10/22/2015

Guerrero, Oaxaca y Chiapas, con tasa más alta de muerte infantil


   En AL, 4 millones de nacimientos no están registrados: informe


En 20 años, muchos países de América Latina (AL) lograron la reducción de 64 por ciento en mortalidad infantil, sin embargo persiste una brecha de inequidad en la supervivencia de la niñez en las naciones.

Las regiones más pobres, los países menos desarrollados y las poblaciones en condiciones más desfavorecidas y marginalizadas, siguen registrando las mayores tasas de mortalidad materno- infantil.

Así se expuso en el diálogo “La búsqueda de equidad en la salud materna, neonatal e infantil en las Américas”, que sostuvieron especialistas internacionales que buscan impulsar estrategias para garantizar la igualdad de oportunidades.

Como parte de la Conferencia Global Sobre Salud Materna y Neonatal (GMNHC, por sus siglas en inglés) –que concluye hoy en esta capital–, el diálogo reunió al Grupo Regional para la Reducción de la Mortalidad Materna, a la alianza Una promesa Renovada para las Américas, y a la Alianza Neonatal.

En la sesión se presentaron los resultados del “Informe regional de equidad en la salud 2015”, en el que se recuerda que muchos de los esfuerzos para lograr la cobertura universal en salud comenzaron en los años 90, y que desde ese momento se han logrado “progresos notables”.

Entre ellos, la reducción de 64 por ciento en la mortalidad infantil a lo largo de los últimos 20 años, sin embargo persisten diferencias importantes en la cobertura entre las poblaciones más desfavorecidas.

La evidencia demuestra, por ejemplo, que en Bolivia la tasa de mortalidad perinatal es tres veces mayor entre las hijas e hijos de las mujeres sin escolaridad, que en aquellas con educación secundaria o más, mientras que en El Salvador es dos veces mayor.

La mayoría de las diferencias encontradas en la mortalidad perinatal, neonatal, infantil y en menores de cinco años de edad se relacionan con los ingresos y la escolaridad de la madre.

En México, la tasa promedio nacional de defunciones en menores de cinco años en 2013 fue de 15.78 por cada mil nacidos vivos, no obstante, en estados con mayores índices de pobreza y desigualdad se presentan tasas considerablemente mayores, como en Guerrero (19.4), Oaxaca (19.3), y Chiapas (19.2).

En los países de AL con datos desagregados, la tasa de mortalidad infantil (TMI) es mayor en los grupos más pobres y entre las y los niños cuyas madres no tienen educación.

Las brechas más amplias están en Bolivia, donde los más pobres tienen una TMI de 89 muertes por cada mil nacidos vivos contra 26 decesos entre los más ricos, y en República Dominicana, donde la TMI entre los más pobres es de 37 contra 13 entre los más ricos.

Esto se debe en gran medida, según el informe presentado, a que los ingresos, el lugar de residencia y la educación de la madre están directamente relacionadas con su capacidad para acceder a por lo menos cuatro visitas prenatales, asistencia capacitada en el parto, registro de nacimiento y chequeo postnatal para el recién nacido.

En ese sentido, se destaca que aunque más de 80 por ciento de las mujeres en 20 países de AL y el Caribe tuvieron acceso a por lo menos cuatro visitas prenatales durante su último embarazo, se mantienen grandes desigualdades.

En Haití y Nicaragua, por ejemplo, la diferencia en acceso a por lo menos cuatro visitas prenatales entre las mujeres más pobres (51 por ciento en Haití y 61 por ciento en Nicaragua), y las más ricas (88 por ciento en Haití y 92 por ciento en Nicaragua) es de más de 30 puntos porcentuales.

Han sido documentadas tasas mayores de morbilidad y mortalidad entre mujeres indígenas que entre mujeres no indígenas: se ha calculado que en Guatemala las indígenas pueden tener una tasa de muerte materna tres veces mayor que sus contrapartes no indígenas.

Las barreras de acceso al registro de nacimiento son otra evidencia de la inequidad en la región: es más probable que a las niñas y niños sin registro les sea negado el acceso a los servicios de salud y educación. En AL y el Caribe, aproximadamente cuatro millones de nacimientos no están registrados.

Abordar las desigualdades y aportar una cobertura universal es un imperativo para lograr una equidad en salud; el ingreso, el nivel de escolaridad, el género o el grupo étnico son determinantes fundamentales en AL para acceder a una atención de salud pertinente y de calidad, señala la investigación.
  


Foto: Fabiana Frayssinet/IPS
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario