Palabra de Antígona
La misión de AI tiene especial preocupación por las violaciones a los derechos de las y los migrantes, sobre la desaparición de personas y la violencia contra las mujeres
México,
D.F, 19 feb. 14. AmecoPress.- El lunes, Salil Shetty secretario general
de Amnistía Internacional (AI) como cabeza de una misión de “alto
nivel”, se entrevistará con el presidente Enrique Peña Nieto, para
entregarle sus opiniones sobre el estado que guardan los Derechos
Humanos en México. El señor Shetty habría dicho en Saltillo, Coahuila,
que no puede hablarse de Reformas Estructurales si no hay respeto a los
derechos humanos.
La
misión tiene especial preocupación por las violaciones a los derechos
de las y los migrantes, sobre la desaparición de personas y la
violencia contra las mujeres. Asuntos profusamente investigados, a tal
grado que contamos con el detalle de dónde y cómo suceden atrocidades
en espacios territoriales concretos; sabemos, incluso, qué ciudades o
delegaciones políticas significan grave peligro para las mujeres,
periodistas, defensores y defensoras de derechos humanos. Pero todo
ello no ha significado casi nada, reina la impunidad y no sabemos nada
congruente sobre las acciones de justicia.
La misión de
“alto nivel” de AI ocurre precisamente un mes antes de que se cumpla el
plazo para que México informe al Consejo de Derechos Humanos de
Naciones Unidas (ONU) sobre cuántas y cuáles de las 188 recomendaciones
que ese organismo hizo a México en su segundo Examen Periódico
Universal (EPU), que presentó el miércoles 23 de octubre de 2013 en
Ginebra, Suiza, y nadie sabe si México ya respondió o no. Por lo que la
visita de AI es estratégica.
¿Qué irá a
responder el gobierno? Para nadie es una novedad, dolorosa y tremenda,
sobre la crisis que vivimos en materia de Derechos Humanos. Lacerantes
todos los datos. Se han detenido, torturado y desaparecido -según AI-,
a 83 mil migrantes, es insoportable pensar en más de 26 mil
desapariciones para no hablar de las más de tres mil mujeres asesinadas
cada año y los números de trata de niñas y mujeres con fines de
esclavitud sexual.
El gobierno de
Peña Nieto está en aprietos. México es un país que ya no engaña a
nadie. Las leyes, las medidas de protección, por ejemplo, a periodistas
no han servido para nada, mientras que en estados como Veracruz, se
hace evidente que las y los periodistas no pueden trabajar y son
perseguidos, e incluso asesinados, mientras que se apuntala al
gobernador, amigo del presidente de la República.
Igual sucede
con situaciones explícitas y conocidas como la trata de mujeres en
Tlaxcala, Jalisco y las Lomas de Chapultepec, donde los datos e
investigaciones están hechas y no se actúa. ¿Qué pueden responder
gobernadores, procuradores de justicia y la flamante policía federal?
El autoritarismo y el patriarcado, bien, llenos de buena salud. Y hay
quien duda de los testimonios de mujeres y niñas.
Este 14 de
febrero, durante el baile de la movilización femenina en la Alameda
Central, para llamar la atención sobre la violencia contra las mujeres
y lanzar el mensaje de que todavía pensamos en la utopía de relaciones
amables y satisfactorias, reveló o más bien ratificó, datos
incontrovertibles. Son crecientes y sostenidas las cifras de asesinatos
femeninos, cada vez más crueles en los estados de México, Chihuahua,
Guerrero, Guanajuato, Michoacán, Oaxaca, Sinaloa, Chiapas y Sonora.
La Iniciativa
de las Mujeres Premio Nobel concluyó, en un informe, que por el
crecimiento del feminicidio entre 2006 y 2012, la situación en México
había alcanzado la calificación de “crisis preocupante”.
El
Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio contabilizó, en los
últimos cuatro años, tres mil 139 feminicidios en 13 entidades de
México, sin considerar los datos de Chihuahua, donde creció la tasa a
pesar del operativo contra el crimen.
Amnistía
Internacional registró dos mil asesinatos de mujeres en un solo año, un
promedio de seis por día, ya que entre 2008 y 2009 aumentaron los
homicidios femeninos 69 por ciento en relación con años anteriores.
El número de
asesinatos contra mujeres en estados como Chihuahua es 15 veces más
alto que el promedio mundial, por ejemplo, y en todo el país se cometen
6.4 asesinados de mujeres por día, de los cuales 95 por ciento quedan
en la impunidad, mientras que 10 estados las cifras registran tasas de
crecimiento sostenidos de asesinatos de género.
Según cifras
de las Procuradurías, han desaparecido en los últimos cuatro años 3 mil
149 mujeres en nueve estados de la República, en edades que oscilan
entre los 10 y 17 años de edad.
Si hablamos de
las víctimas de violencia sexual y trata de personas, la maestra Teresa
Ulloa, directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres
y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC), afirma que el crimen
de desapariciones llega a 20 mil personas al año, o sea 16 víctimas por
cada 100 mil habitantes.
Y si hablamos
de violencia sexual en un solo año, Amnistía Internacional detectó
alrededor de siete mil violaciones, de las cuales en sólo cinco por
ciento ha sido ingresado en la cárcel. Y hasta 2012 la Cámara de
Diputados habló de 15 mil violaciones denunciadas.
Pero la cifra
negra es espeluznante, se habla de 112 mil violaciones cada año. Es,
además, alto el porcentaje de mujeres violadas que resultan
embarazadas, como lo indica el Informe Nacional sobre Violencia y la
Salud en México realizado por Ipas Salud, organización civil, que
señala que entre siete y 26 de cada cien violaciones provocan un
embarazo.
En la Encuesta
Nacional sobre Violencia contra las Mujeres, del Instituto Nacional de
Salud Pública, se reflejó que el 7.6 por ciento reportó abuso sexual en
la infancia, y son los familiares agresores en un 13.7 por ciento del
total de mujeres que fueron violadas cuando eran menores de 10 años,
mientras que el 65 por ciento, lo fue entre los 10 y los 20 años de
edad, según esa encuesta.
El
agravamiento de la violencia contra las mujeres periodistas y
defensoras de los derechos humanos es funesto. Sólo entre los años 2002
y 2010 fueron asesinadas 10 periodistas en México, y entre diciembre de
2010 y noviembre de 2012 fueron asesinadas 15 defensoras de derechos
humanos, la mayoría de ellas en los estados de Chihuahua y Guerrero,
según denuncia de la organización internacional Asociadas por lo Justo
(JASS).
El secretario
general de AI llegó a México el día 15 y además de escuchar a personas
migrantes, víctimas de tortura y a sus familiares, también se reunirá
con integrantes del Congreso. AI abrirá una nueva oficina en México y
seguramente su análisis de la situación, nos va a retar a volver los
ojos a nuevos referentes valóricos de la convivencia humana, porque las
cifras son superiores a las historias de países en guerra o sometidos
por alguna dictadura, como las conocidas en la historia.
En el Examen
Universal de Naciones Unidas llamó la atención la observación de
Holanda en cuanto a la legislación de algunos estados de la República
en los que se protege la vida desde la concepción, lo que ha influido
en la dificultad de las mujeres para poder recurrir al aborto en caso
de violación y otras causas. Feminicdios indirectos, puesto que muchas
muren en el intento.
Es también
alarmante que según ONU hay un aumento de casos de tortura, efectos
negativos de la desigualdad social, el abuso del fuero militar y la
indiferencia al combate a la corrupción.
Foto: Archivo AmecoPress.
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