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Si bien el estatus de las mujeres mejoró en muchos aspectos en los
últimos 20 años, el avance sigue siendo lento, remarca el informe “Las
mujeres en el mundo”, del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales
(DESA) de la Secretaría de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En su sexta edición, el informe que examina el estatus de mujeres y hombres en el mundo coincidió con el 20 aniversario de la histórica Declaración y Plataforma de Acción de Beijing.
En particular, las mejoras se registraron en la esperanza de vida, la mortalidad materna y en materia educativa.
La esperanza de vida aumentó cinco años y las mujeres viven en
promedio hasta los 72 años, y los hombres, hasta los 68. Esto obedece,
en parte, a la disminución de la mortalidad materna, que entre 1990 y
2013 disminuyó 45 por ciento.
La brecha de género en la educación también se achicó, pues la
participación tanto de niños como de niñas aumentó en todos los niveles
de enseñanza.
Sin embargo, quedan profundas desigualdades, que constituyen un desafío hacia el futuro.
Por ejemplo, las jóvenes y las adolescentes son desproporcionadamente
más vulnerables y corren mayor riesgo de contraer el VIH (virus de
inmunodeficiencia humana), causante del sida. Según Onusida,
15 por ciento de las mujeres seropositivas mayores de 15 tienen entre
15 y 24 años. De las cuales, 80 por ciento viven en África subsahariana.
“Eso se debe a que no solo los sistemas de salud están poco
desarrollados, sino que son incapaces de atender las necesidades de las
mujeres, así como cuestiones de género”, señala el informe “Las mujeres
en el mundo”, presentado el martes 20.
Entre las cuestiones de género desatendidas se destaca el deficiente
acceso a la educación, el matrimonio precoz, la falta de poder de
decisión y la violencia contra las mujeres.
A pesar de los logros en la matrícula escolar, hay 58 millones de
niñas y niños fuera de la escuela, y más de la mitad son niñas. Además,
el informe subraya la elevada prevalencia del matrimonio infantil.
En 2010, alrededor de 26 por ciento de las mujeres de entre 20 y 24
años se habían casado antes de los 18, apenas cinco por ciento menos que
en 1995. Esas proporciones aumentan en Asia meridional y África
subsahariana.
En Asia meridional, 44 por ciento de las mujeres de entre 20 y 24
años se habían casado antes de cumplir los 18, y en África subsahariana,
44 por ciento.
El matrimonio infantil no solo es una violación a los derechos
humanos, sino que eleva la exposición de las mujeres y las niñas al
riesgo de sufrir violencia doméstica, subraya el informe.
DESA remarca que la violencia contra las mujeres sigue siendo un
“motivo real de preocupación mundial”, pues una de cada cuatro mujeres
sufrió violencia física y/o sexual y 60 por ciento de las víctimas no
denunció el ataque ni buscó ayuda.
Además, las mujeres que sufrieron violencia de su pareja sentimental
tienen 50 por ciento más de probabilidades de vivir con VIH que las que
no soportaron esa experiencia.
Frente a estas desoladoras estadísticas, el informe destaca la
creciente disponibilidad de datos en materia de género, que son
esenciales para comprender las tendencias a escala mundial.
“Antes del primer informe, no había nada parecido a estadísticas de
género en el mundo”, recordó el subsecretario general adjunto de DESA
para el desarrollo económico, Lenni Montiel, en conferencia de prensa
con motivo de la presentación del informe de este año.
El lanzamiento también coincidió con el Día Mundial de la
Estadística, conmemorado el mismo martes 20 bajo el lema “Mejores datos,
mejores vidas”.
“Los buenos datos y estadísticas son indispensables para que los
actores de la sociedad puedan tomar decisiones de forma informada”,
remarcó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
“Debemos asegurarnos que se cuenta a todo el mundo, en especial a los más pobres y vulnerables”, puntualizó.
Sin embargo, todavía hay países que fallan en la recolección de datos.
La directora de la sección de Estadísticas Sociales y de Vivienda de
DESA, Francesca Grum, reveló que no habían datos disponibles de Medio
Oriente sobre la magnitud de la violencia machista.
“Medir la violencia contra las mujeres es relativamente nuevo. Recién
ahora trabajamos con los países para asegurarnos de que adopten medidas
estándares”, subrayó Grum, una de las autoras del informe.
Desde 1990, las sucesivas ediciones de “Las mujeres en el mundo” se
concentran en ocho aspectos primordiales: población y familia, salud,
educación, trabajo, poder y toma de decisiones, violencia contra las
mujeres, ambiente y pobreza.
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