El 15 de junio se cumplen 79 años de haber sido fundado el Comité
Nacional de Defensa Proletaria, que, por convocatoria del Sindicato
Mexicano de Electricistas, reunió en su seno a los principales
sindicatos nacionales de industria y centrales del movimiento obrero
mexicano para hacer frente a la intentona golpista de Plutarco Elías
Calles, y, en medio de amplias deliberaciones y lucha de ideas,
establecer una alianza con el gobierno progresista de Lázaro Cárdenas,
participar de manera destacada en la derrota del callismo, rodear de
solidaridad a las huelgas estalladas entre junio de 1935 y febrero de
1936, unificar masivamente a los trabajadores organizados, combatir al
fascismo y convocar al Congreso Nacional de Unificación Proletaria, que
diera origen a la entonces combativa Confederación de Trabajadores de
México.
Como resultado del enfrentamiento entre Plutarco
Elías Calles y el presidente Lázaro Cárdenas, la crisis política de
junio de 1935 representó uno de los momentos cruciales de la historia
posrevolucionaria mexicana si no es que el más importante después de
las asonadas de Adolfo de la Huerta y de Francisco R. Serrano y Arnulfo
R. Gómez, así como de la rebelión cristera. Con ella terminó la etapa
del maximato y se inició, en lo fundamental, el período de reformas estructurales .
La lucha de clases se recrudecía, con el proletariado como gran
protagonista. Las fuerzas tendían a polarizarse, y en el interior del
gobierno se produjo un choque de posiciones. El 12 de junio aparecieron
en El Nacional , Excélsior y otros diarios las
declaraciones de Plutarco Elías Calles hechas a Ezequiel Padilla: “Hace
seis meses que la nación está sacudida por huelgas constantes, muchas
de ellas enteramente injustificadas. Las organizaciones obreras están
ofreciendo en numerosos casos, ejemplos de ingratitud. Las huelgas
dañan mucho menos al capital que al gobierno, porque le cierran las
fuentes de la prosperidad... Sé de lo que son capaces y puedo afirmar
que en estas agitaciones hay apetitos despiertos, muy peligrosos en
gentes y en organizaciones impreparadas. Están provocando y jugando con
la vida económica del país...”(1)
De estos hechos se han
escrito varias versiones ajenas a la verdad histórica, por lo que es
útil hacer algunas precisiones. Por ejemplo, un investigador de la
Universidad Autónoma de Puebla escribía: “Este enfrentamiento político
cambiaría con el triunfo de Cárdenas y con la transformación del Bloque
Obrero y Campesino (BOC) del PCM en el Comité Nacional de Defensa
Proletaria que aliado a la CGOCM, en febrero de 1936, fundó la poderosa
Confederación de Trabajadores de México (CTM)”.(2)
El párrafo
escrito por Malpica es inexacto: el BOCN no se transformó en CNDP, y la
CTM se formó sobre la base de la convocatoria lanzada por el CNDP, al
que pertenecía la CGOCM. Ésa es la verdad histórica y no otra. De
acuerdo con Valentín Campa: “En la mañana del 12 de junio… nos
reuníamos secretamente Lombardo, Hernán Laborde y yo en el automóvil
del primero... Acordamos que el camarada Miguel Velasco y yo habláramos
con el ingeniero Breña Alvírez, secretario general del Sindicato
Mexicano de Electricistas…, con la proposición de que convocara, con
carácter de urgente, a todas las organizaciones sociales del país...
Por su parte, el compañero Lombardo convocaría de inmediato al comité
de la Confederación General de Obreros y Campesinos (CGOCM) y confiaba
en que se aprobaría la orientación formulada ahí…
“Hablamos
con Breña Alvírez… y rápido llegamos a conclusiones concretas: el SME
convocaría con carácter de urgente a todas las organizaciones para
analizar las declaraciones de Calles y las medidas a realizar ante
ellas...”(3)
Francisco Breña Alvírez y Manuel Paulín Ortiz, a
nombre del SME, convocaron a los secretarios generales de las
organizaciones sindicales a una asamblea que se celebraría en el local
de los electricistas sito en la calle de Colombia, número 9, para
discutir la respuesta de los trabajadores a la indudable agresión a sus
intereses fundamentales, contenida en la declaración callista.(4)
El SME, la CGOCM, Confederación Sindical Unitaria de México, Sindicato
de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana, Sindicato
Industrial de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la
República Mexicana, Sindicato Nacional de Telefonistas y otros
organismos obreros le respondieron al jefe máximo : “El
movimiento obrero y campesino organizado de México, atento al momento
histórico que vive, declara que se opondrá a toda transgresión de sus
derechos, utilizando en el momento preciso, la huelga general en todo
el país como único medio de defensa contra la posible implantación de
un régimen fascista en México. Y ante la amenaza de ver lesionados sus
intereses, declara su firme propósito de mantener la unidad de
clase.”(5)
Ante la amenaza callista, Cárdenas se dirigió a la
nación el 13 de junio para esclarecer la situación y hacer fracasar la
intentona reaccionaria. Fueron adoptadas medidas que depurarían las
filas del aparato estatal: desafuero de legisladores, destitución de
jefes militares, desaparición de poderes locales callistas y promoción
de cuadros afines al primer mandatario.
Cabe resaltar que en
algunos lugares el movimiento obrero respondió con tanta rapidez como
en el Distrito Federal. Así, la Federación Regional de Obreros y
Campesinos de Puebla planteó que las declaraciones de Calles eran una
condena para movimientos de huelga ajustados a la ley, y que
representaban una amenaza para establecer un régimen fascista.(6)
El 15 de junio, el movimiento obrero dio un paso decisivo al constituir
el Comité Nacional de Defensa Proletaria, que en la base quinta de su
pacto de solidaridad establecía:
“Las agrupaciones se obligan a
que, en el momento mismo en que aparezcan en el país manifestaciones de
carácter fascista o de cualquier otra índole, que pongan en peligro la
vida de las agrupaciones obreras o campesinas de la República, o los
derechos fundamentales de la clase trabajadora, tales como: derecho de
huelga, derecho de libre asociación, derecho de libre expresión del
pensamiento revolucionario, derecho de manifestación pública o que el
Estado tolere o fomente organizaciones con propósito o tendencia
abiertamente contrarios a tales derechos, irán a la huelga general,
cuando lo determine el Comité Nacional, para oponerse a la implantación
de una tiranía de esta naturaleza.”(7)
No todas las fuerzas
sociales y políticas estaban por el apoyo al presidente de la
República. El 16 de junio, el Partido Comunista de México manifestó que
al rechazar con energía las agresiones de Calles y de cualquiera otro
representante de las clases opresoras, el proletariado no tenía por qué apoyar a Cárdenas
; que debía mantener su independencia de clase y luchar por los
intereses del pueblo, confiar exclusivamente en sus propias fuerzas y
en las de sus aliados, los campesinos y trabajadores en general.(8)
Era, naturalmente, una posición sectaria.
El CNDP no
agruparía sólo a sindicatos y centrales obreros, sino también a
organizaciones campesinas y populares, como el Frente Único Campesino
Nacional, creado el 10 de julio de ese año.
El sectarismo del
PCM y la CSUM pronto sería superado. En julio-agosto se celebró en
Moscú el VII Congreso de la Internacional Comunista, que, ante la
derrota del PC y la clase obrera de Alemania, la amenaza de guerra
antisoviética y las tendencias unitarias de las amplias masas obreras y
populares para enfrentar al fascismo, modificó completamente la
política del VI Congreso y adoptó la línea del Frente Popular, que en
el terreno sindical facilitó la unidad en Francia, México y otros
países, independientemente de las concesiones programáticas y políticas
a la conciliación de clases.
Para el PCM las conclusiones del
VII Congreso de la IC fueron importantes, particularmente para el
cambio de política frente al gobierno de Cárdenas y la dirección del
movimiento sindical. La delegación mexicana a la reunión --Hernán
Laborde, Miguel Ángel Velasco y José Revueltas-- envió una carta al
partido, en la cual indicaba que el PC debía mejorar su actitud ante
los líderes de las organizaciones reformistas, tratar con ellos
amistosamente, ofrecer la sincera cooperación del partido en todas las
luchas y problemas del movimiento sindical y sustituir los ataques
enconados por la discusión serena, escuchar y tomar en cuenta la
opinión de las masas, de sus organizaciones y de sus líderes, y
respetar democráticamente la voluntad de las masas.(9)
La
constitución del CNDP coadyuvó, de manera objetiva, a la formación de
organizaciones unitarias. La centralización de los obreros de las ramas
principales de la economía en sindicatos nacionales de industria, con
la existencia ya del STFRM (1933) y el SITMMSRM (1934), recibió un
empuje muy fuerte y decisivo. El 15 de agosto de 1935 quedó integrado
el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, que
agrupó desde el principio a la inmensa mayoría de los obreros de la
rama.
El CNDP se formó en la capital federal y en varios
estados y regiones de la República. El 25 de agosto, en Jalisco, se
formó un organismo de frente único con puntos como el de constituir un Comité Estatal de Defensa proletaria,
que dependería del CNDP. Las agrupaciones pactantes se obligaban a que,
en el momento mismo en que aparecieran en el estado manifestaciones de
carácter fascista, que pusieran en peligro la vida de las agrupaciones
obreras y campesinas, o los derechos fundamentales de las clases
trabajadoras, irían a la huelga general, cuando lo determinara el
Comité Estatal y secundarían la acción que determinara el CNDP.
Formarían parte del CEDP la Cámara del Trabajo del Estado de Jalisco,
STFRM Sección 10, SITMMSRM secciones 10, 13 y 23, SNT División
Guadalajara y Liga de Empleados de Comercio e Industria, y las que en
lo sucesivo solicitaran su adhesión y fueran aceptadas.(10)
En Nuevo León también se constituyó el Comité Regional de Defensa
Proletaria, que tenía la composición siguiente: Atenedoro Colunga
(Federación Regional de Obreros y Campesinos); Prisciliano Almaguer
(PCM-Cámara del Trabajo Unitaria de Monterrey); Raúl Corral (FROC), y
Tomás Cueva (PCM-Sección 19 del STFRM). El control de la FROC sobre el
CRDP y la Federación de Trabajadores de Nuevo León terminó en mayo de
1936, cuando alcanzó la hegemonía el PCM.(11)
En septiembre,
el CNDP lanzó un manifiesto en el que planteaba la no agresión: las
organizaciones pactantes se obligaban a respetar mutuamente su
integridad y a abstenerse de lanzarse ataques.(12) Declaraba que eran
dos sus grandes tareas: 1) Apoyar y dirigir la solidaridad de clase en
las luchas diarias del momento como labor preparatoria, y 2) Organizar
y realizar dentro del menor tiempo posible, el Congreso Nacional Obrero
y Campesino para constituir la central única.(13)
La invasión
italiana a Abisinia, el 3 de octubre, concitó el repudio de la clase
obrera y el pueblo de México. La CGOCM propuso al CNDP una huelga
general de 24 horas en solidaridad con el pueblo abisinio, misma que
fue aceptada con la modalidad de un paro de una hora.
La unidad
ramal tendía a fortalecerse. Por acuerdo de la CGOCM y el STFRM, el 12
de octubre se adhirieron a éste el Sindicato Único Ferrocarrilero, el
Gremio Unido de Garroteros y la Alianza Nacional de Cabos y Mayordomos.
El STFRM se fortalecía considerablemente.
El paro nacional pro-Abisinia
El paro contra la Italia fascista se concretó el día 19 de las 11:00 a
las 12:00 horas, a excepción de los electricistas, ferrocarrileros y
tranviarios, a quienes se les habían fijado paros de menor duración. El
paro fue exitoso. El STPRM --sin formar parte del CNDP-- hizo suya la
acción unitaria, igual ocurrió con otros sindicatos, estudiantes
revolucionarios, comercio y parte del público en general.(14)
La lucha antifascista se incrementó. El 20 de noviembre se produjo un enfrentamiento entre comunistas y dorados
en el Zócalo de la capital federal. Nicolás Rodríguez dirigía a los
fascistas y Valentín Campa Salazar y Rosendo Gómez Lorenzo a los
militantes del PCM. Cayeron el joven comunista Carlos Salinas Vela y el
trabajador sin partido J. Trinidad García; Nicolás Rodríguez fue
herido. Los comunistas usaron como fuerza de choque a los taxistas
contra la caballería de los dorados . Las fuerzas de avanzada
demandaron la disolución de Acción Revolucionaria Mexicanista, mientras
los grupos de derecha se solidarizaban con los fascistas.(15)
El CNDP realizó un gran mitin el 24 de noviembre en contra de la ARM,
en el cual intervinieron Lombardo, Laborde y Enrique Flores Magón, de
la Legión de Veteranos de la Revolución, quien atacó a Gabino Vizcarra
y a Ríos Zertuche por aliarse con los dorados . En la misma
fecha fueron enterrados los caídos el día 20, siendo acompañados por 15
mil trabajadores y estudiantes, participando en el cortejo fúnebre el
SME, Alianza de Obreros y Empleados de la Compañía de Tranvías de
México , Alianza de Uniones y Sindicatos de Artes Gráficas, Cámara
Nacional del Trabajo de la República Mexicana, CSUM, STFRM, SITMMSRM y
otras organizaciones.
Fortalecimiento de la izquierda
La constitución del CNDP, que representó --desde junio de 1935 hasta
febrero de 1936-- una gran experiencia unitaria de los trabajadores de
México; la política de unidad de los comunistas; la actividad social y
política de los obreros, empleados y campesinos; la aspiración a la
central única de miles y miles de trabajadores; el extraordinario papel
del SME y demás sindicatos nacionales de industria; la derrota del
callismo, y el desarrollo de la política de reformas estructurales
del gobierno nacional-revolucionario, hicieron que la izquierda
incrementara sus filas y ejerciera un mayor peso en el último semestre
de 1935 y en 1936 y 1937.
El ambiente laboral y sindical era
muy movido. Estallaban paros y huelgas, se formaban nuevos sindicatos,
federaciones y centrales, se separaban nuevas agrupaciones de la CROM,
surgían frentes únicos en diversas partes, se fortalecían los
sindicatos nacionales de industria de minero-metalúrgicos, de
petroleros y de ferrocarrileros, nacía el sindicalismo magisterial de
masas y la lucha antifascista crecía y se ensanchaba.
En ese
marco, se constituyó la Federación Sindical Unitaria de Jalisco, con
textiles, zapateros, trabajadores del cartón y otros. La CSUM aumentaba
su membresía al lograr la incorporación a sus filas de la Federación de
Obreros y Campesinos de la Región Lagunera, que agrupaba a
metalúrgicos, textiles, jaboneros, 18 sindicatos de obreros agrícolas y
otros. En Ciudad Juárez, Chihuahua, se formó la Cámara del Trabajo
Unitaria. Surgieron otras agrupaciones unitarias. Para fortalecer la
unidad, la CSUM disolvió la Oposición Sindical Revolucionaria de
Ferrocarrileros.(16)
En las elecciones del 26 al 28 de
diciembre para renovar Comité Central y comités de Ajuste de los cuatro
departamentos de la AOECTM , ganó el Ala Izquierda. El Sindicato de
Trabajadores de la Compañía Perforadora de Pozos de Aguas Potables, en
enero de 1936, solicitó su afiliación a la CTUDF, y los obreros de las
fábricas de cartón Boxo (“El Fausto”), Strugo y otras formaron el
Sindicato de Trabajadores de la Industria del Cartón, afiliado a la
CSUM.
Anticomunismo y lucha de masas
A
fines de 1935 y principios de 1936 se desencadenó una ruidosa campaña
en contra de Lombardo, los comunistas y el sindicalismo de clase. Bajo
la firma de Fernando Amilpa, Blas Chumacero, Benjamín Tobón, Rubén
Magaña y Tomás Palomino Rojas, el Consejo Nacional de la CGOCM declaró
que esta central no había autorizado a nadie para que celebrara pactos
o cualquier otro compromiso con los dirigentes de la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas y, por lo tanto, desautorizaba la
labor de cualesquiera personas o instituciones tendiente a vincular su
lucha con los comunistas. Quedaba ratificada la disposición de no
permitir la actuación de elementos extraños en el seno de las
organizaciones confederadas.(17)
La derecha movía sus fichas.
La CROM, la CGT y otras asociaciones intensificaron su labor
anticomunista. El 7 de diciembre, estas dos centrales, más la Cámara
Revolucionaria del Trabajo, la Federación de Sindicatos Obreros del DF
y la Confederación Obrera de Jalisco constituyeron la Alianza Nacional
de Trabajadores Unificados, de carácter anticomunista.
Los
procesos unitarios continuaban su marcha. Del 8 al 15 de diciembre,
tuvo lugar el Congreso Nacional de Unificación Magisterial que dio
origen a la Confederación Nacional de Trabajadores de la Enseñanza, en
la cual tenían la dirección los comunistas.
No se desenvolvía
la vida del CNDP en forma idílica. Existían en su seno diferencias en
cuanto al grado de compromiso de sus integrantes. El ingeniero
Francisco Breña Alvírez tomó posesión el 14 de diciembre, por otro
ejercicio social, de la Secretaría General del SME, en presencia de los
representantes del CNDP, señalando críticamente: “...En el Comité
Nacional de Defensa Proletaria hemos tenido la penosa experiencia de
comprobar que organizaciones que cuentan con un considerable número de
agremiados no han cumplido las relativamente insignificantes
obligaciones económicas que el sostenimiento del comité prevé en su
Estatuto...
“...Nuestro sindicato, que hasta la fecha no sólo
ha cumplido las obligaciones que como miembro del Comité de Defensa le
competen, sino que aun se ha excedido en ellas, y que no ha tenido, por
fortuna, necesidad de solicitar en ningún caso la ayuda del mismo, no
puede proseguir indefinidamente en el papel unilateral de cumplir
fielmente sus compromisos si continúa encontrando que otras
agrupaciones no proceden en forma análoga.”(18)
La crisis
política en la nación adquirió el 15 de diciembre ciertos rasgos que la
acercaban a la guerra civil: Calles regresó a México acompañado de Luis
N. Morones, siendo recibidos ambos por Joaquín Amaro, Manuel
Madinaveytia, Juan de Dios Bojórquez, Ricardo Treviño y Manuel
Rivapalacio. La CROM sincronizó con el regreso del jefe máximo un paro en Veracruz, Puebla y Tlaxcala, en contra del comunismo.
Frente a tales acontecimientos, el CNDP manifestó que reafirmaba la
posición que asumió en junio en defensa de los derechos de la clase
trabajadora, respaldaba la política obrerista del general Cárdenas y
reiteraba su decisión de concretar, si el caso lo ameritaba, la
realización de la huelga general que preveía la base quinta de su pacto
de solidaridad.(19)
En el mes de diciembre, Cárdenas golpeó a senadores y generales callistas, por medio del desafuero y la destitución.
El CNDP se fortalecía cada vez más. Surgieron y se desarrollaron
comités de defensa proletaria regionales en la Laguna, Tamaulipas,
Veracruz, Nuevo León, Jalisco y otras entidades federativas. En varios
estados el CNDP aglutinó a su alrededor a sindicatos y federaciones,
realizó huelgas y paros, manifestaciones y otros actos masivos; en
Nuevo León se tomaron palacios municipales el 16 de diciembre, y el
CRDP celebró una manifestación de protesta que tuvo como objeto pedir
la salida de Calles del país y la confiscación de sus bienes.(20)
El 22 de diciembre tuvo lugar una gigantesca manifestación obrera y
popular, en la Ciudad de México, de repudio al callismo, de apoyo a
Cárdenas y de consolidación del proceso sindical unitario. Cárdenas
pronunció un discurso que esclareció la debilidad de la camarilla
callista.(21) Se celebraron grandes marchas en Guadalajara, Chihuahua,
Saltillo, Nuevo Laredo, Monterrey, Orizaba, Cárdenas (SLP), Durango,
Córdoba, Mazatlán, Empalme, Mérida, Matías Romero, El Oro (México),
Pachuca, Tierra Blanca, Empalme Escobedo (Guanajuato) y Tonalá.(22)
Los obreros de la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey abandonaron,
el 11 de enero de 1936, la Federación de Sindicatos “Acero” y
constituyeron la Sección 67 del SITMMSRM. El 16 de febrero se
formó el Sindicato Industrial de Trabajadores de Artes Gráficas, con
Rosendo Gómez Lorenzo como secretario de Organización y Propaganda.
El CNDP lanzó la convocatoria para constituir entre el 21 y el 24 de
febrero la Central Única de Obreros y Campesinos de México, en la
capital del país.(23) En 1936 se incorporaron a las filas del CNDP el
STPRM, la CNTE y otras organizaciones más.
La lucha de clases
se agudizaba. Los trabajadores avanzaban en la creación de sus
instrumentos organizativos, estallaban huelgas y tendían a recuperar lo
que perdieron durante el período de la gran depresión . Los capitalistas, entre tanto, buscaban integrar sindicatos blancos, apoyaban a los grupos fascistas y realizaban lock outs y otras medidas de presión ilegales.
El 1 de febrero estalló la huelga del Sindicato Único de Trabajadores
de Vidriera Monterrey, afiliado a la CGOCM, que luego ganó el recuento
al Sindicato Rojo Independiente, de inspiración patronal. Se realizaron
manifestaciones, mítines y guerras de desplegados del movimiento obrero
clasista y de la reacción y los sindicatos blancos. El CNDP respaldaba
la actitud de lucha de los trabajadores de Monterrey al agruparse en
sindicatos de clase, y protestaba indignado ante la opinión pública por
la insidiosa denominación de “sindicatos rusos” y “sindicatos
mexicanos” que había venido haciendo un periódico para denominar,
respectivamente, a los sindicatos de lucha y a los sindicatos
blancos.(24)
La patronal reinera llevó a efecto un lock out
el 4 de febrero contra la acción “comunista”. Ante esta provocación, el
CNDP precisó que los ricos de Monterrey habían realizado una huelga
patronal política. Para disfrazar su actitud subversiva, declaraban que
la huelga era contra el gobierno local y en apoyo al presidente
Cárdenas y del secretario de Relaciones Exteriores; pero en realidad el
paro era contra el gobierno de la República.(25)
El día 6
tuvo verificativo un mitin del CNDP en el Centro Cívico “Álvaro
Obregón”, contra el Centro Patronal de Monterrey y en solidaridad con
la huelga de la Vidriera. En él intervinieron Miguel A. Velasco, de la
CSUM, y otros oradores. Diversas agrupaciones se solidarizaron con el
Comité.
El CNDP indicó el 8 de febrero que los elementos
reaccionarios pensaban realizar una manifestación en México y Puebla
similar a la que organizaron en Monterrey, y que los camisas doradas
pretendían también celebrar un acto público dizque de jura de bandera
con la finalidad de atacar los derechos fundamentales de la clase
trabajadora y obstruir la política del presidente Cárdenas, por lo que
el Comité acordó que, si se pretendieran efectivamente realizar los
actos referidos, la clase obrera realizaría simultáneamente un acto de
masas para oponerse en forma efectiva a las actividades patronales.(26)
En Monterrey se realizó el 9 de febrero una gran manifestación
obrera, en la cual destacaron los contingentes del STFRM y el SITMMSRM;
hicieron uso de la palabra Valentín Campa, Antonio García
(minero-metalúrgico) y otros dirigentes sindicales.
Con el
objeto de celebrar un gran Congreso Nacional de Unificación Proletaria,
el CNDP lanzó un documento que ampliaba los plazos de inscripción y de
entrega de documentos de las organizaciones obreras y campesinas.(27)
El CNDP celebró su última asamblea el 20 de febrero, a la cual
asistieron Valentín Campa y Hernán Escalante.
La formación de la CTM
Del 21 al 24 de febrero desarrolló sus trabajos el Congreso Nacional de Unificación Proletaria, que dio origen a la CTM. Breña Alvírez presentó el informe sobre la labor del CNDP, que fue aprobado entre aplausos y aclamaciones , y Lombardo Toledano presentó una ponencia acerca de la situación del proletariado en México.
Entre los puntos resolutivos aprobados quedaron: dirigir una excitativa
a todas las organizaciones sindicales del continente americano, para
procurar el entendimiento y la unificación de todo el proletariado,
especialmente el de los países latinos, y dirigir una exhortación a la
Federación Sindical Internacional y a la Internacional Sindical Roja,
para buscar un acercamiento entre las principales fuerzas sindicales
existentes a la sazón.(28)
Se acordó participar en el Congreso Constitutivo del Frente Popular Mexicano.
En la elección del Comité Nacional salieron a relucir algunos
problemas. Para la Secretaría General se lanzaron dos candidaturas: la
de Lombardo y la de Alfredo Navarrete, que por abrumadora mayoría
triunfó la del primero. Para la Secretaría de Trabajo y Conflictos se
propuso a Juan Gutiérrez, del STFRM, y a Agustín Guzmán, del SITMMSRM,
que por absoluta mayoría resultó elegido el líder ferrocarrilero.
Para la Secretaría de Organización, Propaganda y Acuerdos se
presentaron los siguientes candidatos: Fidel Velázquez, de la CGOCM;
Gustavo Ortiz Hernán, del SITAG; Miguel A. Velasco, de la CSUM, y
Francisco Breña Alvírez, del SME. Se retiraron Breña Alvírez y Ortiz
Hernán, por lo que sólo quedaron Velázquez y Velasco.
Breña
Alvírez declaró que el SME apoyaba la candidatura de Velasco. Amilpa
expresó que la CGOCM sostenía la de Velázquez. Pardo, a nombre del
STFRM, manifestó que éste apoyaba a Velasco, haciendo notar que, dado
que la CGOCM ya tenía la Secretaría General, era justo que las otras
secretarías se repartieran entre las demás organizaciones. Carlos
Samaniego (SITMMSRM), Navarrete (CNTRM), Ortiz Hernán (SITAG) y otros
votaron por el mismo candidato.
El presidente declaró que, en
concepto de la mesa, la mayoría estaba por Velasco, lo que produjo un
enorme escándalo en las galerías de la izquierda, en vista de lo cual
la presidencia pidió que un miembro de la CGOCM llamara al orden a los
militantes de esa central. Jiménez Acevedo exhortó a sus compañeros a
que guardaran el orden y se disciplinaran a la opinión expresada por la
mesa. Estalló un gran griterío de los velazquistas. Juan Téllez sostuvo
que deberían tomar en cuenta que Lombardo ya figuraba en la Secretaría
General.
Chumacero llamó a sus camaradas a que no se retiraran
de las deliberaciones, pero agregó que no podían admitir que el CNDP se
convirtiera en gran elector, ya que no se podían comparar los
sindicatos con la CGOCM; que los opositores de la candidatura de
Velázquez tenían vivo interés en sacar esa secretaría para fines muy
discutibles.
Campa expresó que la CSUM retiraba la candidatura
de Velasco, lo que produjo un gran desorden. El orador hizo notar el
triste espectáculo que se estaba dando. Breña Alvírez declaró que la
candidatura de Velasco no era de la Unitaria y que, en consecuencia,
ésta no tenía derecho a retirarla, y que el SME reiteraba su apoyo al
compañero Miguel A. Velasco.(29)
Se pasó a elegir otras carteras.
Luego, las actas cetemistas informan: “Se pasa nuevamente a tratar el
asunto de las dos secretarías pendientes y el compañero Valentín S.
Campa exhorta nuevamente a los delegados a que obren con la mayor
prudencia, anunciando que tanto la CGOCM como la Sindical Unitaria
están de acuerdo en que el compañero Miguel A. Velasco sea propuesto
para la Secretaría de Educación (Gritos de ¡No! ¡No!) y el compañero
Fidel Velázquez para la Secretaría de Organización y Propaganda (nuevas
protestas, ¡No! ¡No!).
“El presidente vuelve a rogar a los
congresistas que obren con la mayor reflexión, procurando evitar
dificultades a la nueva central y, en medio del desorden, procede a
tomar nuevamente la votación que deberá estar de acuerdo con la forma
propuesta por el compañero Campa.”(30)
El respaldo a la
candidatura de Velasco reflejaba el prestigio de la CSUM, la extensión
de sus alianzas, y, claro está, lo más importante de todo: la elevación
de la experiencia y la conciencia de los trabajadores y sus
organizaciones, que desconfiaban ya de la costra burocrática
oficialista que tenía como asiento a la CGOCM, al mismo tiempo que
tendían a preservar los principios de la democracia sindical y a
promover cuadros probados en las largas luchas anteriores, como era el
caso del Ratón Velasco. En estos acontecimientos el rol del
SME fue fundamental para preservar los principios de la democracia
sindical e intentar poner trabas a la libertad de acción de la
burocracia obrera.
Al CN de la CTM fueron promovidos dos
militantes comunistas, Miguel A. Velasco, como secretario de Educación
y Problemas Culturales, y Pedro A. Morales, como secretario de Acción
Campesina (provisional hasta el momento de la celebración del Congreso
Campesino). El movimiento obrero mexicano pasaba a otra etapa de su
historia.
Notas
(1) Alfredo Navarrete, Alto a la contrarrevolución, México, Testimonios de Atlacomulco, 1971, pp. 212-213.
(2)
Samuel Malpica Uribe, “Anarcosindicalismo o sindicalismo revolucionario
en México (1906-1938)”, en Jaime Tamayo y Patricia Valles (coord.), Anarquismo, socialismo y sindicalismo en las regiones, Guadalajara, Ed. UdeG, 1993, p. 90.
(3) Valentín Campa, Mi testimonio. Memorias de un comunista mexicano, México, ECP, 1978, p. 104.
(4) Manuel Paulín Ortiz, “El SME en la fundación de la CTM y la huelga eléctrica de 1936”, en Memoria, vol. II, núm. 13, marzo-abril de 1987, p. 65.
(5) “El Comité Nacional de Defensa Proletaria” (Gerardo Peláez Ramos, comp.), en Consideraciones, núms. 20-22, enero-marzo de 1988, pp. 1-2.
(6) Jorge Efrén Arrazola Cermeño, “La Comuna de 1936 en Puebla: un ensayo de gestión obrera”, en La CTM en los estados , s. l. [Culiacán], UAS-CEMOS, 1988 , p. 71.
(7) “El Comité...”, en Consideraciones, núms. 20-22..., p. 3.
(8) Ni con Calles ni con Cárdenas. Unidad de acción y lucha independiente del proletariado, México, s. e., 16-VI-35, p. 4.
(9) Hernán Laborde, José Revueltas y Miguel A. Velasco, La nueva política del Partido Comunista de México 1935,
prólogo de Gerardo Peláez, México, ACERE, 1980, p. 52. Véase también J.
Dimítrov, “Informe ante el VII Congreso Mundial de la Internacional
Comunista”, en Obras escogidas, La Habana, Ed. Política, 1965.
(10) Jaime Tamayo, “Los obreros”, en Jalisco desde la revolución, t. V. Movimientos sociales 1929-1940, Guadalajara, Gob. del Edo.-UdeG, 1988, pp. 86-88.
(11)
César Gutiérrez G., “Grupos sindicales y división interna de la
Federación de Trabajadores de Nuevo León CTM, 1936-1942”, en Memoria, vol. II, núm. 12, enero-febrero de 1987, p. 39.
(12) “México. La unidad sindical en marcha. Manifiesto a los trabajadores de la República”, en El Trabajador Latinoamericano, Montevideo, a. VII, núms. 60-61, octubre-noviembre de 1935, p. 17.
(13) Ibíd., p. 19.
(14) El Día, 20-X-35, p. 15 y El Nacional, 20-X-35, p. 4, 1a. Secc.
(15) Ver La Prensa, El Día, Excélsior
y otros diarios, del 21 de noviembre al 4 de diciembre de 1935, y
Gerardo Peláez Ramos, “Batalla en el zócalo entre comunistas y
fascistas”, en La Haine, Apia virtual y otros portales.
(16) El Machete, núm. 359, 12-X-35, pp. 1 y 4.
(17) El Nacional, 4-XII-35, p. 7, 1a. Secc.
(18) Francisco Breña Alvírez, El sindicato y el momento actual. ¿Capitalismo o comunismo? , México, SME, 1935, pp. 12-13.
(19) El Día, 14-XII-35, p. 3.
(20) Meydardo Vázquez E., “Del Comité Regional de Defensa Proletaria a la huelga de Vidriera Monterrey”, en La CTM en..., p. 32.
(21) Francie R. Chassen de López, Lombardo Toledano y el movimiento obrero mexicano, 1917-1940, México, Extemporáneos, 1977, p. 181.
(22) Ver Alfredo Navarrete, Informe que rinde el secretario general saliente, compañero... por su periodo social de febrero de 1934 a enero de 1936, México, STFRM, 1936.
(23) “El Comité...”, en Consideraciones, núms. 20-22..., p. 10.
(24) El Universal, 5-II-36, p. 8, 1a. Secc.
(25) La Prensa, 6-II-36, p. 19.
(26) El Día, 9-II-36, p. 6.
(27) El Universal, 19-II-36, p. 8, 1a. Secc.
(28) Historia documental de la Confederación de Trabajadores de México, t. 1. 1936-1937, México, PRI ICAP, 1981, p. 87.
(29) Ibíd., pp. 94-95.
(30) Ibíd., pp. 96-97.
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