10/23/2015

Rinde UNAM homenaje a ministra Olga Sánchez Cordero


   En 20 años de labor en la Corte impulsó derechos femeninos

La ministra Olga Sánchez Cordero aseguró que las mujeres tienen una “visión diferente a la hora de juzgar”, por lo que dijo coincidir con quienes piden que dos mexicanas más lleguen a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), una vez que ella y el ministro Juan N. Silva Meza concluyan su cargo el próximo 30 de noviembre.


Tras recibir un homenaje por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), junto con su colega Silva Meza, por sus 20 años de actividad jurisdiccional en la SCJN, la ministra Sánchez Cordero dijo a Cimacnoticias que en un órgano colegiado como la Corte una “buena combinación” es que haya representación de mujeres y hombres.

Egresada de la UNAM, primera mujer notaria y la novena mexicana en convertirse en ministra, Olga Sánchez Cordero resaltó que la labor más importante de una autoridad y en particular de una jueza o juez constitucional es “ampliar y garantizar” el ejercicio de los derechos de los grupos excluidos y en desventaja histórica.

Al agradecer el reconocimiento de su alma mater, la ministra confirmó su trabajo por la igualdad de género en diversas decisiones y proyectos de sentencia que presentó desde 1995, cuando comenzó su carrera como jurista constitucional, y hasta ahora, argumentos que fueron aceptados por sus compañeros varones y por la también ministra Margarita Luna Ramos.

Convencida de que ley “no es neutra”, de que tiene impactos diferenciados si uno es hombre o mujer, citó casos relevantes como la vez que la Corte avaló la indemnización para la o el cónyuge dedicado preferentemente al cuidado del hogar y de las personas dependientes, con lo cual –aseveró– se reconoció el valor económico de ese trabajo realizado en su mayoría por las mujeres.    

Sánchez Cordero mencionó su postura al estimar constitucional la afiliación del cónyuge varón a los beneficios sociales provenientes del trabajo de su compañera, con lo que el alto tribunal asignó el mismo valor al trabajo remunerado de las mujeres, superando así el estereotipo de que ellas “siempre son dependientes económicas”.

En temas políticos, la ministra recordó cuando se declaró la constitucionalidad de las cuotas de género en candidaturas a cargos de elección, al considerar que las acciones afirmativas modificaban las condiciones estructurales y las desventajas históricas que impedían a las mujeres acceder a la política en igualdad con los hombres.

Un caso más fueron sus aportes para que la SCJN  considerara que la violación entre cónyuges era penalmente sancionable, dando así personalidad jurídica a las mujeres, reconociendo su libertad sexual  en el matrimonio y rompiendo con la división entre lo público y lo privado, para comprender que en el hogar están las peores formas de violencia.

Quizás uno de los casos más polémicos en materia de derechos femeninos fue declarar la constitucionalidad de la despenalización del aborto hasta las 12 semanas de gestación en el Distrito Federal, con lo cual, celebró la ministra, se otorgó “significado a la autonomía de las mujeres”.

Asimismo, Sánchez Cordero tomó parte en decisiones sobre acceso a la justicia, como la vez que se otorgaron los amparos a las indígenas Alberta y Teresa, dos otomíes acusadas de secuestrar a policías federales y que quedaron en libertad después de que se revelaron irregularidades en su proceso judicial.

“El avance de las mujeres requiere sin duda de la incorporación constante de la perspectiva de género y de no discriminación en el quehacer jurisdiccional sin que pueda soslayarse la necesidad de promover políticas institucionales y de igualdad de oportunidades al mismo interior de los tribunales”, subrayó en su mensaje.

Con ello en mente, la ministra impulsó políticas de igualdad en el Poder Judicial para dar herramientas teóricas y prácticas a quienes imparten justicia con perspectiva de género, y promover ambientes laborales libres de violencia y discriminación, y por si fuera poco hizo que el máximo tribunal fuera pionero en juzgar con visión de género.

Además, dijo que una de sus grandes satisfacciones es que durante dos décadas de trabajo compartió los logros a favor de la igualdad de las mujeres “con muchas otras que luchan por hacer realidad la justicia”.

“En estos 20 años he hecho mi mejor esfuerzo por ser la voz de otras mujeres que han buscado justicia, y me siento profundamente agradecida de haber tenido esta oportunidad. Tengo la convicción que cerrar la brecha de la desigualdad de género no es solamente un asunto de mujeres, sino un trabajo conjunto de toda la sociedad y por supuesto una responsabilidad de las instituciones públicas”, insistió.


CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | México, DF.- 

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