Por: Cecilia Balderas /
19 agosto, 2015
(19 de agosto, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- La senadora Dolores
Padierna Luna sostuvo que tras la adjudicación de dos contratos a la
inversión privada en materia energética -a través de la denominada
Ronda Uno- el gobierno federal generó un gran sacrificio fiscal que se
traduce en “un vil despojo” por la privatización de hidrocarburos, pues
el Estado mexicano únicamente percibirá 24 % del total de las
utilidades que se generen.
En reunión de trabajo de la Tercera Comisión de la Permanente, en la
que participó Juan Carlos Zepeda Molina, titular de la Comisión
Nacional de Hidrocarburos (CNH), la perredista rebatió los datos
señalados por el funcionario, quien aseguró que el porcentaje de
utilidad en que se adjudicó el Bloque 7, asciende a 69 % y el Bloque 2,
a 65 %, sin tomar en cuenta el Impuesto Sobre la Renta (ISR), una
regalía sobre hidrocarburos y un pago por contraprestación del Estado,
en función del área ocupada, lo que según él, daría un porcentaje total
de utilidad de más de 80 %.
“Hace falta precisar que (lo que llegará al Estado) es la utilidad
operativa; es decir, la que queda después de restar el 60 % de costos
que ustedes autorizaron en los contratos. De ese 40 % restante, el
Estado se llevará un pequeño porcentaje, 24 % del total, según
estimaciones de investigadores de la UNAM, a quienes les creo más”,
argumentó la senadora.
La legisladora también reprochó al comisionado presidente que la CNH
haya modificado de manera unilateral ciertas especificaciones en
materia ambiental, de cara a la publicación de las siguientes
convocatorias: “por ejemplo la 20.2, en la que se habla de seguros
obligatorios, se modificó en perjuicio del medio ambiente y pusieron un
límite de pago en los seguros, se eliminó la cobertura de gastos
específicos en la materia, entre otras graves modificaciones que además
son regresivas en las bases de licitación para beneficiar a los
privados”, dijo Padierna.
Un “logro” no alcanzar la meta
En su participación, Zepeda Molina afirmó que no haber licitado el
total de los bloques que se tenían previstos y quedar por debajo de la
meta establecida –la Comisión pretendía adjudicar seis contratos de los
que sólo pudieron cerrarse dos- fue positivo, pues lograron venderlos
por arriba del precio mínimo establecido por la Secretaría de Hacienda
y Crédito Público (SHCP).
“El objetivo no es malbaratar; lo primero es la transparencia y lo
segundo, colocarlos en los mejores términos para el Estado…si no se
adjudicaron más contratos en la primera licitación, fue gracias a los
precios mínimos, yo no diría que fue culpa del precio mínimo, fue
gracias a él que sólo se adjudicó lo que se podía hacer en buenos
términos”, dijo el funcionario ante los legisladores.
Sobre los señalamientos de Padierna en materia ambiental, Zepeda
aceptó que se realizaron las modificaciones; sin embargo, dijo que a
los contratos de licitaciones se agregaron candados para establecer un
seguro de responsabilidades por daños a terceros y protección al medio
ambiente, por un monto mínimo de mil millones de dólares por poso
licitado.
El funcionario agregó que con la Ronda Uno, “establecimos una nueva
práctica de transparencia en nuestra industria petrolera; más de cien
mil personas vieron el evento por internet y vieron una nueva práctica
de transparencia para adjudicar contratos de exploración y extracción;
estamos muy orgullosos de que establecimos un nuevo estándar. Esa es
una nueva práctica y permanente que vamos a ver en nuestra industria”.
Para el comisionado el hecho de que 12 empresas petroleras
internacionales hayan presentado ofertas económicas para seis
contratos, implicó el reconocimiento de que la reforma energética,
recientemente aprobada por mayoría en el Congreso de la Unión, “es
robusta, viable y confirma que el marco legal de nuestras instituciones
funciona bien”.
Las próximas licitaciones
La Comisión Nacional de Hidrocarburos prepara las bases para la
licitación de otros bloques de explotación: en la segunda convocatoria
se pretenden colocar áreas con campos ya descubiertos y con reservar
certificadas, a través de contratos de producción compartida, con los
que al Estado le será redituado un porcentaje de las utilidades.
La tercera convocatoria incluirá los “campos maduros” ubicados en
tierra, que según Zepeda, Petróleos Mexicanos (Pemex) no quiso tomar
bajo su tutela en la Ronda Cero.
Para la cuarta convocatoria estarán a disposición de las empresas
inversionistas los yacimientos en aguas profundas y “por la escala de
proyectos y montos de inversión que involucran, es la más importante y
una de las grandes razones de la reforma energética”, afirmó Zepeda.
Originalmente se tenía previsto lanzar la convocatoria para este
último rubro en agosto; sin embargo, será a mediados de septiembre que
se publiquen las bases de licitación, lo que ha generado señalamientos
que apuntan a que la CNH decidió esperar a que suban los precios del
barril de petróleo, para que invertir en México sea atractivo para las
transnacionales.
Con qué se queda Pemex
En la Ronda Cero –realizada previo a que se permitiera el ingreso de
capitales extranjeros- Petróleos Mexicanos solicitó a la Secretaría de
Energía (SENER) mantener bajo su explotación el 82 % de diversas áreas
y campos de reserva en el país, por lo que sus proyectos estarán
básicamente concentrados en este rubro, además de los contratos de
explotación compartida que se logren colocar.
Sin embargo, a pesar de todas las “bondades” que la inversión
extranjera traería a nuestro país, según el gobierno federal, no será
visible en el corto plazo.
Zepeda advirtió que “la industria petrolera de exploración y
extracción es de muy largo plazo, desde el momento en que las empresas
empiezan a explorar, a que tengan su primer barril de producción en
aguas profundas, van a pasar, al menos, ocho años”.
La Comisión Nacional de Hidrocarburos tiene la expectativa de que
los inversionistas consideren como precio de referencia, para invertir
en los yacimientos mexicanos, los precios en que se comercializará el
barril de crudo mexicano en 10 años o más, para que calculen la
rentabilidad de hacer negocios. De acuerdo a las proyecciones, el costo
del barril rondará los 70 dólares.
David Penchyna, senador del Partido Revolucionario Institucional
(PRI) señaló en la reunión de trabajo, hacer un juicio “injusto e
inacabado” de los resultados de la Ronda Uno y habló de la necesidad de
que México maximice la utilidad de sus recursos, generar seguridad en
la producción del petróleo que, “de 2004 a la fecha ha perdido más de
un millón 200 mil barriles de producción, por el ominoso modelo que nos
acompañaba y que limitó la posibilidad de que los mexicanos
explotáramos mejor nuestros recursos”.
Sin embargo, el PRI respaldaba el “ominoso modelo”, pues cabe
recordar que para no ir en contra de sí mismo y votar a favor de la
entrada de capital privado a la industria petrolera, tuvo que modificar
sus estatutos en marzo de 2013.
Durante su 21 Asamblea Nacional, con una inesperada votación a mano
alzada y por “unanimidad”, los priistas dieron el sí a la modificación
de los documentos básicos de su partido, que prohibían respaldar el
gravamen del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en alimentos y medicinas,
así como la entrada a Pemex de capital privado, tradicionalmente
prohibido por el tricolor.
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