Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE. Foto: Miguel Dimayuga Rosalía Vergara |
MÉXICO,
D.F. (apro).- El Instituto Nacional Electoral (INE) buscó este día
revertir las críticas a la “obra faraónica” que pretende realizar en
2016 con un presupuesto de 743 millones de pesos.
En varios documentos y con diversos argumentos, el INE asegura que con la nueva sede se pretende garantizar la seguridad del personal y ciudadanos que acuden a esas oficinas.
“Se pretenden adecuar las instalaciones de aquellas oficinas que no garantizan las condiciones de seguridad para el personal del instituto ni para los ciudadanos y público en general que acuden a las instalaciones del INE”, se señala en uno de los documentos denominado “Cuatro preguntas para entender el proyecto que planea construir el INE”.
También señala que el plan consiste en adecuar terrenos donados o parte del patrimonio del instituto para disminuir las erogaciones hechas año con año en renta de edificios y oficinas.
Luego enumera más de 600 inmuebles en todo el país para la operación de las 332 Juntas Locales y Distritales, módulos de atención ciudadana en los cuales los ciudadanos se inscriben al padrón y para obtener su credencial para votar con fotografía. Para este fin se gastan 300 millones de pesos, reveló.
Enseguida destaca que planea realizar esta obra, “precisamente ahora”, debido a que “la concepción del uso de inmuebles, muebles y múltiples procedimientos no evolucionaron al ritmo al interior del instituto”. La idea general es “modernizar la institución” tras 25 años de su creación.
Tan sólo en el Distrito Federal, indica, se gastan más de 80 millones de pesos en renta de inmuebles. Hoy en día, el INE tiene tres edificios propios y nueve en renta.
La renta anual de estos espacios asciende a 102 millones de pesos, incluyendo las bodegas y el inmueble para la fábrica y producción de los listados nominales. En total, hay mil 612 empleados únicamente en las oficinas centrales ubicadas en Viaducto Tlalpan.
“Los 743 millones de pesos solicitados para 2016 en este proyecto se sumarán a los 719 millones ya autorizados para el Plan Inmobiliario por la Cámara de Diputados en 2014, y se reflejarán en el mediano y largo plazo en una disminución de los costos fijos del instituto. El costo de la inversión programada para el edificio central tendría resultados positivos en un plazo de 12 años, conforme a la metodología de la Secretaría de Hacienda”, justifica.
Los beneficios, según el INE, son ahorrar más de 80 millones de pesos en rentas anuales en el Distrito Federal, aparte de que la nueva sede alojará a unos 3 mil 210 empleados en instalaciones adecuadas a las normas de Protección Civil, entre otras “que actualmente se cumplen precariamente”.
El proyecto costará, en total, 942.6 millones de pesos. De su presupuesto de 2015, el INE destinó ya 663 millones a su Fideicomiso Inmobiliario, sin embargo, será la Cámara de Diputados la que defina el ritmo y el plazo para realizar el proyecto.
En el segundo documento, titulado “10 mitos sobre el nuevo edificio del INE”, este organismo destaca que es falso que la obra sea innecesaria e insiste en que se ahorrará en rentas.
También resalta que no está pidiendo mil 406 millones sino 762 millones para este proyecto en 2016. Sin embargo, admite que gastará unos mil 100 millones de pesos en este proyecto, pero lo proyecta como “inversión pública” del Estado mexicano.
La obra, insiste, “no es faraónica”, debido a que albergará a miles de empleados. Es más, argumenta que los consejeros no eligieron al ganador del proyecto, sino que éste surgió mediante un modelo de selección recomendado por la Unesco y la Unión Nacional de Arquitectos. Además descartó que sea una obra cara y que el INE quiera “hacer un ‘cochinito” con los recursos.
Finalmente, precisó que la obra deberá ser completada antes de 2018, justo en los comicios presidenciales.
En varios documentos y con diversos argumentos, el INE asegura que con la nueva sede se pretende garantizar la seguridad del personal y ciudadanos que acuden a esas oficinas.
“Se pretenden adecuar las instalaciones de aquellas oficinas que no garantizan las condiciones de seguridad para el personal del instituto ni para los ciudadanos y público en general que acuden a las instalaciones del INE”, se señala en uno de los documentos denominado “Cuatro preguntas para entender el proyecto que planea construir el INE”.
También señala que el plan consiste en adecuar terrenos donados o parte del patrimonio del instituto para disminuir las erogaciones hechas año con año en renta de edificios y oficinas.
Luego enumera más de 600 inmuebles en todo el país para la operación de las 332 Juntas Locales y Distritales, módulos de atención ciudadana en los cuales los ciudadanos se inscriben al padrón y para obtener su credencial para votar con fotografía. Para este fin se gastan 300 millones de pesos, reveló.
Enseguida destaca que planea realizar esta obra, “precisamente ahora”, debido a que “la concepción del uso de inmuebles, muebles y múltiples procedimientos no evolucionaron al ritmo al interior del instituto”. La idea general es “modernizar la institución” tras 25 años de su creación.
Tan sólo en el Distrito Federal, indica, se gastan más de 80 millones de pesos en renta de inmuebles. Hoy en día, el INE tiene tres edificios propios y nueve en renta.
La renta anual de estos espacios asciende a 102 millones de pesos, incluyendo las bodegas y el inmueble para la fábrica y producción de los listados nominales. En total, hay mil 612 empleados únicamente en las oficinas centrales ubicadas en Viaducto Tlalpan.
“Los 743 millones de pesos solicitados para 2016 en este proyecto se sumarán a los 719 millones ya autorizados para el Plan Inmobiliario por la Cámara de Diputados en 2014, y se reflejarán en el mediano y largo plazo en una disminución de los costos fijos del instituto. El costo de la inversión programada para el edificio central tendría resultados positivos en un plazo de 12 años, conforme a la metodología de la Secretaría de Hacienda”, justifica.
Los beneficios, según el INE, son ahorrar más de 80 millones de pesos en rentas anuales en el Distrito Federal, aparte de que la nueva sede alojará a unos 3 mil 210 empleados en instalaciones adecuadas a las normas de Protección Civil, entre otras “que actualmente se cumplen precariamente”.
El proyecto costará, en total, 942.6 millones de pesos. De su presupuesto de 2015, el INE destinó ya 663 millones a su Fideicomiso Inmobiliario, sin embargo, será la Cámara de Diputados la que defina el ritmo y el plazo para realizar el proyecto.
En el segundo documento, titulado “10 mitos sobre el nuevo edificio del INE”, este organismo destaca que es falso que la obra sea innecesaria e insiste en que se ahorrará en rentas.
También resalta que no está pidiendo mil 406 millones sino 762 millones para este proyecto en 2016. Sin embargo, admite que gastará unos mil 100 millones de pesos en este proyecto, pero lo proyecta como “inversión pública” del Estado mexicano.
La obra, insiste, “no es faraónica”, debido a que albergará a miles de empleados. Es más, argumenta que los consejeros no eligieron al ganador del proyecto, sino que éste surgió mediante un modelo de selección recomendado por la Unesco y la Unión Nacional de Arquitectos. Además descartó que sea una obra cara y que el INE quiera “hacer un ‘cochinito” con los recursos.
Finalmente, precisó que la obra deberá ser completada antes de 2018, justo en los comicios presidenciales.
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