Hogar, escuela y espacios públicos son lugares de riesgo
Con mayor educación formal e información sobre sus derechos, las menores de edad tendrán más herramientas para prevenir este flagelo.
Pese a la existencia de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), el Fondo para la Infancia de Naciones Unidas (UNICEF), grupos civiles y expertas advirtieron alarmantes cifras de violencia contra las niñas en hogares, escuelas y espacios públicos.
Para finales de 2013, una cuarta parte de las adolescentes de 15 a 19 años en el mundo (70 millones) señalaron que fueron víctimas de alguna forma de violencia física; una de cada 10 tuvo relaciones sexuales forzadas, y una de cada tres que han estado casadas padecieron abusos emocionales, físicos o sexuales por parte de sus parejas, informó UNICEF.
En un intento por visibilizar esa desigualdad, la ONU instauró en 2011 el Día Internacional de la Niña (que se celebra cada 11 de octubre), y este año se conmemora con el lema “promover la autonomía de las adolescentes: Poner fin al ciclo de violencia”.
EDUCACIÓN, BASE DE LA AUTONOMÍA
Leonor Calderón, directora del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), aseguró que la violencia contra las niñas –que en algunos contextos va en aumento– se puede prevenir y erradicar a través de la educación y el empoderamiento de las menores de edad.
Detalló que las niñas y adolescentes con suficientes herramientas formativas pueden convertirse en el principal agente de cambio en sus familias y comunidades, para poner fin a la violencia de género y prevenir que ésta aumente. “Quien conoce sus derechos, puede defenderlos”, dijo.
Calderón observó que si bien el Estado mexicano logró garantizar una equidad entre el número de niñas y niños que ingresan a la escuela, no ha logrado disminuir los factores que impiden que niñas y adolescentes continúen sus estudios.
De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), en 2010 un millón 722 mil 725 niñas de 5 a17 años no iba a la escuela; en 11.8 por ciento de los casos se debió a embarazos.
La titular de UNFPA en México lamentó que los embarazos en adolescentes, la falta de infraestructura adecuada en las escuelas, la violencia escolar, y la falta de recursos económicos en las familias, son algunas de las causas por las que las niñas no cursan más allá de la educación básica.
Aclaró que el número de niñas que retornan a la educación es muy bajo, más cuando la razón del abandono es un embarazo, ya que se calcula que menos del 30 por ciento de las madres adolescentes regresan a la educación formal.
Calderón llamó a la sociedad, las instituciones y al Estado a seguir invirtiendo para que las escuelas retengan a las niñas y adolescentes. La responsabilidad, explicó, también es de las familias, ya que cuando hay una urgencia sacrifican en primera instancia la escuela de las niñas al considerar que su educación es menos importante que la de sus pares varones.
También son necesarios espacios de participación para las niñas en los que se les informe sobre sus derechos y se escuchen sus necesidades. Las menores de edad podrían así generar estrategias adecuadas a su edad para prevenir y combatir la violencia de acuerdo con sus experiencias y contextos, agregó Calderón.
La experta detalló que la educación sobre derechos sexuales y reproductivos también es un bastión para que las menores se empoderen, ya que los embarazos tempranos propician mayor dependencia de las niñas con sus parejas y cancelan sus proyectos de vida.
Los embarazos prematuros son otro síntoma de la violencia machista en contra de las niñas, acusó la Redim. De acuerdo con el Inegi, en 2011 hubo 11 mil 321 nacimientos de madres menores de 15 años.
La Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica de 2011 reveló que dos de cada 10 adolescentes entre 15 y 19 años han presentado más de un embarazo desde que iniciaron su vida sexual.
El “Informe alternativo sobre la situación de garantía de derechos de niñas, niños y adolescentes”, elaborado por la Redim, establece
que para el cumplimiento del interés superior de la niñez es necesario erradicar la violencia que permea sus vidas.
El documento detalla que la educación es una de las vías por las que puede ponerse fin a este flagelo.
ESPERANZA EN LA LEY
En México, la delincuencia y el crimen organizado profundizan la inseguridad y las agresiones contra las niñas. En Nuevo León, por ejemplo, la Redim documentó el asesinato de 77 niñas entre 2000 y 2013, y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) aseguró que de las 7 mil 625 víctimas de trata de personas en el país de 2009 a 2013, 40 por ciento fueron menores de 18 años y de este grupo el 80 por ciento eran niñas.
Además, durante el primer semestre de 2014 se hicieron públicos casos de niñas en comunidades rurales que fueron obligadas a unirse en pareja, y que fueron encarceladas por negarse a hacerlo. Según el Inegi, en 2010, 362 mil 581 niñas de 12 a 17 años estaban casadas, en unión libre, divorciadas, separadas o viudas.
La Cámara de Diputados recibió el pasado 1 de octubre la minuta de la Ley General de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes que aprobó el Senado con diversas modificaciones propuestas por organizaciones civiles que criticaron y reformaron la propuesta inicial presentada por Enrique Peña Nieto el 1 de septiembre.
La diputada Verónica Juárez Piña, presidenta de la Comisión de los Derechos de la Niñez de la Cámara baja, detalló que esta norma reconoce la importancia de la educación para erradicar las principales problemáticas que atañen a las niñas (embarazos tempranos, pobreza y violencia), y garantiza que todas aquellas menores a quienes les fueron violados sus Derechos Humanos puedan continuar su educación.
La ley también integra artículos en cuanto a educación sobre salud sexual y reproductiva a las y los niños, y establece la orientación de personal docente y padres y madres de familia para que puedan brindar información a las menores de edad, pero no detalla el vínculo entre la educación formal, la instrucción sobre derechos de niñas y mujeres, y la prevención y erradicación de la violencia.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.-
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