Falla la prevención de embarazos en adolescentes en Nicaragua
El estudio “Impacto del embarazo producto de violación y estupro en la
salud y vida de niñas y adolescentes en Nicaragua”, realizado por la
organización de mujeres Axayacatl, detectó que los principales agresores
sexuales fueron sus familiares y conocidos.
La médica Matilde Jirón, una de las autoras de la investigación, explicó que analizaron 22 casos de niñas y adolescentes violentadas sexualmente y que presentaron embarazos, y cuyos hechos ocurrieron entre 2012 y 2013, a fin de conocer el impacto a la salud física, social y emocional para las menores de edad.
Detalló que entre los principales hallazgos del estudio se encontró que la mayoría de las niñas y adolescentes dijo no haber recibido educación sexual, y además en la actualidad ellas no trabajan ni estudian debido a la situación en la que se encuentran.
“Me golpeaba fuerte la panza para que se me saliera”, relató una niña de 13 años con un embarazo producto de violación. Según el estudio, 30 por ciento, es decir siete de las 22 niñas y adolescentes, intentó interrumpir la gestación de distintas maneras, pero en el país centroamericano el aborto está penalizado bajo cualquier circunstancia.
“Tuve una fuerte infección renal, estuve internada”, dijo otra adolescente de 15 años. Ella fue víctima de estupro por parte de un hombre de 51 años de edad, quien la engañó para casarse con ella.
Según la investigación, 80 por ciento de las entrevistadas (16) presentó complicaciones durante el embarazo. Una de las adolescentes refirió cefalea, mareos y depresión, entre otros síntomas que derivaron en la muerte del producto.
Niñas y adolescentes señalaron que tuvieron complicaciones como amenazas de aborto, anemia, preeclampsia e infección en vías urinarias, entre otras enfermedades. Todo esto provocó también que seis de las adolescentes tuvieran ideas suicidas.
“Cuando nació la niña me sentí muy mal, me adapté a ella como a los seis meses”, narró una adolescente de 13 años víctima de embarazo por violación.
En tanto, la mayoría de las jóvenes víctimas de estupro expresaron que tuvieron que “acostumbrarse” a su nueva situación y tratar de salir adelante.
La psicóloga María Eugenia Delgadillo, también autora del estudio, enumeró las consecuencias a la salud emocional y social para estas víctimas. Precisó que 20 de las 22 tuvieron sentimientos de aflicción, tristeza, angustia emocional y económica, depresión y sin ganas de vivir, con sentimientos de vergüenza, aislamiento, miedo, decaimiento y pesadillas.
En el estudio se hacen recomendaciones a los ministerios de Salud, Familia y Educación, y al Poder Legislativo, para que cumplan con las normas de protección a los derechos de la niñez y adolescencia, así como acciones de prevención y detección temprana de la violencia tanto en la familia como en la comunidad.
Al Ministerio de Salud le recomiendan garantizar atención psicológica a las víctimas en los centros de salud, e intensificar las acciones para prevenir el embarazo en adolescentes; y al Ministerio de Educación le proponen realizar talleres de educación sexual, prevención de violencia, y orientación integral en la comunidad educativa.
El llamado a las familias es a que implementen modelos de relación no violenta y de respeto, que enseñen a las y los niños que tienen derechos y que las demás personas deben de respetar. A la comunidad se le propuso denunciar los casos de violencia, y sustituir prácticas discriminatorias por una actitud de apoyo y acompañamiento.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, del total de partos en Nicaragua, 25 por ciento, es decir uno de cada cuatro nacimientos registrados corresponde a una madre menor de 19 años de edad.
Por: Nelson Rodríguez, corresponsal
Cimacnoticias | Managua, Nic.-
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