Rechaza CILAS la aprobación de "seguro de desempleo" que beneficie a grupos financieros a costa de la clase trabajadora

Rechaza CILAS la aprobación de “seguro de desempleo” que beneficie a grupos financieros a costa de la clase trabajadora

·         Son los propios trabajadores quienes pagarían el “seguro”, a costa de sus ahorros para vivienda

·         Los recursos del “seguro de desempleo” serán manejados por quienes ya han cometido fraude con los fondos de pensión

·         Hacemos un llamado a luchar contra esta imposición y por un mecanismo que garantice un apoyo verdadero a las y los desempleados

 

México, D.F., 13 de marzo de 2013

Enmascarado bajo la mentira de que se trata de establecer un beneficio social largamente demandado, en la Cámara de Diputados está a punto de cometerse un nuevo atraco contra la clase trabajadora mexicana con la aprobación del llamado “seguro de desempleo”, puesto que serán los propios trabajadores —con su fondo de vivienda— quienes financiarán ese “seguro”, con la consiguiente merma en su posibilidad de acceder a una habitación digna.

Se trata de una maniobra más del gobierno federal, avalada con el servilismo de los legisladores,   para hacernos creer que es sensible a una necesidad vital para los millones de personas que están en el desempleo y que se ven urgidas de contar con un apoyo económico que les permita, a ellas y sus familias, sobrevivir durante un periodo de seis meses, así lo demuestran la opacidad, nulo debate y la rapidez con que los diputados han conducido el proceso legislativo para aprobar el “seguro de desempleo”.

El Ejecutivo Federal pretende que el “seguro de desempleo” sea cubierto con recursos de los propios trabajadores, sustrayéndolo de su fondo existente en el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit). Del cinco por ciento del salario de cada trabajador que los patrones aportan al instituto de vivienda se quitará tres por ciento para financiar el mencionado “seguro”. En resumen, es la propia clase trabajadora la que subsidia su desempleo.

Lo anterior tendría lugar por ocasión única cada cinco años y dependería de un mínimo de cotizaciones previas al seguro social; estaría sujeto, también a la no percepción de otros ingresos y, adicionalmente, acreditar requisitos comprendidos en el programa de promoción y capacitación de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

 

Pero todavía hay más trampas: el tres por ciento tomado del Infonavit integraría una subcuenta mixta cuyo destino se sometería a decisión del trabajador. Este monto, podría formar parte de la cuenta individual que existe en la Administradora del Fondo de Retiro (Afore), permanecer en Infonavit en un esquema que también facilita el paso a la Afore, o ser utilizado para su seguro de desempleo. En el colmo del absurdo, se quiere hacer aparentar como decisión del trabajador el uso de sus propios recursos, como si el hambre y la urgencia que sigue al desempleo pudiera ser motivo de una determinación libre y sin presiones.

Además, en cualquiera de estos casos, quienes salen beneficiados son los grupos financieros que son propietarios de las Afores, quienes manejarán a su antojo los recursos del “seguro de desempleo”, calculados en más de 12 mil millones de pesos al año.

El panorama es muy oscuro para las y los trabajadores si nos atenemos al uso fraudulento que han hecho de los fondos de pensiones, gracias a los cuales se han enriquecido desmesuradamente, poniendo en riesgo el pago futuro del retiro de millones de trabajadores. Es evidente, asimismo, los trabajadores que opten por hacer válido el “seguro de desempleo”, verán disminuido su monto acumulado en el Infonavit y, por consecuencia, su derecho a una vivienda digna se verá anulado o postergado indefinidamente.

El Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS) rechaza categóricamente este nuevo fraude contra la clase trabajadora mexicana y exigimos que se modifiquen los términos de aportación para la puesta en marcha de este mecanismo. Ya basta de que sea la clase trabajadora la que cargue siempre con el costo de las reformas que benefician a los que más tienen.

Llamamos  a todos sindicatos auténticos, a las organizaciones sociales y a la sociedad civil en su conjunto a repudiar esta mentira, a organizarse unitariamente para evitar su imposición y a luchar por un seguro de desempleo real, que garantice un apoyo verdadero a quienes que no cuenta con un puesto de trabajo.