente de ese país. Las FARC desde hace ya más de un año han obligado al gobierno de Santos a llevar la paz total en Colombia y se han reunido en Cuba para firmas acuerdos en beneficio del pueblo explotado de Colombia.
5. La elecciones en Colombia coincidieron con las de El Salvador donde el candidato de izquierda Salvador Sánchez del Farabundo Martí se perfilaba hoy como el ganador de la segunda vuelta de la elección presidencial de ayer con 50.11 por ciento de votos frente a 49.89 del opositor de derecha Norman Quijano del partido ARENA con 99.90 por ciento de actas escrutadas. El resultado definitivo se dará a conocer este lunes, anunció el Tribunal Supremo Electoral (TSE). Esta experiencia de El Salvador es importante porque el FMLN estuvo en la guerrilla y la clandestinidad y –como hoy en Colombia- firmó un acuerdo con el gobierno para “legalizarse” y participar en procesos electorales habiendo ganado las elecciones anteriores.
6. Si las FARC logran firmar acuerdos importantes para pueblo con el gobierno colombiano de Santos, si luego las FARC consiguen ganar procesos electorales y, además el FMLN reconfirma su victoria en El Salvador, se reabrirán esperanzas en aquellos que sólo son partidarios de los procesos electorales. Pero no podrán hacer ilusiones mientras los gobiernos de Maduro, Morales y Correa sigan sufriendo el acoso del imperialismo. ¿Para qué puede servir un gobierno encarcelado con una poderosa burguesía local y un imperio que impone sus políticas con la fuerza de las armas? Se limita en un 5 por ciento la brutalidad capitalista pero se deja viva en 95 por ciento.
7. El capitalismo se sigue adornando con unas cuantas reformas vistosas, pero su dominio se renueva en todos los campos. Mientras el imperio siga viviendo ningún país ni grupo de naciones, poseen la posibilidad de liberarse. Lo que sucede actualmente en Venezuela es muy grave y debemos estar muy atentos. Esperamos que el gobierno de Maduro no sea obligado a rendirse frente a la gran burguesía y que, por el contrario, se alíe con la izquierda y el pueblo para profundizar las reformas expropiatorias que tanto se necesitan. Chávez, como gobierno democrático hizo mucho, pero no tocó las bases de explotación del capitalismo en 13 años. ¿Cuántas décadas más tendremos que luchar –seguramente defendiéndonos de la violencia y la guerra- para lograr enterrar al imperialismo? (10/III/14)
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