COLABORACIÓN ESPECIAL
Los siguientes dos nombramientos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación deben no sólo considerar las necesidades de conocimiento especializado que la SCJN exige, sino además garantizar la pluralidad ideológica y acercarse a la paridad de género con mayor presencia de mujeres.
Por ello presenté un punto de acuerdo, el cual fue aprobado por unanimidad en la Comisión para la Igualdad de Género y será puesto a consideración del pleno del Senado de la República en su próxima sesión.
Las mujeres que han construido una carrera en el Poder Judicial de la Federación (PJF) sufren discriminación por cuestiones de género a pesar de estar forjadas en la cultura del esfuerzo y haber ocupado múltiples puestos del escalafón de la carrera judicial; contar con una preparación integral, que va más allá de la licenciatura en Derecho, maestría e incluso doctorado.
Aunque 51 por ciento de la planta laboral del PJF es para mujeres, sólo 5 por ciento son juezas, magistradas o ministras, de acuerdo con un diagnóstico elaborado por la SCJN.
Hace poco la ministra Olga Sánchez Cordero reveló que 21 por ciento de los trabajadores del PJF opina que las mujeres no son aptas para obtener espacios en el derecho penal; además dos de cada 10 personas considera que las mujeres no son aptas para cargos públicos.
El PJF –que incluye a la Suprema Corte, el Consejo de la Judicatura y el Tribunal Electoral y demás órganos administrativos– está integrado por 40 mil 517 servidoras y servidores públicos. El 50.73 por ciento, o sea 20 mil 554, lo constituyen las mujeres, y 49.27 por ciento, 19 mil 963, son hombres.
Es inaceptable que, habiendo muchas juristas competentes en este país, se reduzca la participación de las mujeres en el Pleno de la Corte; la pluralidad es una de las virtudes de los órganos colegiados; en un país que ha hecho un esfuerzo enorme por remontar la inequidad de género, sería un retroceso perder la oportunidad de ensanchar la participación femenina en la Corte.
Recientemente la misma ministra Sánchez Cordero sugirió el perfil deseable de por lo menos una de las vacantes que habrá en el máximo tribunal del país a partir del próximo 1 de diciembre: una ministra, una mujer con un perfil de avanzada y que garantice la protección de los Derechos Humanos.
Reiteramos el llamado al Presidente de la República –quien constitucionalmente tiene la atribución de conformar las ternas para nombrar a los integrantes de la SCJN–, para que escuche la demanda de la sociedad a fin de que estos nombramientos respondan al espíritu constitucional de independencia, autonomía, imparcialidad y equidad de género.
Asumiremos como propio el perfil que la sociedad y el Poder Judicial han sugerido como requisito indispensable de quienes aspiren a tan alta responsabilidad.
*Feminista, senadora por el Partido de la Revolución Democrática, e integrante de la Red Nacional de Investigadoras por la Vida y la Libertad de las Mujeres.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica de la Peña Gómez*
Cimacnoticias | México, DF.- 
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