Entre 2013 y 2015 el INE aumentó su nómina de trabajadores eventuales al pasar de 5,526 empleados por honorarios a 27,327.
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Dice el señor Lorenzo Córdova, presidente del Consejo General del
Instituto Nacional Electoral (INE), que lo de la construcción
monumental de edificios inteligentes, jardines, pistas deportivas y todo
el supra mundo arquitectónico puesto a disposición de la democracia
mexicana, va que va…: o lo que es lo mismo: ‘Se hace y háganle como
quieran’.
Y en un ejercicio de profunda filosofía política nos dice a los mexicanos que insistir en dicha monumentalidad es ‘políticamente incorrecto’ pero que es ‘racional’ lo que, según su criterio es muy diferente y, por lo mismo, a riesgo de ser ‘incorrectos’ prefieren ser ‘racionales’ aunque esa racionalidad nos cueste a los mexicanos que sudamos la gota gorda para subsistir un mil cien millones de pesos del cuño corriente y en tiempos de austeridad y cinturón apretado.
Mucho dinero que no les duele porque no es su dinero, no proviene de sus bolsillos y no afecta ni su propia seguridad económica ni la de cada uno de los consejeros electorales o altos funcionarios del INE que están ahí para cuidar nuestros fueros y privilegios electorales y democráticos.
La voracidad, el abuso, el cinismo, la desvergüenza se ha apoderado de los responsables de nuestras ‘instituciones’ aquí o allá: Tanto federales como estatales o municipales, autónomas o desconcentradas y toda esa fila de oficinas que están ahí para construirnos aunque hoy sabemos que se trata de devastar al país y cada uno a salvar su propio pellejo… El colmo de la desvergüenza y la irresponsabilidad están ahí, a la vista, al portador: Sin enganche y sin fiador.
Así que el señor Córdova, el mismo que se pitorrea del indigenismo mexicano o de quienes no hablan como él, hecho y derecho en instituciones supremas para decir “tá cabrón”…
Lo dijo así: “… Nosotros no estamos para actuar de manera políticamente correcta, sino de manera racional y de la manera que más convenga a la sociedad, por lo que la obra sigue en pie [seguramente le conviene a la sociedad -¿cuál sociedad?- que se gasten 1,100 millones de pesos para sus faraónicas comodidades electorales]…
“El aval –dice- lo dio la Cámara de Diputados al entregar en este 2015 una primera parte de los recursos necesarios… Así que sólo resta que los legisladores definan si se concluye todo en una o varias etapas” [‘Lo que el señor quiere decir’ es que ni él, ni los Consejeros Electorales son responsables de este gasto; sí la Cámara de Diputados]
Con el pretexto de que con la creación del INE en sustitución del IFE por capricho de los partidos políticos que querían quitarle el poder electoral a los gobiernos estatales, ahora este Instituto tiene la responsabilidad de lo electoral en todo el país, y por lo mismo, el costo se ha multiplicado proporcionalmente, dicen.
Aunque si bien las atribuciones y responsabilidades ‘nacionales’ recaen en el INE también es cierto que las estructuras de los Consejos locales están vigentes en su mayor parte aunque ahora el personal sometido a los designios de los enviados del INE ‘que lo saben todo’.
El 18 de diciembre pasado, el Consejo General del INE aprobó su presupuesto por un monto de 18 mil 572 millones 422 mil 236 pesos de los que, según sus cálculos del INE, 5 mil 355 millones se destinarían a partidos políticos y 13 mil 216.8 millones al gasto operativo de la autoridad electoral.
Entre 2013 y 2015 el INE aumentó su nómina de trabajadores eventuales al pasar de 5,526 empleados por honorarios a 27,327.
El Contralor General del INE, Gregorio Guerrero Pozas, ha insistido en que en el INE “hay una enorme duplicidad de funciones en áreas específicas, como es el caso –pone como ejemplo- el de Comunicación Social y el Área de Difusión…”.
Todo esto para cuidar una democracia que no se consolida, un sistema de partidos fracasado, una cultura política que se incrementa en sí misma y no por que el INE haya puesto manos a la obra y una crisis de credibilidad política e institucional cada vez más grave: esta es la ganancia hoy.
Cuando surgió esta institución se dijo que tendría vigencia en tanto se consolidara la democracia y la cultura política en México. No ha ocurrido. La misma institución está en pleno desprestigio según reconoce Córdova Vianello.
Dos torres de 14 pisos cada una, macro sala de prensa, una ‘plaza de la democracia’, tanto funcionarios electorales y empleados gozarán de estacionamiento, nuevas oficinas, zona deportiva, complejo de regaderas y vestidores, así como una pista ciclista y jardines superiores…
¿Qué ya no caben en las instalaciones actuales? El país es el mismo para el que con menos se llevó a cabo la tarea de cuidado electoral y promoción de la cultura política por mucho tiempo.
Urge, sí urge, que tanto el Congreso mexicano como la Contraloría interna y las contralorías estatales hagan una revisión responsable y legal tanto de costos y gastos como de disminución de personal hasta niveles racionales y justos en el INE. Ya basta de desempleo pagado ahí.
Por lo pronto urge, también, que se pare esa locura demencial de construir esa obra. Que se revisen los presupuestos inflados a propósito y la no creación de fideicomisos para no devolver lo que le pertenece a todos los mexicanos.
Urgen, sí, esos recursos para inversión en áreas productivas y sociales y para disminuir la pobreza de millones en nuestro país. Hacer lo contrario es, sí, traición a la democracia y al país que aún no disfruta de ella, después de todo.
@joelhsantiago
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