8/20/2015

Los periodistas pal café….



Dime qué cosas ligeras contestas y te diré cuáles pesadas ocultas: Enrique Peña Nieto surcando con supuesta prestancia el minado mundo tuitero para aclarar que no es capaz de ponerse unas calcetas deportivas al revés, mientras el país y el mundo hierven de preguntas y exigencias respecto de múltiples temas graves ante los cuales ese mismo corredor en entredicho mantiene lamentable silencio o se atiene a verdades históricas, boletines de prensa, emisiones retóricas y frivolidad declarativa en general.
La reacción del ocupante de Los Pinos ante la etiqueta de Twitter #calcetagate ha sido de colección: de muchas cosas han acusado al orgullo de Atlacomulco en las amplias avenidas del Internet politizado (varias ocasiones con una impactante difusión mundial), pero al así señalado sólo parece haberle afectado la que pretendía mostrarlo operativamente en una condición disminuida respecto del acto simple de colocar correctamente (la talonera, en el talón) una prenda textil a la hora de hacer ejercicio físico. O, en realidad, es que ése ha sido el único asunto polémico para el que ha tenido una especie de respuesta y no ha querido perderse la oportunidad de aclarar aunque fuera esa minucia lúdica potenciada en las redes sociales.
La cándida historia del #Calcetagate se produjo luego que el sábado 15 del presente mes el propio Peña Nieto hubiese participado en una carrera atlética organizada por el Estado Mayor Presidencial, en la que según los registros oficiales cumplió con 10 kilómetros en 50 minutos con 48 segundos (algunos memoriosos se han preguntado si el espíritu de aquel Roberto Madrazo, maratonista ahorrador de tramos, no se habría asomado a la hora de conseguir tan extraordinaria marca).
Las fotografías oficiales del caso, alojadas en la página de www.presidencia.gob.mx mostraron, además de los estragos del esfuerzo físico, una mancha gris en el empeine de cada uno de los pies del corredor central. Una primera impresión hacía pensar que el mexiquense se había puesto las calcetas al revés, con la parte gris de esas prendas, que suele estar en el talón, en el empeine. De allí nació la etiqueta #CalcetaGate que en su propia enunciación denotaba el sentido de guasa, pues nadie habría de pensar que unas calcetas mal puestas podrían generar una crisis como la del Watergate. Incluso, a unos minutos de que se hubiera emitido el sabatino primer tuit sobre las presuntas calcetas al revés, Ray de la Parra (@AhFusilarlos, en Twitter) hizo saber que eran prendas marca Under Armour, específicamente las denominadas Compression Socks.
Pero ya había arrancado el Tren del Mame (así llaman a la avalancha de señalamientos irónicos y burlas, no necesariamente críticas formales o académicas, que se producen respecto de determinados hechos), a tal grado que Peña Nieto hubo de salir la noche del martes con la fotografía de unas calcetas Under Armour cuyo diseño tiene figuras en gris en la parte superior, en el empeine, para demostrar que no había cometido la equivocación casi infantil. Desde que el tema se inició, la noche del sábado, un astillado tuitero promotor de la etiqueta multimencionada había advertido que “lo de menos es, en el #CalcetaGate, si el talón o el empeine: lo tragicómico es que muchísimos creen a @EPN capaz de tamaños errores básicos”. Tanto, que el asunto se abrió paso entre la selva de denuncias, desahogos, reclamos, troleo, jugueteo, promociones y displicencia que caracterizan al tuitear globalizado, hasta llegar el martes al primer lugar nacional de las tendencias, y al quinto a escala mundial.
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RESPUESTA TUITERA. Tomada de la cuenta de Twitter del presidente Enrique peña Nieto
En realidad, más allá de la evidente ligereza del tema, de su intrascendencia original, ese revuelo tuitero logró confirmar la textura de frivolidad y vacuidad que mueve los resortes del máximo poder político en México. Por una parte, exhibió casi estadísticamente la amplitud del segmento de mexicanos informados que creen a Peña Nieto capaz de cometer pifias de ese tipo. Tan acostumbrados están los ciudadanos a que dicho político cometa grandes errores que una presunta torpeza calcetinera entraba en los cálculos posibles. Y el remate fue la respuesta tuitera, con material textil exhibido, que refleja rasgos de personalidad, prioridades de imagen, desdén por otros temas realmente importantes, temor de que se confirmen las descalificatorias percepciones deficitarias respecto de sus habilidades y una pretensión de oportunidad aclaratoria que recibió en el mismo mundo tuitero un rápido e intenso revire que exigía al esclarecedor de asuntos pedestres que elevara sus ánimos hacia la creciente lista de asuntos a los que no ha podido dar respuesta satisfactoria ante los mexicanos: Ayotzinapa, la Casa Blanca, Higa, OHL, Ostula, Tlatlaya, Apatzingán, los asesinatos de periodistas, defensores de derechos humanos y activistas políticos y sociales, sólo por mencionar algunos.
Por cierto, luego de la citada carrera en el Molino del Rey, Peña Nieto se congratuló de que la devaluación del peso frente al dólar genere consecuencias positivas para México. Contento, con endorfinas liberadas, dijo que a veces asociamos mucho el que el tipo de cambio se mueva con que estamos mal. La verdad, así como evidentemente esto genera cierto escozor entre la gente, también es positivo. Ayer, ese rango positivo llegó casi a los 17 pesos por dólar, con inflación en curso aunque las autoridades, como Agustín Carstens, pretendan desautorizarla con base en declaraciones y con un escenario económico que a las mayorías provoca mucho más que simple escozor.
Y, mientras Cuauhtémoc Cárdenas anuncia que se prepara un nuevo proyecto de nación que sería impulsado por personalidades y organizaciones progresistas (por lo pronto, ayer se habló del tema con el líder telefonista, Francisco Hernández Juárez, a un lado), en una jugada que, como en otras ocasiones, desembocará en la puja por las candidaturas (2018), ¡hasta mañana, con la versión de que el virtual nuevo dirigente panista, Ricardo Anaya, no designará a Gustavo Madero al frente de San Lázaro, sino al michoacano Marko Cortés!, Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

Enrique Galván Ochoa: Dinero
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El gobierno de Peña Nieto acumula ya una devaluación de 31.78 por ciento. En diciembre de 2012 con 12.90 pesos se podía comprar un dólar en ventanilla bancaria, ahora se necesitan 17 pesos. En otras palabras, la moneda nacional ha perdido un poco más de la tercera parte de su valor. Un dato sombrío: a partir de la devaluación de 1976, los gobiernos priistas y panistas han sido responsables de pulverizar nuestra divisa. En el sexenio de Echeverría la cotización era de 12.50 por dólar. Aparentemente no hay una gran diferencia con los 17.00 de hoy. Sin embargo hay que recordar que en el sexenio de Salinas de Gortari le dieron una manita de gato que consistió en quitarle tres ceros, de otro modo hay serían necesarios 17 mil pesos para comprar un billete verde. ¡La depreciación es de más de 100 mil por ciento!
Y el petróleo
En las últimas jornadas, el precio del petróleo mexicano de exportación ha ido a la baja. Ayer cayó un 2.78 por ciento y cerró en 38.15 dólares por barril. Es una tragedia si se considera que el año pasado llegó a cotizarse a más de 100 dólares. ¿Ahí termina su caída? Nop. El petróleo podría descender a los niveles de la crisis financiera global (2007, 2008), porque continuará el exceso de oferta. Podría bajar a 32.40 el barril del tipo West Texas, de acuerdo al analista de Citigroup, Seth Kleinman. Eso significaría que el barril de Pemex bajaría a niveles de 20 dólares y pico el barril. El descalabro de ayer se originó porque contrario a lo que se esperaba, las reservas de Estados Unidos aumentaron 2.6 millones de barriles, es decir, tienen un mar de petróleo disponible.
¿Qué sigue?
El gobierno intentará aplicar IVA a alimentos entre otros recursos. Ya avisó el sector privado que será inevitable subir precios de las mercancías a partir de esta quincena. Ayer el gobernador del Banco de México Agustín Carstens trató de rebatir los argumentos. Lo que tenemos enfrente es una nueva crisis priista cuya duración y profundidad todavía en estos momentos no puede calcularse. Como ha sido siempre, el peso de la crisis se descargará sobre la gente pobre. Ya se menciona el aumento del IVA a medicinas y alimentos como un recurso para que el gobierno recaude fondos. ¿Por qué no? Saben que está a su favor la inagotable paciencia y abnegación de los mexicanos.

Lo único que le faltaba a este México modernizado era importar lo que hasta hace no mucho producía a manos llenas, es decir, petróleo crudo. Así es, mexicanos incrédulos: en sólo un trienio la actual administración gubernamental logró que el país retrocediera cuatro décadas, y ahora, como en 1974, sus destartaladas refinerías se nutrirán de crudo gringo para mejorar y completar la producción de gasolinas (Pemex dixit), las cuales, dicho sea de paso, de tiempo atrás importa masivamente.
El citado año del siglo XX fue el último en el que nuestro país importó petróleo crudo, pues a partir de esa fecha logró la autosuficiencia en ese renglón y a partir del sexenio de José López Portillo adquirió la condición de exportador neto. Y en esa administración se construyó la última de las refinerías de Petróleos Mexicanos; de allí en adelante todo fue parchar la deteriorada infraestructura de refinación, y hasta se dieron el lujo (Carlos Salinas, 1991) de cerrar una de ellas (la 18 de marzo en Azcapotzalco).
A partir de allí todo fue pretexto para no incrementar el número de refinerías, pero sí, y a paso veloz, la importación de combustibles. Ello, porque –según decían los genios tecnocráticos– la construcción de plantas procesadoras no es un buen negocio para el país, pero sí –y de qué tamaño– la creciente cuan voluminosa adquisición de gasolinas y conexos en el extranjero.
Seis sexenios al hilo (de Miguel de la Madrid a Enrique Peña Nieto) jurando que la construcción de refinerías no es un buen negocio para el país, para que ahora –ya reformado el sector– algún genio descubriera que finalmente sí lo es, y el camino está libre para que el capital privado las construya. En vía de mientras, la destartalada infraestructura con la que cuenta Pemex trabajará con crudo estadunidense.
Pero no dejan de fluir las buenas noticias del reformado sector petrolero otrora nacional, porque, de acuerdo con la información de Pemex, el gobierno peñanietista no sólo importará crudo del vecino del norte (casi 10 por ciento más caro que el nacional), sino que sus ventas a ese destino se han desplomado 31 por ciento entre diciembre de 2012 y junio de 2015.
En enero pasado el entonces embajador peñanietista en Washington, Eduardo Medina Mora (hoy despacha en la Suprema Corte de Justicia de la Nación), divulgó la buena noticia de que México, tras 41 años de no hacerlo, nuevamente importaría petróleo crudo. Días atrás la Secretaría de Energía anunció que comenzaría la operación, en el entendido –según dijo– de que Estados Unidos venderá crudo ligero y condensados a Petróleos Mexicanos para mejorar y completar la producción de gasolinas, lo que resultará altamente benéfico (La Jornada, Israel Rodríguez).
En el último lustro, la producción nacional petrolera total registró el siguiente comportamiento: la de crudo pesado se desplomó 20 por ciento, al igual que la de súper ligero. En cambio, la correspondiente a crudo ligero se incrementó 3 por ciento en el periodo. Nada para presumir, cierto es, pero resulta que lo que México importará de Estados Unidos (100 mil barriles por día) será crudo ligero, es decir, el tipo de hidrocarburo que lejos de reportar merma ha aumentado en los últimos años. De hecho, la exportación de este último al mercado estadunidense registró un aumento de 159 por ciento entre 2010 y junio de 2015, y en esta última fecha los envíos al vecino del norte promediaron 194 mil barriles por día.


 Desde que el peñato empezó a promover la privatización del sector energético ofreció que, de aprobarse la reforma energética finalmente impuesta en el contexto del Pacto por México (PRI, PRD, PAN, Panal y Verde), los consumidores pagarían menos por la electricidad, el gas y la gasolina. Así lo afirmó, por ejemplo, el secretario de Energía en una conferencia organizada por la Fundación Colosio a finales de agosto de 2013 (http://is.gd/IdhmXe). Todas las instancias del gobierno federal y sus aliados políticos y mediáticos siguieron propalando esa promesa y no pocos la creyeron, a pesar de que ya para enero del año siguiente era claro que la CFE empezó a aplicar incrementos en la tarifa y tuvieron lugar alzas en los precios de la gasolina y el diésel (http://is.gd/Ui0niC). La legisladora perredista Dolores Padierna calculó en 10 millones de pesos diarios el gasto publicitario empleado por el gobierno para difundir esa y otras supuestas bondades de la reforma privatizadora.(http://is.gd/LZcnrq).
Cuestionado públicamente por el cineasta Alfonso Cuarón sobre 10 puntos dudosos de la privatización energética, el peñato respondió que su reforma permitiría reducir los precios del gas natural y la electricidad en el mediano plazo (http://is.gd/Zox5o7). Por su parte, panistas y perredistas se unieron al coro y legisladores de esos partidos auguraron un inminente descenso de los precios (http://is.gd/RUzlF2) del gas y de la electricidad, aunque dudaron que fuera a ocurrir algo similar con la gasolina.
En enero del presente año, Peña Nieto afirmó en un mensaje de Año Nuevo que las reformas del Pacto por México ya habían rendido sus primeros frutos y que, en consecuencia, por primera vez comienza a bajar el costo de la electricidad que pagan las familias (http://is.gd/V21RjW). El director de la CFE, Enrique Ochoa Reza, se hizo eco del mensaje y aseguró, de paso por el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), que la baja de la tarifa era un beneficio de la reforma energética (que) supone un giro histórico (http://is.gd/QFKt3g). El Financial Times dio por buenas esas afirmaciones, así fuera como prueba de que las cosas no son irremisiblemente sombrías, pese a que las promesas de Peña se habían venido abajo con estruendo (http://is.gd/0bKhwg).


Leonel Rivero Rodríguez, abogado de Nestora Salgado García, demandó la anulación del proceso por secuestro agravado contra la comandanta de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) del municipio de Olinalá, Guerrero. El viernes 21 se cumplirán dos años que la dirigente permanece presa, a pesar que desde marzo de 2014 un juez federal dictó a su favor un auto de libertad al no sostenerse los cargos de secuestro y delincuencia organizada imputados por las autoridades siete días después de que fuera detenida en agosto de 2013.

Solicitan apoyo para fotoperiodista enfermo
Armando Lenin Salgado, el fotoperiodista mexicano vivo más importante del siglo XX se encuentra en una crisis de salud que requiere atención urgente. Padece cáncer de próstata.

Mucho se ha dicho y escrito en estas semanas sobre el septuagésimo aniversario del inicio de la era nuclear. Ese verano de 1945 fue un momento decisivo en la historia del mundo. Y los dirigentes políticos del momento no supieron aprovecharlo.

El 21 de agosto se cumplen 75 años del asesinato de León Trotsky en Coyoacán a manos de un pistolero enviado por Stalin. El lugar donde ocurrieron los hechos, la casa de la calle Viena, el refugio mexicano donde vivió y trabajo el líder revolucionario, es hoy la sede de un museo singular que ha sobrevivido al tiempo y las dificultades gracias a Esteban Volkow, nieto de Natalia y León, víctima y testigo excepcional del odio estalinista y a la vez guardián discreto del patrimonio y la memoria de su abuelo. En ese recinto, rescatado a principios de los noventa gracias a la intervención afortunada de Manuel Camacho y Alejandra Moreno Toscano, con el apoyo de Javier Wimer, Carlos Payán, Adolfo Gilly, Leonor Sarmiento, (cito de memoria), de los viejos correligionarios del Viejo aún vivos y la solidaridad de figuras tan inolvidables como Ernst Mandel, allí, digo, se preservó intacto o se restauró sin alteraciones el sitio donde el líder revolucionario escribió sus últimas obras, en el que ahora yacen sus restos. Más que por los modestos objetos personales expuestos al visitante, como el humilde mobiliario, los libros, las conejeras, la belleza del pequeño jardín en el que destaca la estela funeral, el lugar atrae por ser el escenario de una tragedia histórica que marcó nuestro tiempo, tan pleno de esperanzas revolucionarias y tan cargado de desilusión y retrocesos morales. Quien visita la casa-Museo se admira de la modestia del hábitat de su habitante principal, pero se asoma, sobre todo, a ese oscuro capítulo que la memoria, acusatoria, no permite olvidar. Además, como lugar de encuentro cultural, allí puede consultarse la biblioteca de Rafael Galván, enriquecida con otras donaciones posteriores; así, asistir a las exposiciones y conferencias sobre todos los temas con absoluta libertad.

Si la sección de Intereses de Estados Unidos de Norteamérica en la Habana, creada en el gobierno de Carter, se inmiscuía en asuntos internos de Cuba, la embajada reinaugurada la semana pasada no dejará de hacerlo. No se conoce embajada de ese país que no tenga, con diversos nombramientos, agentes de la CIA. La literatura al respecto es muy vasta. Pero el gobierno de la isla sabe mucho de esas injerencias y cómo neutralizarlas: han pasado 54 años desde que Fidel Castro denunciara, en enero de 1961, que la embajada se había convertido en un nido de espías. Fue entonces que se redujo el personal de ambas sedes diplomáticas para luego romper relaciones. Dos meses y medio después del conocido discurso de Fidel se llevó a cabo la invasión a Bahía de Cochinos y comenzaría el bloqueo económico a la isla.

Desde su lecho de enferma, donde estuvo más de un año víctima de un nuevo cáncer después del primero que sufrió en 2001, María de Jesús Marqueda se siguió enfrentando a los delincuentes ambientales que han hecho del Monterrey metropolitano el área citadina más contaminada de América, según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma, por sus siglas).

Desde hace algún tiempo se ha decretado por las derechas, sectores de izquierda desorientados de América Latina y el Caribe (ALC), y también de Europa, el fin de lo que llaman ciclo progresista. Basan su afirmación en especulaciones muy alejadas de un auténtico trabajo de campo y del conocimiento, o la correcta interpretación, de la historia de luchas de nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños. O, simplemente, la sustentan en sus deseos.

El Isil ha dado muerte al guardián de Palmira. La muerte de Jaled Asaad, torturado durante un mes y luego decapitado por negarse a revelar la ubicación secreta de los invaluables tesoros de la ciudad romana, ha llenado de pesar a sus colegas arqueólogos.

Después de que Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía, aseguró que la madre de todas las reformas de EPN, la energética, era de creación ciento por ciento mexicana y que lo de los cables del Departamento de Estado que documentan la pesada mano de EU en su diseño y articulación tenía tufillo electoral de Clinton, respiramos profundo, poco tranquilos porque, como Beltrones dijo luego, todo aquello eran ataques populistas que incluirían la demanda senatorial a EPN para que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informe puntual y detalladamente, de qué manera ha participado México en la coalición multilateral contra el Estado Islámico (ISIS) en Irak y Siria” y qué acciones se han emprendido en torno a este tema. Senadoras y senadores fueron enterados del grave asunto por comunicado del Departamento de Estado (DE) de Estados Unidos, sin duda otra iniciativa ciento por ciento mexicana (La JornadaLJ– 18/3/15).

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