Estrategia Nacional no debe hacer “más de lo mismo”, advierte
Mientras
los indicadores globales de fecundidad en México han disminuido hasta
alcanzar un promedio de 2.2 hijas e hijos por mujer, según la Encuesta
Nacional de la Dinámica Demográfica 2014 (ENADID), entre las
adolescentes el índice aumenta y el estado de Oaxaca rebasa el promedio
de la tasa de fecundidad específica, ya que por cada mil adolescentes de
15 a 19 años de edad se reportó el nacimiento de 94.19 hijas e hijos,
por encima de los 77.0 registrados a nivel nacional.
En comparación con la ENADID 2009, la de 2014 reporta que la prevalencia
en el uso de anticonceptivos entre las adolescentes unidas de 15 a 19
años se incrementó de 35.8 a 36.7, aunque sigue por debajo del nivel
nacional de 51.1, al igual que en las adolescentes sexualmente activas,
cuya prevalencia en Oaxaca es de 45.8 para 2014, muy por debajo de la
media nacional que alcanza 59.0.
Para el oficial nacional de Programas y jefe del Área de Salud Sexual y
Reproductiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA),
Javier Domínguez del Olmo, entre más temprana sea la edad a la que se
embaraza una mujer, los riesgos de entrar al “círculo vicioso”
intergeneracional de la pobreza se incrementan, es decir que hay más
probabilidades de que las hijas de las madres adolescentes enfrenten
también embarazos tempranos.
Entrevistado durante el “Taller intersectorial para la planeación de la
estrategia estatal de prevención del embarazo”, realizado este jueves y
viernes para instituciones del Grupo Estatal para la Prevención del
Embarazo Adolescente (GEPEA), Domínguez del Olmo apuntó que la
problemática requiere programas de desarrollo social, y no sólo el
acceso a anticonceptivos que “por sí solos no van a resolver el
problema”.
La misma ENADID 2014 reporta que 51.5 por ciento de adolescentes de 15 a
19 años del país que se convirtieron en madres dijeron haber planeado
su embarazo, lo que debe llevar a analizar qué opciones de desarrollo se
les están otorgando a esas adolescentes.
El mismo instrumento de medición reporta además que otro 30.6 por ciento
de esas adolescentes no planearon su embarazo, y para el 17.8 por
ciento restante fue no deseado.
De acuerdo con la ENADID 2009, nueve de cada 10 hospitalizaciones en
adolescentes de 15 a 19 años son por razones maternas, sumando en el
país 163 mil atenciones por parto y 28 mil 212 por aborto, en tanto que
de todas las hospitalizaciones en niñas de 10 a 14 años, una de cada
tres es por causas maternas
Todas esas cifras, en opinión del oficial de Programas del UNFPA,
reflejan que a pesar de los esfuerzos de instituciones, de una educación
sexual integral, y campañas de prevención, éstos no han sido exitosos
por ser aislados, desarticulados, sin continuidad o ineficientemente
conocidos, por lo que en la Estrategia Nacional para la Prevención del
Embarazo Adolescente (ENAPEA) recientemente implementada –planteó– no se
puede seguir haciendo “más de lo mismo”.
“El tema no ha sido la falta de interés en impulsar la prevención, sino
que la manera en que se ha operado ha sido insuficiente e ineficiente,
por lo que se tienen que aprovechar lecciones aprendidas, fortalecer y
vincular capacidades de las instituciones”, opinó en entrevista con
Cimacnoticias.
En el caso de Oaxaca, Javier Domínguez dijo que hay muchos esfuerzos,
“pero no están programáticamente enmarcados en una estrategia estatal”,
la cual apenas se va a empezar a diseñar para cumplir con la meta
nacional de que en 2030 se reduzca a la mitad la tasa de fecundidad en
adolescentes, que actualmente en el país es de 77.0, pero en la entidad
asciende a 94.19.
Sin embargo, la falta de precisión en la ENADID 2014 propicia que el
Consejo Nacional de Población (Conapo) estime que, con 90 por ciento de
confiabilidad, la tasa específica de adolescentes para Oaxaca podría
ubicarse entre 82 y 106 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19
años.
Deserción escolar y muerte materna son de las principales repercusiones de un embarazo a edad temprana.
Del total de defunciones femeninas registradas en el grupo de 15 a 19
años durante 2009, casi 6 por ciento son por causas maternas,
convirtiendo a ésta en la cuarta causa de defunciones en este grupo de
edad, sólo después de los accidentes de tránsito, los suicidios y los
asesinatos.
Otra de las metas de la ENAPEA es que en 2030 no se registre ni un solo
embarazo infantil en el país. “No pueden seguirse permitiendo los
embarazos infantiles en niñas de 10 a 14 años, embarazos ligados
ineludiblemente a un proceso de violencia”, puntualizó el representante
del UNFPA al referirse a un tema que se ve con normalidad cuando en
realidad es “desgarrante”.
Por: Nadia Altamirano Díaz, corresponsal
Cimacnoticias | Oaxaca, Oax.-
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